No me olvides. •Harco•

No me olvides.

Draco abrió los ojos y los cerró de golpe al ser cegado por la fuerte luz y las paredes blancas del lugar, a los pocos segundos los abrió nuevamente, parpadeo unas cuantas veces y tallo un poco sus ojos, se sentó de aquella incómoda camilla en la que descansaba, miro alrededor y frente a él un chico dormía incómodo en un sillón, moreno, de cabello alborotado negro y del puente de su nariz descansaban unas torcidas gafas redondas. Demasiado atractivo, se atrevió a pensar.

-¿Do.. ¿Dónde estoy? - habló en un susurro, sin embargo fue suficiente para despertar al chico del sillón, que se levantó de golpe.

-¡Draco! ¡Despertaste, amor! - gritó aquel chico quien se lanzó directamente a su cuerpo, envolviendo en sus fuertes brazos a Draco, quien quedó en shock. Inhaló el aroma que emanaba del cuello del moreno: tarta de melaza, jabón de avena, madera y una fuerte colonia. El olor lo hizo sentir en casa

-Tú... Tú ¿Quién eres?- balbuceo y el chico se separó un poco de él y lo miro a los ojos desconcertado.

-¿Acaso no me recuerdas? - Draco se limitó a negar con la cabeza y el otro sintió como pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos. - Dray, soy yo: Harry. Tu… novio...

-Mi.. Mi ¿Que? ¿Novio? ¿Soy gay? - profirió Draco incrédulo mientras levantaba una ceja, Harry soltó una risita nerviosa, que pareció más un suspiro.

-Bueno, en realidad, nunca tuviste otro novio, de hecho siempre te consideraste hetero, o al menos hace un año…  -  Harry sonrió con un poco de melancolía en su mirada.

-Yo.. ¿Por qué no te recuerdo?- la cabeza de Draco daba la sensación de que iba a explotar si no le daban una respuesta rápida.

-Tuviste un accidente... ¿Tampoco lo recuerdas? - el rubio nuevamente negó.

-Oh... supongo que te lo contaré. Hace dos días salimos a cenar para festejar... Luego de cenar fuimos a mi departamento, eran bastante tarde y tus padres empezaban a volverse locos, así que tenías que irte, yo quise llevarte, pero tu te negaste, pues el camino a tu casa era un bastante largo, y para cuando yo regresará a mi departamento sería prácticamente de madrugada, y pensabas que sería muy peligroso, por más que insistí, no aceptaste, decías que si Lucius me veía me lanzaría un crucio.- sonrió ligeramente, pero enseguida su mirada se oscureció-  me convenciste de que te dejará ir en un taxi.  Pero con la única condición de que tenías que llamarme en cuanto llegarás… -nuevamente sus ojos lagrimearon y sus labios formaron una línea tensa- Había pasado casi dos horas y aún no me llamabas, me preocupé mucho y te marqué, pero no contestaste... - sorbió su nariz y limpio las lágrimas que rodaban por su rostro - a los pocos minutos sonó el teléfono, corrí a contestar... Era de San Mungol, había chocado el taxi en el que ibas.... Vine lo más rápido que pude, cuando llegué aún estabas un poco consciente, me abrazaste y te disculpaste por no haber llamado, idiota - rió bajito- y caíste inconsciente... Desde entonces no habías despertado....

Draco frunció el ceño.

-No lo entiendo…. ¿Harry? - dudo poder llamarlo así, pero el susodicho asintió, dándole a entender que continuara - ¿Por qué recuerdo a mis padres? Hay muchas cosas que recuerdo, al menos eso creo… ¿Hogwarts? ¿Eso sí pasó?
-Sí, claro qué pasó. Ahí nos conocimos.
-¿...Voldemort…?
-¿Recuerdas todo eso? - la cara de Harry delataba la gran preocupación que sentía.
-Sí. Claro que sí.
- Pero.. ¿A mí no?
-No…-  respondió con pesar.
- Debería llamar al medimago. - Salió de la habitación y no tardó mucho en volver con una enfermera siguiéndole el paso.
La mujer se dedicó a revisar los signos vitales y reflejos del rubio, quien aparentaba estar en perfecto estado. Les indico que tan pronto el medimago se desocupara iría a revisar a Draco más a fondo.