U n o

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La universidad apestaba, las clases eran una mierda y los estudios le parecían una completa burla en ese momento. Estaba cansado y sin duda pensaba que el destino estaba siendo muy cruel con él. Estaba hasta la coronilla de trabajos y tareas que hacer, y no era que estuviese atrasado, no; los mal nacidos de sus profesores se habían aliado entre todos para encargar un sin fin de actividades para antes del fin de mes.

No sabía que había hecho para merecer aquello pero de seguro era algo muy malo.

Estaba siendo cruelmente castigado, menos mal que llevaba el hilo de todas sus asignaturas porque de no ser así estaría de rodillas suplicando un milagro, Jeon podía ser lo que quieran pero sí que ponía empeño en su vida escolar, después de todo decía que de eso dependía su futuro y tenía toda la razón.

Era un cabrón bastante responsable y organizado, demasiado cabe destacar. Por eso es el único demente que aprovecha los trayectos de ida al trabajo en el colectivo, el camión se movía como si estuviese tomando las peores de las rutas pero no importaba si brincaba o si se llegase a estrellar; él debía terminar esa tarea de administración para antes de llegar a su parada.

Aún faltaban un par de calles y él orgulloso de sí mismo, observa lo que ha hecho, estaba más que bien; seguro obtendría una nota perfecta, guarda todo en su mochila hasta que siente algo extraño.. gira la vista topándose con las miradas de unas chicas, parecían menores que él pero no por eso dejó de devolverles la sonrisa, la cuál como era de esperarse; las hizo chillar.

Se alarma al ver que ya se ha pasado el local de su trabajo, así que con apuro baja yendo directo a su destino, casi tropieza al ver a ciertas personas en la entrada, para en seco esperando a que se vayan, sabía que trabajaban en el mismo lugar pero gracias a SeokJin no compartía turnos con ellos.. era lo menos que necesitaba, así que yendo despacio cruza la puerta, verificando que en efecto ya se han marchado.

Ve a un alto moreno de grande espalda con corte peculiar y el cabello gris por lo que de inmediato puede reconocerle, NamJoon a lo lejos muy concentrado en su labor y decide -como el buen fan que es de él-, ir a admirar cada pequeña acción que hace su mayor.

"Es que Nam es genial, hasta respirar le salía mejor que a todos los demás".

—Hyung, qué tal.

Saluda, con un buen humor que hace mucho no tenia -nótese el sarcasmo- pero aunque quisiera ser un cortante de primera con sus amigos, no podía, siempre decía que le nacía -de quién sabe dónde- ser buena persona con ellos, ah, sí que los apreciaba.

O tal vez sólo tiene un poco de preferismo por Nam.. es que joder, ese hombre era como su figura paterna. De grande quería ser como él.

—Jungkook—saluda haciendo el laborioso trabajo de colocar las ardientes tazas de café encima de su charola junto con una sonrisa que deja a la visión uno de sus característicos hoyuelos, todo eso sin mirar al menor, este último sonríe mirándole hasta que por fin levanta la vista y pega un brinco como si hubiera visto a un fantasma;—Carajo, te ves del asco.

Parpadea varias veces, sintiéndose avergonzado de pronto ¿tan mal luce para haberle causado semejante susto? Que bochornoso, estaba bien qué últimamente se había descuidado muchísimo, que su condición física se estaba yendo al demonio, que las ojeras fuera el opacador de todo su atractivo visual, que tenga los labios más resecos que todo el desierto, que probablemente su perfecto bronceado esté desapareciendo así como sus ganas de alimentarse o simplemente despertar...

Tal vez si está fatal y apenas viene cayendo en cuenta de ello, no se siente orgulloso, todo lo contrario.

—Me siento así, gracias por el confort.

I ' M  F U C K  [JJK] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora