Propuesta de eclipse lunar [Sett x Aphelios]

Deuda

- No puedo creerlo, ¿de verdad estás en Shurima?

- Sí, yo... quería que fuera una sorpresa, pero con la tormenta desviaron el vuelo y acabé en un pueblo hacia el sur. No creerías lo que he tenido que pasar.

- Oh no, debes haberlo pasado fatal Sett, pero ¿te encuentras bien?

- Sí, estoy bien, vere la manera de llegar a Disco Solar en un par de...

- O-oye, lo siento amor, debo irme, hay una junta pronto con algunos investigadores del museo nacional de Shurima, luego también estaré ocupado pero puedes llamarme a la noche, espero verte pronto. Te amo cielo.

- Por supuesto, no hay problema, también te amo...

Apenas alcanzó a terminar la frase antes de que Ezreal cortara la llama. Suspiró con cierta decepción y dejó el teléfono en su sitio, ahora su única opción de llamar a su novio era utilizar los teléfonos públicos que encontrara en el camino para avisarle cuándo llegaría.

Era todavía temprano por la mañana, recién había desayunado y estaba esperando a que la joven Neeko terminara de usar la ducha para tomar una también. Miró a su alrededor la taberna vacía, las sillas sobre las mesas y el piso recién barrido, aquel chico pelinegro era bastante diligente con la limpieza a pesar de que el lugar entero necesitaba una remodelación.

Pensó en ir a preparar sus cosas cuando unas voces llamaron su atención, venían desde afuera, por el frontis del edificio, de modo que se asomó a mirar por una ventana tras la delgada cortina.

Enseguida distinguió al chico de los tatuajes, de espaldas a él, hablando con un sujeto al que le seguían otros dos, y más que una charla parecía una conversación acalorada. Una discusión que no llegaba a ser agresiva.

- Lo siento Aphelios, ya tuviste mucho tiempo para pagar tu deuda.

- ¡Pero si ya casi termino! Solo faltan pagar los intereses. Anda Tahm, sé razonable, no me quites la cocina, me sacarás del negocio.

Mientras hablaban, Aphelios se movió hacia un lado, mirando vagamente su local y luego al enorme sujeto con el que hablaba, una especie de sapo gigante, ¿era otro tipo de vastaya que Sett desconocía? No era lo importante en lo que estaba pasando ahora desde luego, pero tenía curiosidad.

Ahora podía ver con claridad la expresión del pelinegro, lucía en verdad preocupado.

- Págame todo, o subo la cocina a mi camioneta.

- Dame un mes.

- ¿Un mes? ¡Una semana!

Aphelios resopló, era bastante dinero y poco tiempo.

- Que sean diez días, y tendrás los 700 soles de oro garantizados.

- Quiero 1000 soles Phel, es por el interés.

- Tch, claro. El interés del interés del interés...

Suspiró cansado, jamás terminaba de pagar su deuda porque ese sapo idiota siempre le metía intereses sacados del culo. Lo pensó un segundo, tampoco es que tuviera muchas opciones, al final asintió un par de veces.

- Muy bien, diez días, mil soles, trato hecho.

Cada uno escupió su propia palma derecha y luego estrecharon sus manos.

Sett hizo una mueca al ver aquel asqueroso gesto y se marchó de allí para ir a bañarse. Jamás entendió por qué muchas personas hacían eso de escupirse la mano antes de estrecharla, lo había visto entre algunos de Zaun pero al parecer era algo que sucedía en todos lados, qué curioso.