Chapter 8

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Al día siguiente, Chaeyoung se levantó muy cansada, más de lo normal de hecho. Sintío flojera de tener que levantarse de su bella cama. Como era justamente, el último día de la semana, no perdió tiempo y comenzó su rutina diaria.
Una vez terminada y preparada, salió a su amada cárcel semanal.

Paró sus pasos frente a las puertas grandes blanquecinas. Dobló la perilla y jaló para afuera. Todos la miraban, pudo deducir que era una mirada melancólica, con pena de algo, no sabía que era lo que tramaban.
Camino un poco más. Una de las estudiantes chocó con ella. Parece que iba muy rápido.
Estaba a punto de caer al piso, pero sus reflejos lo impidieron. La agarró de la cintura con una mano, la otra descansaba sobre la espalda de la muchacha. Está se había cubierto su cara para no salir herida en esa zona.
Al quitar sus manos, sus ojos dieron con los de la castaña. Hicieron contacto visual por unos segundos que parecieron eternas horas.

-¿Estás bien? -pregunto la de baja estatura-

-Si... gracias -murmuro es un tocó poco audible, solo las dos oían lo que decían- casi caígo, de no haber sido por ti, quizá hubiera salido herida.

-No es nada. Tampoco dejaría que te lastimes.
¿porqué ibas tan rápido? -la otra dirijo su vista abajo, insinuando tristeza, decepción o enojo, algo de eso será- digo... tanta velocidad causo que chocaramos con mucha fuerza. Talvez quieras contarme.

-Bueno, pasó algo entre una persona importante para mí. Tenía una mejor amiga. Nunca hablé de ella porque no quiere que nadie sepa de lo que teníamos, más que nada nuestra amistad tan unida.
Notaba que me miraba de una manera extraña cuando hablamos. Hace tres meses hicimos una pijamada dónde se me declaro. En esetiempo tenía pequeños sentimientos a Soyeon, era su nombre.
Salimos hasta hace.. hoy. Llegó un punto en el que no tenía la misma sensación de amor como antes la tenía.
Siendo precisos, a las 8:00 de la mañana me llegó la noticia devastadora. Me usó -mis ojos se abrieron como platos al oír tal palabra- sabía que tenía herencia de mi madre. Lo que ahorre, se lo robó, hasta en mi caja fuerte. Caí en cuenta que era una cazarencompenzas. Se llevó todo de mi cartera y billetera. Quise ver si aún quedaba algo en mi tarjeta, no tenía ni un won.
Me enoje, y mucho. Fue el momento exacto en el que tropeze contigo por mi furia. Siento mucho eso.

-Wow, nose que decir. Una cazarencompenzas, que chica más buena.

-De igual manera gustaba de otra. Hace 1 mes precisamente. No la engañe ni nada por el estilo. Me culparía toda la vida de aquel acto.

-Otra..? ¿quien es? -cuestiono y en un par de milisegundos, la nipona se torno de un color rojizo-

-E-es secreto... -dijo con nerviosismo en sus palabras-

-Tranquila, no soy el FBI, era intriga nada más.

-Oh, está bien.

-Muy bien, fue un gusto hablar contigo... -dijo una pequeña pausa esperando a que diga su nombre-

-Mina, Myoui Mina. -estiró su mano hasta la mitad de la distancia en la que se encontraban-

-Un gusto, Mina. -dijo tomando su mano, agitandola suavemente- Me llamo Son Chaeyoung.

Si tan solo supieras...

-Un gusto igualmente, Chae.

Chae
¿Era esa figura? o solo era muy parecida. Es raro, todo coincide, y me pregunto ¿porque carajos apareció en mi sueño? no tengo ninguna relación que intervenga.
Que tiene que ver Mina. Estúpida! hay Miles de millones de personas que tienen esa esbelta figura corporal. Mina no tiene. nada que ver, ¿verdad?

Después de pensar un poco las cosas, me confundí. Sin más, seguí mi camino a clases.

Uff, al fin salí de ese sitio espantoso con mi peor enemiga, matemática.

