El demonio del que me enamoré

Karin

Hola!

Este fic es para el SasuKarin Month de este año y hay que agradecerle a Male por la por la portada. Ella hizo el fanart para el mes, me enseñó el adelanto y con eso me inspiré y me dio permiso de usarlo de portada. A que está hermoso verdad?

También le agradezco a ella, a Lizz y a Megarity porque me estuvieron apoyando cuando me atoraba con algunas ideas XD y bueno... este es para el Día 3 Cazadores/Demonios

También hago la notita que está inspirado en Inuyasha, pero les aseguro que no va ser igualito, sólo retomé algunos elementos :P

La familia de cazadores de demonios Uzumaki había capturado al último demonio en la tierra 1000 años atrás. Todos los demonios fuerons exterminados cuando los Uzumaki y el resto de las familias cazadoras se unieron para poder eliminar a los demonios que amenazaban las aldeas, pero el último demonio era demasiado fuerte y las fuerzas de los cazadores también habían disminuido y una de las cazadoras Uzumaki sacrificó su vida para sellar a ese último demonio clavándole una espada en el pecho y poniendo un sello con su sangre para que no pudiera levantarse.

Después de sellar al último demonio, los Uzumaki se comprometieron a vigilar el sello para evitar que el demonio escapara y con los años, los humanos se olvidaron que existían y pasaron a ser cuentos de hadas y leyendas.

Karin que era la heredera de los Uzumaki tampoco creía en demonios, pero en su familia ya era costumbre entrenar a los más jóvenes, así que recibió su entrenamiento de cazadora de su madre pero en la parte teórica apenas prestaba atención porque le parecía aburrido e inútil aprender algo de cosas que no existían.

Un día, la madre de Karin le deja su primera tarea como cazadora principiante porque ya había dejado de ser aprendiz. Tenía que limpiar el templo donde estaba la espada dónde el último demonio está sellado y aunque ella no quería hacerlo, es obligada. Mientras barría, su madre volvió a la casa a preparar la comida.

—Está prohibido dejar entrar a cualquiera aquí y hay que limpiar como si llegaran invitados. Nadie viene aquí desde que pusieron esa cosa —Karin refunfuñaba mientras barría y miraba con enojo él recipiente del demonio— Los demonios ni siquiera existen y me hacen hacer tareas que no quiero. Podría estar en mi teléfono, viendo una serie, saliendo con mis amigas o buscando un novio

Karin barría fuerte con coraje sin fijarse y ya le había dado varios golpes a la pared y los muebles de la habitación y como no se estaba fijando, terminó por golpear la espada enterrada en la tierra y el sello de papel se cayó.

—Ups —dijo nerviosa porque si su mamá veía eso, seguramente la regañaría y se apresuró a poner el papel en su lugar pero antes de que lo pudiera poner de vuelta, la tierra debajo de ella comenzó a moverse— ¡Está temblando!

Karin comenzó a correr hacia la zona de seguridad de su casa pero alguien la agarró del brazo. Cuando volteó, vio a un chico semidesnudo lleno de tierra con la espada de su antepasada atravesándole el pecho.

—¡Ah! —gritó Karin

—Uzumaki —dijo el chico y de un movimiento puso a la chica en el suelo y se puso sobre de ella tomándola por el cuello.

—¡Auxilio! —gritó Karin pero apenas se oía su grito porque el chico le apretaba la garganta

—Muere —declaró el chico pero antes de apretar el cuello de la chica con fuerza para rompérselo, ella logró golpear el mango de la espada para enterrarla más en el cuerpo del chico y eso le causó mucho dolor.

Karin aprovechó la oportunidad para huir de allí, pero antes de salir del templo, un estruendo sacudió la tierra y cuando Karin pudo salir, vio parte de su casa destruída y de ella salía una enorme serpiente blanca con rasgos humanos en la cara.