Jugar Con Fuego

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Dentro de una aburrida y monótona habitación blanca, se encuentra una chica, cuyo pelo negro carbón es lo único que la distingue del resto del ambiente.

Sus ojos color ámbar gastado brillan levemente mientras habla con su única y mejor amiga, la cuál se encuentra en algún punto de la vacía habitación a la que nuestra aparente protagonista fue confinada hace muchos años, años largos, en los cuáles fue perdiendo toda la cordura que alguna vez tuvo.

-Estoy harta de las supuestas "pastillas soluciona vidas", no funcionan para nada, sólo sirven para que Él se enoje conmigo...-Dice mientras su mirada se oscurece.

La pálida chica se queda un rato callada mirando a la nada con sus ojos carentes de alegría y vida, una expresión de miedo, angustia y frustración surca su rostro temporalmente. Luego de al menos 10 minutos que transcurrieron de forma excesivamente lenta y desesperante, la chica sin previo aviso o señal comienza a agitarse y contorsionarse violentamente, tanto como la dejara su incómoda vestimenta, y comienza a arrastrarse hasta lo que aparentaba ser una cama en una de las esquinas de la habitación.

-Está llegando- Canturrea- Puedo sentirlo, fui una buena chica, merezco mi premio, quiero mi premio.

En su pensamientos sólo se encontraba el fuerte deseo de ser recompensada por Él. Mientras se arrastraba bajo la cama logró escuchar su voz, halagando su buen comportamiento y su resistencia.

Ya abajo, se limitó a abrir su boca, a sentir las viscosas gotas en ella, su sabor vuelve loco todo su sistema y la hace agitarse emocionada y extasiada, no satisfecha, exige más, y de manera brusca, una masa fría y jugosa cae en su rostro, lo acomoda en el suelo y comienza a devorarlo con desesperación, la carne sólo es rica si está cruda, y ella lo sabe bien.

Apenas termina él comienza a limpiar cuidadosamente su rostro y planta un beso en sus labios, su tacto helado la estremece y ella lo mira a los ojos, correspondiendo a su muestra de afecto, siente como su labio es rajado y como es succionado todo el líquido carmesí que emana.

El ambiente se torna algo lascivo, pero él se levanta y menciona que ya es hora, ella, algo afligida por la necesidad de contacto, se para como puede y camina hasta la puerta, que fue abierta en apenas unos segundos, dejando ingresar a cuatro hombres con la protección necesaria y pastillas... Esas odiosas pastillas.

Las ingresan con agresividad a su boca, y ella simula que las traga, pero siguen ahí, debajo de su lengua. Apenas la ausencia de los intrusos es notada por esta, se dirige con calma hacia la pared, de donde sale una mano, y la chica, escupe las pastillas en esta, la mano vuelve a ingresar en la pared.

La casi famélica chica afloja las piernas y se deja caer, inhala fuertemente resistiendo el dolor del impacto y apenas se calma, se incorpora y se queda sentada, comenzando a hablar con la chica del otro lado de la pared, contándole lo que pasó con Él, y lo que le dijo.

-Eso es verdad, sólo aguanta un poco más, falta poco- Murmura y se va su acompañante oculta.

La chica se queda completamente sola en su desalentador cuarto, mientras suspira con hastío.

En algún otro lugar de este edificio, un chico, que no aparentaba más de 25, se dirigía con su superior, quién le indicaría de quién se tendría que encargar ese día. Lo enviaron a una habitación en específico, a la que el chico llevaba tiempo queriendo entrar, su animo mejoró considerablemente, sabiendo lo que tendría oportunidad de hacer.

Ella estaba dormida en su plácido sueño, cuando siente un fuerte golpe en su abdomen.

-Mierda- Piensa- Debe ser nuevo, no suelen violentarme tanto-.

-Bien- Habló el visitante- No vas a salir muy bien de esta que digamos, sólo aviso- Menciona risueño.

