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ㅤㅤㅤㅤ— YA te lo he dicho. No te hace bien hacer eso. —le habló Ed a su hija, mientras iban camino a la casa de la familia de la mujer que les había hablado.

— ¿Y qué? Podía haberles dado información importante. Ella realmente tiene algo horrible pegado. —se quejó la ojiazul. Quería saber qué ocurría.

— Ya dije que no, Emma. Es peligroso.

— Cariño, papá tiene razón. —habló Lorraine por primera vez en el viaje— Además, al estar ahí ya podremos darnos cuenta de lo que pasa.

Al oír lo dicho por su madre, Emma se encogió en el asiento trasero. Era verdad, y pensar en lo que podrían ver por primera vez le causó terror. Solamente estaba pensando en saber qué era, no en cómo se sentiría al verlo.

Después de un rato ingresaron a la propiedad, contemplándolo todo. Realmente se sentía un aura pesada, cualquiera podía notarlo.

La familia bajó de su auto, dirigiéndose a la entrada de la casa y tocando la puerta, mientras escuchaban que se reproducía un programa en la televisión, que rápidamente fue apagado en cuanto se anunciaron. La mujer que habían visto antes, que se llamaba Carolyn, los recibió con una sonrisa.

— Hola, gracias por venir. —saludó ella.

— Hola, soy Roger —se presentó su marido, a su vez los tres Warren se presentaron sonriendo, pero en cuanto Emma tocó la mano de Roger, sintió una punzada en la frente.— Gracias por venir. —la joven miró a la pareja, y notó que adherido a ellos había un ente sumamente maligno. Emma trató de disimular su susto y miró a su madre, quien también había visto lo que ella.

— Pasen, por favor. —pidió la ama de casa.

— Gracias. —contestó Lorraine, girándose hacia la sala de la casa, viendo a cinco chicas de diferentes edades, paradas observándolos— Vaya, miren esto. ¿Quiénes son estas lindas jóvenes?

— Andrea, es la mayor, —Carolyn empezó a presentar a sus hijas— Nancy, Cindy, Christine y April.

Emma las saludó amigablemente, pero su expresión cambió al ver al mismo ente adherido también a ellas. Se acercó a tomar la mano de su madre, quien la miró con preocupación.

— Ellos son la familia Warren. —los presentó a las chicas.— Ahora todos estamos durmiendo aquí abajo. Las niñas se sienten a salvo y está más caliente. Siempre enciendo la calefacción, pero la casa continúa helada.

— ¿Siempre hace frío aquí? ¿Más que afuera? —preguntó Emma, arrugando la nariz.

— Así es. Y la caldera no tiene ningún problema, hasta donde sé. —informó Roger. La chica se rascó la nuca intercambiando miradas con su padre, quien se dirigió hacia el hall junto a ella.

— Estas últimas noches ha empeorado todo. Hay un olor terrible, como a carne descompuesta, por toda la casa. —explicó Carolyn. Emma suspiró mordiéndose el labio.— ¿Qué? ¿Qué sucede? —le preguntó la mujer.

Ella se giró hacia su padre antes de empezar a hablar.— Los olores rancios podrían ser debido a algún tipo de actividad demoníaca. —los Perron se miraron asustados.

Ed intentó abrir la puerta que se encontraba junto a ellos, pero estaba trancada.— Ah, así evitamos que las puertas se golpeen. Si no, suena así —Roger golpeó tres veces la pared, dando a entender lo que escuchaban.

— ¿De tres en tres? —el patriarca Perron asintió ante la pregunta— ¿Y para al amanecer? —el contrario volvió a asentir, por lo que Ed se giró a mirar a su esposa e hija.— A veces es un insulto a la Trinidad. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. —explicó.

— ¿Puedo ver el resto de la casa? —preguntó Emma, a lo que Carolyn asintió.

Dejando a todos dentro, Emma decidió ir a la cocina para salir afuera. Con cada paso que daba, sentía extrañas puntadas en su pecho, y diversas visiones de personas desconocidas llenaban su mente. Todas en los lugares por los que pasaba, y se veían felices, pero parecía que algo no andaba bien en ellas.

Avanzó por el patio hasta llegar a un gran árbol a orillas del lago. Suspiró con cansancio y se acercó a apoyarse en él, pero en cuanto lo hizo, a su mente llegó una horrorosa imagen de una mujer sacrificando un bebé. Observó con terror cómo el bebé lloraba y la mujer hacía caso omiso a su llanto, matándolo delante de una chimenea. En eso, ella se dio la vuelta y con terror, Emma pudo notar su deforme rostro, que la observaba de manera macabra.

Se separó del árbol con desesperación, su respiración era agitada y estaba temblando. Se tambaleó, cayendo al suelo sentada. Nunca había sentido un demonio tan maligno como aquél, y ahora ya sabía sobre ella. La había visto, sabía sobre sus recuerdos, miedos y pensamientos, lo sabía todo. Emma llevó ambas manos a su boca, ahogando el llanto.

La mujer la quería a ella.

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⏰ Última actualización: Jul 05, 2022 ⏰

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𝐂𝐫𝐲 𝐁𝐚𝐛𝐲. | Drew Thomas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora