X Despecho *SOLO PRIMEROS CAPITULOS*

Capítulo 4

Miro el despertador a la espera de que suene, pero aún faltan algunos minutos para eso. No he podido dormir, Jared Leiner se ha convertido en una auténtica pesadilla que me roba el sueño. No dejo de darle vueltas a su extraño comportamiento y es que si de rarezas hablamos, yo no me quedo muy atrás que digamos, pero todo ha sido cosa de impulsos y arrebatos. Comenzando por beber y volverme loca. Sin embargo, él resulta todo un misterio, pues a veces es frió y distante y otras fogoso y ardiente. ¿Con cuál me encontrare esta noche?

Salgo de la cama y desactivo la alarma. No tiene sentido continuar acostada, no lograre conciliar el sueño por mucho que lo intente. Tomo una toalla y entro al baño. No me apetece salir de la casa, pero no puedo vivir escondida por temor a ese hombre.

― ¿Te vas? ―Pregunta Dafne mirándome divertida.

Para ella, esto es divertido, porque por primera vez, soy yo quien tiene líos con hombres y no ella. No obstante, lo quiera o no, aun debo ver a ese hombre.

―Si ―Digo con pesadumbre. Tengo que reportarme con Jason.

―Apenas comienza el día ¿Por qué esa carita?

―Tu sabes porque ―Y parece que le encanta recordármelo.

―Tómalo por el lado positivo. Cenaras en un elegante restaurante ―Como si eso me importara.

―No quiero ir y no sé qué me voy a poner.

― ¿Eso es lo que te atormenta? ―Pongo los ojos en blanco.

―Desde luego que no, pero aun así, no puedo ir vestida con cualquier cosa, tu misma lo dijiste, quizás me lleve a un elegante lugar ―Suspiro y recuerdo mi vestido― Y mi último vestido presentable esta arruinado y los otros dos en la tintorería. No sé qué haré ―Niego mientras tomo las llaves del auto― Mejor me voy. Nos vemos más tarde.

―Suerte.

¿Qué me voy a poner? Creo que al final de cuentas es lo de menos, no es como si intentara ligar con él, así que debería darme lo mismo.

Paso a la oficina, donde después de actualizar los archivos y tomar nota de algunas facturas que deben pagarse, me dirijo a la galería, ahí encuentro a Jason. ¡Quiero matarlo!

― ¡Lindura! ―Canturrea mientras me acerco a él con cara de pocos amigos. Sera muy mi jefe, pero se pasó de la raya― ¿Vas a cenar con él? ―Le pongo mala cara y asiento.

―Si ―Contesto apretando los dientes― ¿Porque le diste mi número? ―Reprocho.

― ¿Te llamo?

― ¿Tu qué crees?

―Por favor, guapa ―Pongo las manos en la cadera y niego― No puede ser tan malo ¿O sí?

―Tú mismo lo viste ese día. ¿Cómo puedes decir eso?

―Sí, lo sé. Pero no creo que se porte mal contigo ―Ese es el problema, creo que preferiría que se portara mal conmigo. ¿Porque me pasa esto a mí? ― Además, yo creo que le agradas ―Resoplo― Te ha invitado a cenar y por lo que sé, no muchas han tenido el placer.

― ¿En serio?

―Te lo juro. Ese tipo es más difícil de alcanzar que el presidente ―Niego.

―Con ese genio, desde luego ―Este tema no me agrada y Jason parece pasarla a lo grande, claro, si pasara algo entre los dos, él resultaría el más beneficiado, porque seguro me insistiría de convencerlo de comprar mas cuadros. Pero eso ni en sueños― ¿Y los cuadros?