Tres: ¿Creías que me iba a rendir?

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Punto de Vista de Jodie



Me desperté al ritmo de "Yoncé", la canción que sonaba en mi celular indicándome que tenía un nuevo mensaje.


Ugh. Juro que si mi teléfono no fuese tan preciado para mí, lo tiraría por la ventana por despertarme.


Miro la pantalla, la cual tiene el brillo al 100%, y no puedo evitar pensar que luzco como la cabra de la foto que Audrey me envió el otro día; tratando de esquivar la luz.


En la pantalla aparece un mensaje de Audrey, invitándome a salir al centro comercial.



De: Audrey


¡Vamos al centro comercial hoy, Jodie! He visto que han llegado unos vestidos para morirse, tenemos que comprarlos.



Para: Audrey



¿Me haz despertado de mi sueño, sólo para eso? ¡Yo ni siquiera uso vestidos, Audrey!



De: Audrey



¿Despertarte? Por Dios, Jodie, son las diez de la mañana.



Para: Audrey


Audrey Elle Stevens, ¿cómo te atreves a despertarme a las diez de la madrugada?



De: Audrey



Solamente quería invitarte a salir, a sacarte de ese salón del que no parece que te quieras mover.



Para: Audrey



Siempre me ha gustado ganar dinero por mí misma y lo sabes, me gusta esforzarme y, ¿qué mejor manera que meterme con los cabellos de la gente? Es algo genial. No puedo teñir mi propio cabello todos los días, o, ¿quizás sí?



De: Audrey



¡No engañas a nadie, nena! Desde que atendiste a ese chico no le haz dado descanso a tu trabajo esperando a que él vuelva. Te gusta, lo sé.



Dejé el teléfono en la mesa. Odiaba cuando Audrey tenía razón. Sí, había pasado casi una semana desde que el chico cuyo nombre averigué era Justin Bieber (Quiero agradecer a Nash Grier y a sus redes sociales por ello) se fue por las puertas de la peluquería y no ha vuelto.


Quise creer que el volvería y no se rendiría, como esos chicos que ves en las películas de los domingos en la tarde, pero no fue así. Por Dios, ya habían pasado cinco días, él probablemente se cortó el cabello en otro lado al salir de mi salón.


Tras hacer mi rutina diaria y comer para ir a trabajar, abrí mi snap para hacerme una foto. Amaba las selfies con mi vida, y creo que no se me daba mal. Vi mi historia y abrí un snap nuevo de Nash, en el cual casualmente salía con él, con el chico de mi salón.


Su pelo, para mi sorpresa, aún seguía largo.


Salí de la aplicación y metí mi teléfono en mi cartera, para dirigirme a mi trabajo.


Entré y saludé alegremente a todos, incluyendo a Frankie, mi mejor amigo y mano derecha en el negocio.


Al entrar a mi lugar de trabajo para esperar al primer cliente del día, di un respingo al notar que, apoyado en la silla del cliente, se encontraba Justin Bieber mirándome con las cejas alzadas.


-¿Creías que me iba a rendir, nena?

Hair → j.b [one-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora