1. En el que un chico con andaderas me avisa de algo gordo.

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Me despierto sudando y tan desorientada que me golpeo la cabeza con la estantería que hay encima mía. Genial.Otro golpe para la colección.

Levanto la ventana y me encuentro un día soleado y sin una nube. Sonrío mientras que aspiro el aire con olor a mar.¡Es el primer día de vacaciones!


Tengo pensados muchos planes que hacer: visitar esa cueva que descubrí el verano pasado, aprender a lanzar la caña correctamente al fin y completar mi colección de Mytomagic. Claramente todo esto lo haré sola.


Me califican como una persona sociable, además que tengo buenísimos amigos y mis notas superan a la mayoría sin estudiar. Lo que no sabe nadie es que prefiero la soledad, hablar con mis pensamientos y hacer una batalla de opiniones dentro de mi cabeza.

Me pongo lo primero que pillo y voy directa al aseo para hacerme una cola.


Parezco la típica chica de 15 años:Tengo la cara entre redonda y ovalada, como si se hubiese quedado en medio de esas dos formas. Está rodeada de un abundante pelo marrón oscuro con destellos claros que es demasiado rebelde. El resto es normal: nariz pequeña, labios finos y cejas abundantes. Pero hay algo extraordinario: mis ojos.


Mi ojo derecho es marrón con destellos verdes, mientras que el otro es totalmente contrario: es de un azul cielo. Todo el mundo se da cuenta de esta peculiaridad desde que me mira por primera vez. Me guiño el ojo y sonrío.

-Hoy voy a disfrutar antes de que la gente pesada me arruine el día.

Demasiado tarde. Al coger el móvil notifico que tengo nada mas y nada menos que 13 planes diferentes: tomar el sol, ir a un festival de rock e ir a un concurso de comer tacos con queso (Mi amigo el mexicano siempre tiene un plan). Los rechazo todos poniendo la escusa de que mi tortuga tiene fiebre y diarrea. Me muero de risa intentando imaginar las caras que pondrán.


Como es muy ponto para salir cojo mi libro favorito:Grandes mitos Griegos y Romanos. Por una cuestión que desconozco, me siento atraída por el mundo mitológico, y no dudo en leer sobre él. Me sumerjo en la lectura durante horas hasta que el sol esta alto. Es hora de ahuecar el ala.


Cojo la bici sin molestarme en saludar a mi padrastro y me pongo a pedalear. Rápidamente siento como el viento me corre por la cara y me siento libre y poderosa. Salgo de el pequeño pueblo donde vivo. Paso por los campos de cosecha donde la gente trabaja. Los saludo y uno de los trabajadores me lanza una bolsa con un puñado de fresas recién cogidas. Me río y pedaleo cada vez más rápido. Me siento genial, casi a punto de volar, pero de repente alguien se cruza en mi campo de visión. Es un chico enteramente vestido de negro y con el pelo del mismo color.


Sin razón alguna mi corazón se desboca y no dudo en frenar para poder hablar con el. pero el freno se ha atascado. Me voy acercando hasta que estoy muy cerca de él. El chico sonría y pone los ojos en blanco, como diciendo: "no tienes remedio".

-Maldita bici oxidada-murmuro e intento parar con los pies, pero eso hace que me vaya a un lado. Faltan unos segundos para que me caiga pero, milagrosamente en el último momento me estabilizo y puedo parar correctamente.


Jadeo y miro a mi al rededor esperando encontrar a ese muchacho, pero no está en ninguna parte. Parece haberse esfumado. Pero eso no es lo que más me preocupa. He visto lo que a hecho el chico por el rabillo del ojo. Ha alzado la mano y me ha salvado de una caída inminente.

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La playa que descubrí está escondida entre dos grandes cabos, y nadie parece haber descubierto su existencia hasta ahora. 200 metros de arena dorada y cálida para mí, además de agua cristalina y refrescante. Me he tumbado mirando hacia arriba y pensando sobre cosas triviales, como qué se sentiría al vivir en una nube. Me gusta el agua, y me encanta pasear por la tierra, pero el cielo me atrae como un imán gigante,sí, de esos rojos que suelen verse en las pelis.


Pienso en el chico de negro. Me resulta demasiado familiar, como si lo hubiese visto antes en algún lugar. Y esa manera de sonreírme me provoca un cosquilleo que no había sentido antes. Pero, pienso olvidarme de él, seguramente sea solo una extraña coincidencia de la fortuna.


Cuando estoy a punto de dormirme oigo unos pasos sobre la arena. Me levanto para ver la cosa más extraña que mis ojos han contemplado jamás.


Es un chico con el pelo largo y rizado por arriba y una boina roja. Tiene los ojos marrones y la piel oscura, y lleva una ropa de lo más estrafalaria: camisa verde, pantalones azules y zapatos de vestir blancos. También lleva unas andaderas como las que llevaría una señora mayor. Abre la boca y grita algo pero no lo consigo oír bien. Poco a poco se acerca a mí y de su boca sale un balido.


-Dioses...Perdona chica, estoy demasiado nervioso para hablar correctamente-dice con voz nerviosa-. En fin. ¿Qué crees que haces viniendo tu sola hasta la playa privada de la peor de las sirenas?

La Furia de Hera (C-HB Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora