"Historias de un Kentucky"

En espera...

"Historias d un Kentucky" corría la noche de aquel jueves 23 de abril.

Había sido un día demasiado caluroso.

Las nubes comenzaban a precipitar sobre un pequeño local de una cadena comercial.

Y los comensales. Dispuestos a ordenar...

Sería lo caluroso del día. Pensó nuestro Ingenuo y Solitario Joven, al percatarse de dos situaciones un poco diferentes a lo acostumbrado.

Girando su cabeza hacia la derecha descubre a dos personas platicando esperando también por su orden.

Al parecer un señor y un muchacho.

Regresando la mirada. Y girando un poco a su izquierda. Se percata de una pareja. Ahora un señor y una... Señorita.

Pero que es lo extraño de estos dos casos.  Que sean un señor y una persona joven. O a caso el hecho de que los señores no estén consumiendo Alimento alguno. Como si se estuvieran esperando a un platillo mejor...

Un poco intrigado. Por ello, nuestro Joven comienza a percatarse de algunos detalles. Alcanza notar ciertas actitudes. Escucha algo de una conversación...

Si. Al parecer era demasiado obvio. Como no lo pudo haber notado nuestro Joven Protagonista. Al consumir su deliciosa big crunch. Saboreando esa ricas papas a la francesa bañadas en captsun. Y dándole pequeños sorbos a su refresco; pudo escuchar algo de la conversación a su derecha.

El señor alardeaba de algunos viajes. Trabajos. Salidas y hacia comparaciones entre tomar el avión o conducir a x destino. A su joven compañero no parecía interesarle mucho ya que casi no participó en la conversación. Aún así en sus pequeñas intervenciones. Solía hablar muy bajo. Como si no quisiera que la

Gente se enterara de ello, a diferencia del señor que parecería que los pocos clientes en el lugar tenían que enterarse de lo que el decía.

A la par del lado izquierdo una señorita. Algo arreglada con un vestido un poco corto en color negro y de tatuaje en el brazo el cual nuestro Joven no pudo identificarlo bien. Se deleitaba el paladar con su deliciosa hamburguesa. Y llevaba un par de papas directo a su boca. La plática no era lo que más deseará en esos momentos. Su comida era justo lo indicado.

A una pequeña indicación de la señorita el señor se levanta de inmediato y va al mostrador. Solicitando algo al empleado. En esos pequeños segundos nuestro Joven logra percatarse de algo. Esta señorita de gustos refinados y antojos de hamburguesa. Al parecer es de la vida galante...

El señor regresa. Con un par d servilletas (Ya q en estos tipos de restaurantes tienden a darte las servilletas contadas). Este aparenta ser un señor de casi 50 años y la señorita unos 20 años de edad.

Pero la intriga para nuestro querido Joven Deleitador del panorama. Es. Porque sus respectivos compañeros no consumen alimento alguno del lugar? Porque sólo acompañan a la persona? Porque pareciera que a ambos le interesará su alimentación? Porque su deleite en ver a la otra persona consumir su cena? Cuál es el beneficio para éstas nobles personas tan caritativas? Porque no resalta parentesco alguno. Acaso son unos nobles samaritanos preocupados por el bienestar del prójimo?

Todas estas preguntas y miles de dudas más giraban en la cabeza de nuestro Joven Espectador. El muy despreocupado por fuera disfrutaba lentamente de sus alimentos. Pero internamente se debatía ante muchas interrogantes. Es que no tenía sentido lo que sus ojos percibían; era eso...