3.- La invitación

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Elizabeth apenas iba sintiendo el calor de los rayos del sol que entraban por el espacio entre las cortinas del dormitorio, su piel reaccionó ante aquella calurosa y molesta sensación haciendo que se despertara tranquilamente; sin embargo, la sorpresa de ver a su pareja de pie a un lado de la cama, provocó una ligera sonrisita en su rostro.

— ¿Y tú desde cuando te levantas tan temprano?

Gareth se mantuvo en silencio por unos instantes al momento en el que ella habló, ágilmente logró ocultar el sobre junto a la carta detrás de su espalda.

— ¿Qué? —dijo algo nervioso, pero tratando de no demostrarlo—. Ah... es que, hoy quería ver a Josh para ir al... al gimnasio, a entrenar.

La bruja alzó una ceja sutilmente mientras veía al joven fijamente a los ojos.

— Digamos que te creo... ¿Qué entrenaran hoy? ¿piernas?

— Simplemente iremos a entrenar —contestó—, no hemos estado activos desde que hicimos el trabajo de Stephen hace tiempo, y apenas ahora he visto la necesidad de... es decir, no la necesidad, solo las ganas de ponerme de pie para ir a mover el trasero y mantenerme en forma ¿sabes?

Ella simplemente se puso de pie para estirar el cuerpo, cruzarse de brazos y terminar por fulminar a su pareja con su mirada.

— En ese caso, me acabas de confirmar que has olvidado que el día de hoy, tu y yo tenemos... más bien, teníamos una cita. Pero como es de esperarse, los hombres siempre elegirán a sus amigos por encima de cualquier nivel de relación.

— Comienzo a creer que conforme pasan los días, tú y las demás chicas se vuelven más dramáticas... —comentó Gareth con un ligero puchero mientras se ponía su camisa al mismo tiempo que se dirigía hacia la puerta del dormitorio con la plena intención de salir de la casa—. No me olvidé de nuestra cita, por si no lo sabes... apenas esta saliendo el sol, no estaré con Josh en el gimnasio todo el día...

— Los creo capaces a ustedes dos...

— Pues no... hoy no. Te veré en la tarde, la noche será nuestra.


***


Mas tarde, Gareth y Josh ya se encontraban en un rincón del gimnasio al que más recurrían debido a que era más fácil tener conversaciones sin que nadie los escuche por todo el sonido de las maquinas, los gritos, los jadeos de gloria por lograr alzar varias libras de peso, o hasta esos suspiros dramáticos y exagerados de personas que simplemente van para aparentar ser fuertes.

Josh pateó fuertemente desde un lateral a una bolsa de entrenamiento que Gareth abrazaba con fuerza.

— ¿Te das cuenta de que esa carta puede significar una amenaza y tu estás decidiendo ocultarla para decírmelo únicamente a mí?

— Somos los lideres del grupo, necesitamos tener responsabilidad en todo lo que ocurra y tomar las decisiones correctas para que pase lo que pase, nadie salga lastimado —decía Gareth mientras dejaba caer la bolsa—. Escucha, se que suena loco, pero he estado teniendo sueños muy raros en donde la única cosa que veía era exactamente lo que estoy sujetando en mi mano.

— La carta.

— Así es —entonces la abrió mostrando lo que tenía escrito—. ¿Tú qué crees?

Josh se tomó su tiempo en leer detenidamente el contenido de la carta antes de poder lanzar un comentario; pero no encontró algo que representara una amenaza, pues más que algo que pueda significar un peligro para sus vidas, más parecía una...

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⏰ Última actualización: May 29, 2022 ⏰

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