Ella se limitó a mirarlo y reír con burla, acto que no le agradó para nada al chico, el cuál se abalanzó a ella, atrapando su pelo entre sus dedos, tirando fuertemente de él, logrando que los preciosos ojos de la chica derramaran lágrimas en cuestión de segundos.

-SUELTA, HIJO DE PUTA- Gritaba desesperada, mientras el reía con la la locura de cualquiera que estuviera ingresado en ese psiquiátrico de mierda-.

Comenzó a sacudirse intentando liberarse, sin logar resultados, el chico, notablemente divertido, se le acercó más y le habló al oído.

-Quédate quieta pequeña puta inservible, no deberías ser tan insolente, pero no te preocupes, voy a corregirte-.

Helada por el asco, la chica quedó inmóvil mientras él comenzaba a acariciar su rostro de forma brusca, su mano se detuvo en los labios de la chica, adentrando su dedo en su boca, ella reaccionó y mordió su dedo, hasta casi arrancarlo.

Al instante sintió el impacto de su cabeza contra la pared al ser arrojada fuertemente, y luego varios más, su cabeza estaba siendo azotada contra la pared, y la violencia comenzó a brotar en ella, afilando sus dientes, blanqueando sus ojos, convirtiendo su maraña de pensamientos en uno sólo: Matar.

Con la fuerza de un animal salvaje la chica rasga su camisa y se tira encima del chico, que hace tiempo que no se movía por el shock, comienza a desgarrar su carne, devorándolo lentamente, disfrutando de sus gritos de agonía y de sus patéticos intentos de moverse y huir.

En simples minutos la chica logró desaparecer el cuerpo del joven completamente, todo esto era observado con deleite por alguien más, quién luego se acercó a ella tomándola de la mano y dirigiéndola a la puerta, ella salió por esta y caminó hacia la entrada del edificio inmenso, liberando cuanto loco podía a su paso, no era un lugar común, y todos los empleados ahí lo sabían, pero lo ignoraban, pensando que las pastillas controlarían todo, descargándose en los allí encerrados... Jugando con fuego.

-Sólo había que enseñarles... A no Jugar Con Fuego.

La historia es  mi representación de el maltrato hacia la mujer (representada por "ella"), explicando como a la mujer la reprimen, la maltratan, la dominan, la doblegan, y cuando se siente insuficiente, impotente, asquerosa, débil, deprimida y herida, la usan y la desechan...                                                                                                                                                                              Pero la mujer nunca fue débil, nosotras parimos, criamos, trabajamos, tiempo completo, en un trabajo que no recibe paga, ni es valorado, normalmente siendo abusadas, en cualquier rubro, sexualmente, mentalmente, físicamente, económicamente...

Soportamos violaciones, acoso, insinuaciones, comentarios misóginos y desagradables, cargamos con estereotipos imposibles de concretar, con estigmas constantes, no importa como seamos, simplemente porque somos mujeres, y eso merecemos según el mundo.          Algunas siguen sufriendo su maternidad, y es inevitable, es una carga que no muchas soportan.. es un ser humano, que creció dentro tuyo, y cuando salió causó alborote en tus hormonas, una depresión salida de la nada, cambió tu cuerpo completamente, y por eso la gente te mira con asco, y, no importa como se de la situación, las críticas NUNCA cesan, y vivimos luchando contra eso, mientras todos nos ignoran y nos tratan de exageradas, mientras nos reprimen, porque nos tienen miedo, porque la mujer, es el ser más poderoso, y ellos lo saben, por eso, implantan ideas y se imponen el miedo, para tenernos calladas, lindas, muñequitas, y perfectas...

Pero nos tienen miedo, y no se equivocan, porque nosotras somos brujas, brujas reales, y ese poder, esa energía, está dentro nuestro, crece o se achica, depende si somos conscientes de que está ahí o no, así que, despertemos, y que aprendan a no jugar con fuego.

AAA                                                                                                                                       Fuckyou_User


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⏰ Última actualización: Sep 13, 2022 ⏰

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