Descontrol

Prólogo

Conocer

Hace tiempo que noto cosas demasiado distintas en mi cuerpo. No me refiero a cosas típicas de la pubertad, que ya pasé hace muchos años, me refiero más a que mi cuerpo es mucho más atlético, mas fibrado. Mi fuerza es mucho mayor, mi velocidad ha aumentado un doscientos por cien yo precisión es espléndida.

Da miedo todo esto. Mi cuerpo se ha convertido en todo lo que yo quería sin mover ni un dedo, es muy exagerado. Han sido quince kilos los que he bajado, en tan solo dos meses. He pensando en ir al médico, por si acaso sea un cambio de metabolismo o esté sufriendo bulimia o algo por el estilo.

Además, mi precisión ha aumentado mucho. Desde pequeña, y gracias a mi padre, he practicado el tiro con arco y, a pesar de que ya era muy buena, ahora es imposible que falle, incluso de espaldas y sin mirar, acierto siempre.

También he probado con dardos, cuchillos, jugando al fútbol y al baloncesto, al golf, y siempre, siempre, acierto, doy en el blanco.

Además, cuando cumplí los catorce años, mi pelo era rubio y mis ojos eran de un verde muy oscuro. Pero tras la muerte de mis padres, mis pupilas fueron poco a poco volviéndose mas claros hasta convertirse en un verde color césped y mi pelo se volvió negro como carbón. Además, crecí unos siete centímetros.

Hola, soy Bebe Blackwell y creo que no soy una persona normal, creo que no soy persona. Me llamaréis loca, pero es que todo lo que me está ocurriendo es muy raro. Tanto, que el otro día una mosca me estaba molestando mientras veía la televisión y la maté con una sola mano, aplastándola con los dedos.

He consultado en libros y en Internet, pero todo lo que sale son suposiciones extrañas que la gente hace sobre la magia negra y la brujería, nada creíble.

Además se ha mudado un chico demasiado raro al piso de en frente con su hermano o su amigo, no sé exactamente. Está jodidamente bueno, pero me corta un poco porque me da demasiado miedo y se comporta de una manera bastante tétrica y terrorífica.

Para mi amiga y, casi hermana, Viola, ese chico es el más guapo que ha visto, pero, ¿quién diría que no? Es un moreno de ojos azules y tez blanca y un pelo como el mío, de color negro.

Aunque parezca que soy una acosadora, me he fijado en la velocidad con la que corre ese chico e, incluso, muchas veces le he seguido para saber cuanto corre, pero no estoy a su nivel físico para seguirle y cuando ya llevo una hora corriendo me canso y ya no puedo seguirle.

Pero una de las veces, se paró en un callejón y allí le dio un puñetazo a un muro cabreado y lo rompió, dejándome anonadada.

Todo esto es muy extraño.