Capítulo 31 Paper rings (parte 2)

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Grace

Después de mi última cita la semana había pasado demasiado lenta.

Al cabo de un tiempo al fin pude volver a hablar con Mel quien al inicio estaba molesta porque creyó que la ignoraba apropósito pero después de media hora se le pasó y volvió a hablarme con normalidad.

La noche antes de mi siguiente cita en el hospital decidí contarle a mi hermano lo que quería hacer al día siguiente, así que después de cenar le dije que fuéramos a mi habitación, a veces cuando él tenía tiempo libre jugaba conmigo un rato antes de dormir.

Aunque últimamente no pasa tanto ya que tiene mucho que hacer, cosas de su escuela y siempre está cansado con grandes ojeras en sus ojos.

— Dime ¿qué me quieres contar? — Veo como se sienta en mi cama.

— ¿Te acuerdas de la chica de la que te había hablado?

— Mmm. — Hace como que piensa y me mira de vuelta. — No perdón.

— ¡La del hospital!

— Ah ¿la niña fantasma?

— No es fantasma, es real. — El ríe y yo frunzo el ceño

— Bueno ¿qué pasa con ella?

— Es que la volví a ver.

— ¿Enserio? — Pregunto. — ¿Donde?

— Fue en el hospital.

— ¿No fue hace semanas que la viste ahí? — Preguntó algo confundido y yo asentí. — ¿Pero por qué sigue ahí? ¿Segura que no es un fantasma?

— ¡No lo es! — Respondo enojada.

— Ya, no te enojes.

— Te cuento porque quiero pedirte algo.

— ¿Una de estas tablas para hablar con fantasmas? — Me dedica una sonrisa burlona.

— ¡Que no es un fantasma! — Conteste y el empezó a reír.

— Está bien, te creo. — Volvió a dedicarme una sonrisa pero esta vez cariñosa. — Dime hermanita que puedo hacer por ti.

Le hablé de mi último encuentro con ella y de la charla con la enfermera. No parecía muy convencido porque sabe que sí mamá y papá se dan cuenta tendría problemas.

— Bueno mientras no se enteren. — Me miró cómplice. — Será nuestro secreto.

— Gracias. — Digo mientras lo abrazo.

— No te había visto tan inquieta por hacer una amiga antes. — Menciona el respondiendo a mi abrazo. Debe ser especial esa niña.

— Lo es.

— Ya lo creo. — Responde el mientras se pone de pie y me levanta para cargarme, yo me acomodo para poner mi cabeza en su hombro. El empieza a caminar por la habitación.

— Tiene lindos ojos. — Comento para luego bostezar.

— ¿Cómo son?

— Son oscuros. — Me enderece un poco para ver su rostro. — ¿Has visto ojos negros antes?

— No que yo recuerde. — Se pone pensativo mientras me recuesta en mi cama y me cubre con las sabanas. — Duérmete mañana tenemos que ir al hospital.

Al día siguiente cuando salí de clases sólo tuve que esperar un par de minutos y mi hermano ya estaba ahí para llevarme al hospital.

La doctora me recibió junto con mi hermano y dijo que quería ver como estaba mi brazo por dentro, me asusté mucho porque pensé que lo cortaría para ver dentro pero después ella me explico que lo que haría eran radiografías.

This Not Another Enemies To Lovers StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora