El 1 de junio por fin llegué a la Villa Oro, donde pasaré mi verano, lejos de preocupaciones y personas.
Al acabar mi primer año de universidad, tenía claro que iba a aprovechar el verano para relajarme y escapar un poquito de la realidad, y es así como encontré este pueblo costero, pequeño pero encantador. En internet encontré una masía en alquiler y no me pude resistir.
Ya llevo unos cuatro días aquí, pero justo ayer, algo fuera de lo normal me pasó. Mi rutina cada mañana se basa en ir a la playa, y de camino a ella, paso por delante de un campo de fútbol. Ahí el primer día me di cuenta que había un chico, bastante alto, jugando solo. Me llamó la atención ya que estamos en verano, y no me esperaba nadie allí, sobre todo sin compañía. Total, que todos los días era la misma situación, hasta que ayer, mientras pasaba por delante, el chico estaba esperando justo por la pared por dónde suelo pasar, mirándome a los ojos, como si él también se hubiera dado cuenta de mi presencia. Yo sonreí, como una persona normal, pero él no reaccionó, se dio media vuelta y se fue. Ahí me di cuenta, de que no merecía la pena la curiosidad que me causaba. ¡Qué maleducado! Normal que juegue solo, seguro que no tiene ni amigos, con ese carácter no me sorprendería.
Ahora mismo estoy en la playa, recordando la escena, y ya sé que mañana buscaré un nuevo camino hacia la playa, aunque sea más largo, por lo menos no veré a ese estúpido.
Al día siguiente, sobre las nueve, me desperté con el sonido de los pájaros cantando, una de mis partes favoritas del día. Bajo las escaleras hasta la cocina, donde cojo mi batido de chocolate y mi manzana. Camino hacia el salón donde se encuentra mi mochila, ya preparada con todo lo necesario. Me pongo mi biquini y salgo de casa. Ayer antes de dormir miré un camino diferente, que dura como 10 min más, así que tampoco es para tanto, además podré conocer más sitios e incluso otras partes de la playa. El camino se me hace un poco más pesado de lo normal, pero al fin llego a la playa.
Está completamente llena, pero aun así intento buscar sitio para dejar mis cosas. Unos angelitos en forma de chicas empiezan a llamarme, primero pensaba que se habían equivocado, pero luego me hicieron una señal con la mano para que me acercara a ellas. Son tres, y todas rubias. De verdad que parecen ángeles.
- ¡Hola! Soy Lara, y estas son mis amigas, Julia y Valentina. Te hemos visto un poco perdida y hemos pensado que si no te incomoda te puedes sentar con nosotras, ya que está a rebosar.
- ¡Aiiii! Encantada, yo soy Dafne. Muchas gracias, si no encontraba sitio seguramente me hubiese ido. Por cierto, ¿alguna vez os han dicho que parecéis hermanas?
- El pan de cada día -. Responde Julia, haciéndonos reír a las demás.
El resto de la mañana la paso hablando y riendo con las chicas. Ellas son amigas desde pequeñas, y cada verano lo pasan en Villa Oro. Después de tanta charla me mencionan algo sobre una hoguera.
- Por cierto, si te apetece, esta noche tenemos la Primera Hoguera del año, te podrías venir, y así conocer más gente de este pueblo -. Dijo Lara.
- Aunque ya te aviso que no encontrarás mejor compañía que nosotras -. Se rio Julia. Valentina escondía su risa tras su mano. Parecía mucho más vergonzosa que las demás.
- Yo también lo dudo. ¿De qué tratan estas hogueras, y como que la 'primera', cuántas hay? -. Conteste llena de curiosidad.
- Estas hogueras están hechas con el propósito de que gente joven, como nosotras por ejemplo, encuentre gente con la que pasar el verano, porque en este pueblo no somos muy partidarios de dejar a la gente sola. Y sobre la cantidad de ellas, hay tres, una al principio de verano, donde festejamos hasta el amanecer, conociendo a gente nueva y reuniéndonos con gente ya conocida. La segunda se creó por quejas ya que hay grupos que a medias de verano se peleaban, cursi lo sé, pero para que tengan otra oportunidad para conectar con otra gente. Y la tercera, se hace el último día de verano, que no está garantizado que sea el último, pero normalmente la mayoría de nosotros nos vamos al día siguiente -. Explica Lara.
- Aunque los chicos también las aprovechan para ligar -. Susurra Julia con tono riendo.
Solté una carcajada.
- Bueno me parece buen plan, aunque me tenga que pasar toda la noche rechazándolos-. bromeé. - ¿Qué se suele llevar en estas hogueras?
- Pues no bromees tanto, que siendo la nueva, vas a tener a casi todos sobre ti, así que de la ropa no te preocupes, algo cómodo servirá. Aunque te aconsejo llevar algún bañador debajo, por si las moscas -. Dijo Julia con tono intencional.
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Verano de Oro
RomanceDafne escapa de su vida ajetreada en la ciudad para pasar el verano en un pueblo en mitad de la nada. En este, se cruza con un chico serio, que siempre la observa pero nunca le habla. El verano acaba de empezar y sabe que va a ser de todo menos abur...