Estabamos en receso, concluí que podía ver a Hyujin, ahora no tenía ninguna clase más.
Busque por todos lados, hasta en las canchas de rugby.
Visité el baño de hombres; me encontraba en la puerta, iba a dar un paso más, no hasta que un gruñido me detuvo. Puse sobre la madera mi oído para borrar la idea que apareció en mi mente de la nada. No quería creer que era lo que estaba pensando. Por los que, golpee fuerte la puerta; dos veces más intensas. Me cansé, abrí y vi a el con, ¿¡Felix!?

-Qué!? -grite enseguida al verlos semidesnudos- explícame bien Hyunjin, QUE MIERDA HACIAN!

-D-dejame explicártelo todo, am..-corte la palabra. No quería que saliera de su boca-

-No te atrevas a decirla. Me engañaste y tampoco me dijiste que eras gay -mencione observando al acompañante- si me decías, aceptaba tal cual eres, Hyu. Sabes que nunca diría nada malo de ti, es lo contrario, te apoyaria en todo. Hacer esto no es la forma correcta de decirme las cosas. -hable cruzada de brazos- no diré nada. Lo que menos quiero es que no seas feliz. Si el te hace sonreír, lo entiendo. Si el te hace reír, me alegra eso. Si el te hace la persona más alegre, aquí termina todo. Seguimos siendo amigos, nada cambia -di una de mis cálidas sonrisas y estrechamos manos-

Por otra parte. Una japonesa pasaba por los pasillos con unos libros en mano. Vio la escena con la castaña y el alto fortachon, vio sus manos juntas, estrechadas. ¿Que significa?
El interés se me fue. Salí, no se a que lugar exactamente pero ya veré.

Llegué a la plaza. Terminó mi horario de estudio. Fui a dar una vuelta por ahí y terminé aquí.
Saque mis audífonos, me los puse y escuché mi lista de reproducción.

Merodeaba un pequeño gatito, se metió en una cajita poco más grande de su tamaño, pude ver qué no tenía nada de alimento. Se le notaba asustado y atemorizado. Quise acercarme y acariciarlo pero lo único que hizo fue pegar un gruñido y lanzar un garrazo. Quedé sorprendida de su acción.
Parece un gato traumado, sufrió algún tipo de abuso, nose.

-Hey gatito, no te haré daño -decia con cariño para calmarlo- ven, ven pequeño, estás a salvó.

Estuve por unos largos minutos de cuclillas intentando comunicarme con el pequeñín. La gente que pasaba, notaban mi interés y afecto por el animal. Unos me miraban de forma tierna, otros con curiosidad de que hacia.

Paso un rato. El gato comenzó a cooperar. Pudo de una vez acercarme a mi son miedo. Yo lo tenía en brazos, mientras, lo acariciaba suavemente sobre el pelaje esponjoso.

-Tranquilo, estás bien y nadie te hará daño.

Como el animal se encariño, me siguió por todos lados.
Tome una decisión mentalmente, no estaba preparada para lo que iba a hacer, pero podría intentar convivir con un pequeño e indefenso gatito. No sería tan complicado como dicen..

Lo lleve a una veterinaria. Le compré un platito, su debido alimento y un abriguito, por las dudas, ya saben.
Supe que era gatita.
Mi ahora mascota necesitaba nombre, y no se me ocurre un nombre, cuál puedo ponerle. Oh! brillitos, no muy infantil. Seon, na, muy de macho. Ya! Minnie, ¡genial! no parece feo.

-De ahora en más, te llamaras Minnie. -coloqué su collarcito con la plaquita plateada, en ella decía "Minnie", por detrás estaría mi número telefónico.

-Mi hogar será tu hogar Minnie, no debes tenerle. ¿Vamos a casa? -Minnie me vio con sus ojos verdes gatunos. Giró la cabeza a un lado indicando confusión, rei ante ello- tranquila, ya sabrás que linda es mi casa.

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Ya en casa, deje a Minnie sobre el suelo maderozo.
Exploro desde la cocina hasta mi habitación. Termino en la sala de estar y se acostó en el sofá. Y allí, durmió de lo más bien.

Quien diría que ahora vivo con una gata y no un tigrecito bebé.

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Hola! este es mi nuevo cap.
Perdonen la tardanza, esta semana tuve 5 pruebas, disculpen y disfruten.

She || MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora