Heart Shaped Box [Bruce Wayne~The Batman]

T W E N T Y E I G H T

Una semana exactamente había pasado desde la última vez que Carolyn vio a Bruce en el club, realmente había sido una semana difícil para ella. Sus días se basaron en llorarle al millonario, el pobre de Connor estuvo apoyándola en todo momento sabiendo que Carolyn aún le lloraba a su ex pareja. Pará la pelinegra era difícil olvidarle, ahora le aparecía hasta en la sopa, es decir, al parecer Bruce había decidido salir completamente de las sombras y aparecer públicamente. El millonario había comenzado a asistir más de seguido a clubes, reuniones de trabajo, entre otros, los medios estaban llenos de noticias sobre él, se estaba viviendo la vida de millonario playboy de la cual anteriormente se había resistido.

Los primeros días fueron un gran tormento para Carolyn pero día con día aquel dolor se fue transformando en resentimiento hacía Bruce por hacerla sentir de tal modo, llegó un día en el cual dijo "¿Si él puede ser feliz y hacer como si nada pasara porque yo no?", entonces fue ahí cuando ella dejó de llorarle, intentó no tomar importancia a todo lo que estuviera relacionado con él e incluso siguió con lo que sea que tenía con Connor, esta vez iba decidida a olvidar al millonario sea como sea. Ya no podía soportar tanto dolor en su vida.

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La pelinegra había despertado hace un par de segundos, lo primero que hizo fue abrir sus ojos lentamente y dar media vuelta sobre la cama dándose cuenta de que el rubio ya no se encontraba ahí, de no ser porque su celular se encontraba aún en la mesita de noche hubiera pensado que Connor se había ido del departamento.

Carolyn solto un pesado suspiro al levantarse de la cama, tenía algo de sueño pero quería intentar hacer algo ya que al mantenerse sin hacer nada su mente comenzaba a divagar y a abrumarse con tantos pensamientos innecesarios. En fin, se coloco sus sandalias y sin más, camino hacía el baño donde lavo su rostro y al mirarse en el espejo pudo notar como sus expresiones eran de cansancio y su piel lucia más pálida, honestamente se había descuidado bastante desde hace tiempo, había fingido frente a los demás ir bien pero no era así, el único que lo notaba era Connor pero no quería molestarle así que lo que hacía era intentar ayudarla como podía sin regañarla, intentaba ser paciente.

La pelinegra seco su rostro con la toalla y finalmente salió de su habitación encontrándose con un delicioso olor, aquello provenía de la cocina, se trataba del rubio cocinando lo que parecía ser él desayuno. Carolyn no supo cuánto tiempo se quedó mirándole pérdida en sus pensamientos hasta que escucho la voz del chico.

"Buenos días, Carolyn. ¿Dormiste bien?" Cuestionó Connor al mirar a Carolyn bajo el marco de la cocina.

"Buenos días, Connor." Murmuro Carolyn sintiéndose algo apenada al pensar que el rubio había notado que lo había estado viendo todo aquel tiempo. "Dormí de maravilla, ¿y tú?." Mintió Carolyn, honestamente la noche anterior no pudo dormir y tuvo que tomar una pastilla para ello a escondidas de Connor.

"Me alegra que haya sido así." Dijo él chico apagando la estufa para después acercarse a la pelinegra y darle un corto abrazo donde dejó un pequeño beso en su mejilla. Connor se comio el cuento ya que se levantó temprano y vio como ella descansaba a su lado tranquilamente, pero aquello era gracias al efecto de la pastilla. "¿Como te sientes hoy?" Cuestionó Connor en un tono tranquilo mientras se separaba de ella cuidadosamente.

"Estoy bien." Dijo Carolyn intentado sonar creíble y después esbozo una pequeña sonrisa a duras penas. Connor se quedó en silencio por un momento intentando descifrar si ella en realidad estaba bien pero la actuación de Carolyn fue creíble en ése momento.

"...toma asiento, prepare el desayuno." Dijo el rubio señalando al comedor, Carolyn simplemente asintio y se dirigió hasta allí tomando asiento donde siempre.