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Decir que sus vacaciones iban a ser una mierda sería subestimar todo, aunque, realmente así sería. Había trabajos mejores, sin duda alguna prefería estar encerrado en una oficina haciendo el papeleo que ser el ayudante del centro deportivo local. Pero para su padre era indispensable que su único hijo tuviera la oportunidad de conectar con su espíritu deportivo, así fuera obligado.

Dejó escapar un gruñido, moviéndose por la bodega para volver a acomodar el desastre que algún grupo de pubertos había dejado. Lo menos que podía hacer era quejarse, su actual jefe, Kim Namjoon, había sido demasiado amable (y para su sorpresa muy guapo) así que no tenía muchas opciones. De todas formas siempre que terminaba antes sus tareas podía salir temprano.

Y eso era exactamente lo que quería hacer. El sol estaba en su punto más alto, pasado del medio día la temperatura comenzaba a subir y era la hora perfecta para sumergirse en la piscina local.

—¡Jin!

Su pequeña ensoñación se rompió al escuchar aquel grito, dio un respingo, sobresaltado. Namjoon abrió la puerta de golpe justo a tiempo para que SeokJin se apartara del camino, apenas siendo golpeado por la puerta. A veces tenía suerte, a veces era aplastado justo contra la pared. ¿Hoy? Mucha suerte.

—¡Te tengo grandes noticias! —tomó al más delgado por los hombros, sacudiéndolo efusivamente.

—¿Me va a dejar irme a casa antes?

Namjoon se limitó a soltar una pequeña carcajada, negando con la cabeza, pero aún mantenía el agarre en sus hombros, y SeokJin no necesitaba ser adivino para saber que lo que se vendría a continuación simplemente sería igual o peor a estar obligado trabajando allí.

—¡No! Todo lo contrario, te necesito todo el día, en realidad. Tendremos de visita a un famoso golfista profesional de la región.

Pasar el rato en la piscina definitivamente había sido eliminado de sus cosas por hacer, al menos por ahora. Resopló ligeramente, forzando una sonrisa hacia el mayor. Genial, pensó, ahora también tengo que cuidar de un anciano.

—Ahora, recuerda, cuando un Pro viene, queremos dar la mejor imagen de nosotros para impresionarlos. Grandes sonrisas, y darles la bienvenida a nuestro centro deportivo. ¡Cuento contigo, Jin! —Namjoon le dio unas suaves palmadas en su espalda, y, aún a pesar de su evidente molestia, no pudo negarse. Sabía de antemano que su padre ya estaría enterado de ello y siempre es bueno tenerlo contento, aparte, no podía resistirse a la sonrisa con hoyuelos de su jefe. Aunque SeokJin no podía negar que tenía muchas ganas de disfrutar de sus vacaciones más allá de pasarse todos los días encerrado con un posible cuarentón arrogante y adinerado.

El día apenas iniciaba, y debido a lo tranquilo que estaba, se podía oír todo. El piar de los pájaros, los aspersores en marcha y varias maldiciones que se escuchaban desde el estacionamiento.

—¡Ya está aquí! Ahora vuelvo. Si viene, ¡recuerda ser lo más educado posible!

Espera, ¿qué?

Antes de que SeokJin pudiera preguntar algo, la puerta se cerró de golpe y Namjoon estaba corriendo hacia el estacionamiento. Incluso intentó llamarle a través de la ventana que acababa de abrir de golpe, pero su jefe ya estaba a mitad de camino hacia el aparcamiento. Eso era típico de Namjoon; siempre se emocionaba por cualquier cosa.

—No importa... —suspiró en medio de la bodega. Tendrá que lidiar con esto por su cuenta. Todo estará bien. Aunque no tuviera ni idea de a quién se estaba enfrentando.

Mientras trabajaba en la zona de golf, limpiando los palos y los putters*, oyó que la puerta se abría, acompañado de un gruñido junto a una bolsa de palos que se depositaba en el suelo.

—Hey —dijo la voz detrás de él —¿Kim?

—Ese es mi jefe. En un momento regresa —dijo SeokJin, sin girarse para comprobar quién hablaba. Continuó arreglando los palos, intentaba mantenerse concentrado, sin embargo, el golpeteo del zapato detrás de él le obligó a soltar un suspiro —De acuerdo, de acuerdo...

SeokJin se dio la vuelta y se encontró cara a cara con... no el típico golfista, o al menos no el señor cuarentón adinerado que esperaba. Llevaba una camisa en cuello v ajustada a la perfección a sus fornidos brazos, unos jeans tan rotos como SeokJin a la hora que se terminaba su jornada, y unas botas que para nada estaban diseñadas para pasear por los campos de golf (estaba muy seguro que eran unas Dr. Martens). Se dijo a sí mismo que no había mucha diferencia entre esas botas y las que solía usar cuando tenía que podar el césped, solo que estas eran mucho más punk.

Hablando de punk, ¿Cabello despeinado? ¿Las orejas perforadas? Definitivamente este tipo iba a dar a los viejos del campo un maldito ataque al corazón. Dios, por su apariencia lucía de todo menos un experto en el golf, pero tenía una bolsa personalizada, y todos sus palos tenían una raya azul en la parte inferior.

Un profesional.

—Kim, un gusto. Tu jefe dijo que me ibas a dar el recorrido por el lugar —los ojos del hombre se dirigieron a los de SeokJin cuando empezó a hablar —Así que vamos de una vez —dijo. Estaba claro que el tipo no quería estar aquí. O tal vez sólo estaba harto de la gente. Por mucho que le disgustara todo el deporte en general, Jin tenía que admirar la tolerancia que tienen algunos de estos profesionales que lidian con multitudes de gente gritando en cada lugar al que se presentan.

—Sí, claro. Vamos —SeokJin asintió, antes de volver al mostrador para tomar la llave de un carrito.

Porque aunque este tipo fuera atractivo, SeokJin preferiría estar en cualquier otro lugar del mundo, incluso en su habitación encerrado. Grandes sonrisas, había dicho Namjoon. Sé amable.

Los ojos de Kim fueron directamente a las llaves en la mano de SeokJin y la mueca en su rostro preocupó inmediatamente al menor.

—Voy a pie, no conduzco —dejó escapar un pequeño gruñido —Niño, no tengo cincuenta años, vamos —recriminó mientras levantaba sus palos por encima del hombro, dejando a un Jin sorprendido y disgustado, se dirigió a la puerta trasera.

Oh, sí. Definitivamente era un profesional.

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Putter*: Palo especialmente diseñado para hacer rodar la bola hasta el hoyo.


HOLA HOLA.
Tenía esta idea en mente desde que Tae subió esos clips jugando golf, y se concretó todavía más cuando Jin lo hizo en Instagram, so... here we are.

Solo para aclararles que no soy una experta en este deporte, en realidad, me estuve viendo varios videos y leyendo blogs sobre el tema para tener la noción suficiente y escribir algo que pareciera lo más cercano a la realidad, así que perdón si hay algo que no cuadra 😭

Tengo planeado que sea un fic corto, y como la mayoría de los fics que escribo, son meramente para practicar mi escritura y divertirme. Espero les guste :]

CaddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora