La casa del diablo

Atrapado

En una noche cualquiera en un conjunto habitacional en el centro de la ciudad, los perros del vecindario empiezan a ladrar y aullar, cuando de pronto son callados por un grito de procedencia desconocida, el bullicio que hacían los animales quedo en silencio por unos segundos y después, intensificaron sus ladridos en señal de alerta.

Al tiempo que aquel espantoso grito sonaba, Carl despertaba sudando y agitado por aquel sonido tan espantoso - Son las 3 am- decía mientras miraba su reloj despertador - un grito agudo me ha despertado, estoy completamente sudado, no sé si lo he soñado o en verdad lo escuche – miraba por la ventana observando la luna que lo iluminaba. -Se que es un barrio muy peligroso, me lo dijeron hace tres meses cuando me tuve que mudar aquí después de mi divorcio y perder todo. -Al intentar tragar saliva descubrió un desierto en su boca que le causo un poco de dolor -Tengo la boca completamente seca, tanto que intentar tragar me duele -incorporándose en la cama busco en el piso a tientas con las plantas de sus pies sus zapatos de cama sin éxito alguno mientras el ladrido de los perros sonaba- me he levantado para tomar un poco de agua -cuando por fin estuvo de pie la vieja madera bajo la alfombra chillo con dolor - al tiempo que escucho los crujidos normales de las casas por la noche.-

Su vista se acostumbra un poco a la oscuridad mientras llega a la puerta de su puerta, encontrándose con un pequeño pasillo que lo lleva hasta la sala y cocina encendiendo una tenue luz -Mientras camino por el pasillo escucho sobre mi unos pasos provenientes del piso de arriba, esto sería normal si no fuera porque vivo en el último piso (han de ser los gatos caminando en la azotea) me digo para calmar mi nerviosismo – una ligera luz al fondo de este lo sorprende un poco mientras termina de despertar -Cuando llego a la sala descubro que la televisión esta encendida con el volumen hasta abajo (he tenido mucho estrés) me hablo de nuevo para calmar mi estrés.

Es un departamento pequeño y la cocina y la sala prácticamente comparten el mismo espacio, lo extraño es que la luz estaba encendida, un foco de 60 watts que apenas ilumina el rincón.

(¡Maldición! El garrafón esta vacío) tendré que tomar agua de la llave, desde chico me decían que tomar agua de la llave es como tomar veneno, lo he hecho varias veces y hasta este momento no me ha sucedido nada. Sin embargo, si sabe a metal... mientras inclino el vaso con agua sobre mi rostro del fondo de este veo que algo pasa frente a mí, estuve a punto de tirar el vaso de la impresión. – sosteniendo el vaso con fuerza cerca de su mejilla -Me detengo un poco observando a todos lados, pero no veo nada (son las 3 am aún estoy dormido y seguramente el grito que escuche estuvo en mi sueño) me digo con tono burlón...-

-Toc Toc toc- se escuchó desde la puerta con fuerza seguido de los violentos ladridos de los perros -El fuerte golpe de la puerta me ha hecho tirar al piso el vaso, con mucho cuidado me acerco a la mirilla de la puerta y veo a mi vecino del otro lado, un señor mal encarado completamente despeinado e hinchado, seguramente algo lo despertó también – Aclarando un poco la garganta después de quitar la resequedad de su boca, toma un respiro y dice - Buenas noches vecino ¿Qué puedo hacer por usted?-

Con voz ronca y adormilada que va en aumento el vecino pronunció - ¡Apaga esa maldita televisión, son las 3 de la mañana y hay quienes queremos dormir! – Carl levantó una ceja a modo de desconcierto y se alejó por unos segundo de la mirilla -Antes de responder miré rápidamente el aparato culpable y recordé que estaba encendida pero con el volumen bajo – Después de eso pegó la cara a la puerta y respondió -Le pido una disculpa vecino, no me di cuenta- Un tanto extrañado miro nuevamente el aparato, escuchando como su vecino se alejaba de su puerta -Preferí darle por su lado, para no entrar en discusión a estas horas, mañana lo arreglaré , tal vez se equivocó de departamento y es el otro vecino quien tiene encendida la tele a esta hora, sin embargo para evitar más confusiones apago el aparato- cogió el control remoto de su televisor y lo apago, para evitar más confusiones -Me dispongo a volver a mi cuarto cuando de pronto la luz del pasillo se apaga sin aviso alguno- El click del apagador se escuchó del otro lado del pasillo -por un momento me sobresalto, pero recupero la compostura de inmediato.