Bocetos a Elena

Segundo boceto

Tenía tanto miedo de lastimarme, miedo a perder algo, miedo de la vida, miedo de todo, Elena, tanto dolor guardado dentro de mí y aún así decidí amarte con este corazón tan roto y lleno de llagas.

La comisura de tus labios, la hermosa sonrisa que tienes, Elena, es mi fuerza; como si el cansancio y la desesperanza nunca hubieran existido sobre la faz de la tierra, tu cuerpo es la majestuosidad de una mañana en medio de una noche oscura.

Amarte es lo más grande que he alcanzado, como ser, y aún así tengo heridas por todas partes que me queman, en el alma, en el pecho, y una muy grande justo ahí donde se encuentra mi fe, tengo una donde se dice que uno tiene el espíritu.

Por qué no sé si todo esto fue correcto.

Yo... ya no sé qué sí lo es.

Hay fantasmas que me persiguen todo el tiempo, los detesto tanto.
Los repudio.
Y ellos también a mi.

Hemos aprendido a convivir juntos, porque sabemos que este amor se nos salió de las manos a todos nosotros.

¿Por qué, dime por qué eres tan perfecta? Dime ¿por qué esa noche que te vi por primera vez, fue como ver la vida de otro color?

Dime ¿Por qué si todo esto está tan mal, aún sigo aspirando por estar a tu lado?

Dime ¿ Por qué está mal, si no le hacemos daño a nadie? ¿Te estoy haciendo daño acaso?

¿Por qué amarte tal cual eres es algo inaceptable para el mundo?

Lo que más me duele.

¿Por qué no es aceptable muchas veces para mi?

Tu ausencia y tu mirada perdida me queman por dentro. Tengo miedo de nuevo.

No soy de hierro, y eso tienes que entenderlo. 

No puedo fingir fortaleza porque soy tan débil que estoy muriendo.

Elena, quererte es mi mayor dilema, porque he tenido que derrumbar todo lo que yo era, para construir, algo que quería ser, mientras tu recogiste todas aquellas partes de un corazón roto, nos dividía un muro que yo había construido hace ya mucho tiempo, pero entonces me encontré derrumbando mis murallas para poder verte de una manera más clara.

Elena, no quiero perderte, pero es justo a donde sé que va todo esto.