Prólogo

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1 de abril, 1927.

Londres, Estados Unidos.

"El era igual que la Luna; una gran parte de su ser permanecía escondida a los demás."

Jeon Jungkook a sus 22 años era una persona totalmente extraña para los demás. Nunca se le vio hablar con alguien del vecindario, o sonreír alguna vez. No, nunca lo verías haciendo tal cosa. Tal vez su pasado lo sigue atormentando o simplemente el adoptó esa postura, sea lo que sea el no dejaba de estar de boca en boca.

Pero a Jeon Jungkook no le importaba en lo absoluto, ignoraba todo lo que decían los demás ¿Estaba mal ser así? ¿Acaso era necesario que algunas veces hablaran mal de el? ¿Hizo algo malo? El era feliz así, o eso es lo que quería demostrar. Nadie sabe realmente quién es ese extraño joven que llegó un 5 de julio de 1929.

El era como la luna, misterioso y brillante, unas veces se mostraba
y otras se escondía. Y para el eso estaba bien.

Las enormes casas eran notables en esa zona, menos la suya. El no era una persona con mucho dinero, apenas tenía para poder comer y en su trabajo de 10 horas no le pagaban lo suficiente. Su pequeña casa era demasiado solitaria, el frío rondaba por ella y era demasiado apagada pero perfecta para alguien como Jungkook. Cuando compro esa pequeña casa no lo pensó demasiado, era bastante barata y acogedora para el. La soledad era su amiga y el podría vivir con ella.

Al notar el tan poco dinero que llevaba encima decidió ir a la pequeña tienda que quedaba a tan sólo 2 cuadras de su vieja casa. No tenia de otra, el clima no era el mejor de todos, la lluvia realmente no paraba y no parecía ser que lo haga pronto. Su paraguas se movía de un lado otro por el viento, jungkook hacia fuerte presión en aquel paraguas. Lo último que quería era mojarse aquella camisa que le regaló su madre con mucho esfuerzo.

Fue las 2 cuadras casi corriendo lentamente para llegar mas rapido, paseando por las viejas casas de aquella zona. El silencio rondaba por todo el vecindario, el ruido de sus pisadas y la fuerte lluvia era lo único que se escuchaba. Estando ya en la tienda de pasteles, miro hacia arriba leyendo el enorme cartel en el cual se encontraba el nombre de la tienda.

"Los pasteles de Park"

Tiro de la puerta levemente sin querer hacer demasiado ruido, y aquella campanilla que sonó en todo el lugar indicando que un cliente había llegado no ayudaba mucho.

Al entrar escucho levemente una canción viniendo del disco de vinilo.
So this is love de Ilene Wose reproducía en aquel cassette. La tranquilidad reinaba en esa pequeña tienda.

"So this is love, mmm "

"So this is love"

"So this is what makes life divine"

"I'm all aglow, mmm And now I know"

"The key to all heaven is mine"

Cerro el paraguas y lo dejo a un lado suyo. Luego unos cuantos segundos un joven de cabellos rubios salio de aquella cocina detrás del mostrador. Jungkook lo miraba expectante. Esperaba que el dinero le alcanzara, de otra forma hoy no podría comer.

"Buenas tardes joven Jeon, ¿que desea el día de hoy? se ve realmente mal, la lluvia ha estado muy fuerte" Aquel rubio fue el primero en hablar sonriendo alegremente, mirando atentamente a jungkook esperando por su palabra, Jungkook lo pensó un poco antes de dirigirse a el.

Oh, Park Jimin fue un hermoso joven de cabellos rubios, tez blanca y ojos pequeños atendía esa tienda. El había empezado a trabajar desde muy chico en el negocio de su padre, lo cual lo llevo a acostumbrarse a nuevos clientes o charlas que por alguna razón ellos sacaban. Cómo no, Park Jimin era hermoso en todos los sentidos, cualquiera que lo conociera quedaba encantado, y Jeon Jungkook no era la excepción.

El joven semejante a la luna [KTHXJJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora