amantes de una noche

capitulo 3.

Zeus Cortés.

Aquí estoy, pensando en una chica cuando son ellas la que piensan en mí. No sale de mi cabeza  desde aquella noche.

Actualmente me encuentro en el bar acacia drink buscando la forma de despejar y arrancar esos absurdos pensamientos que invaden constantemente mi mente. ¿Tomando? Tal vez.

-Zeus cortés en un bar.
Dice una chica que al voltear la reconocí al instante es Charlotte Lebron, ¿Quien es ella? Es mi mejor amiga, tenemos años de amistad, es más, nos criamos juntos.

Usa un vestido ajustado color blanco cuatro pulgadas sobre la rodilla, dejando ver sus muslos.
Un gran escote dónde se puede observar sus bustos y abierto atrás quedando su espalda al descubierto.
El pelo suelto ondulado que le bajan hasta la espalda, maquillaje algo cargado.

-y tú?
Hablo mientras observó cara centímetro de su cuerpo .

Charlotte- ¿Qué haces aquí?.
Entrecruza los brazos.

-¿Qué creés?.

Charlotte- no sé, dímelo tú.
Se pasa un mechón de cabello por detrás de la oreja.

- necesitaba otro aire, salir para ser más específicos.

Charlotte- tu no vienes aquí cuando quieres salir.
mira a nuestro entorno para reír sarcástica.

-puedo variar.
Digo en un tono demandante.

Charlotte- ¿Qué te pasa? Tengo días que te noto lejos, distante y distraído.

-un poco estresado, es todo.
Tomo un trago de vodka.

Charlotte— hmm—toma asiento— Puedo ayudar a eliminar ese estrés.

-¿A qué te refieres?.

Charlotte-se que hacer para quitarte ese supuesto "estrés" que te tiene tan mal.
Cruza una pierna sobre la otra dejando ver sus muslos.

-¿Porque me llevas tan pendiente?.

Charlotte-eres mi mejor amigo.
Se levanta de su asiento para luego acercarse a mí y abrazarme por detrás.

-le regalo una sonrisa- gracias.

Charlotte-¡Sígueme!.
Se pone en pies sobre sus zapatillas de tacón fino blancas, toma mi mano para que la siga.

-¿A dónde vamos?.
Me digno a preguntarle mientras sigo detrás de ella.

Charlotte- a desaparecer este estrés, confía en mí.

Pasamos por un pequeño pasillo, que nos llevó a un pasillo que tenía varias puertas a las esquinas, adornando las paredes.

Ella entra en una de esas tantas y me jala dentro con ella, observo aquel sitio detalladamente y era una pequeña habitación acogedora.
En ellas había una cama, una mesa y un armario.

Ella se saca el vestido, quedando en ropa interior, al ver sus bragas blancas que se meten por su culo dejando ver lo redondo y abultados que está me volteo rápidamente.

-¿Qué hacés?.
Mientras le sigo dando la espalda.

Charlotte- quitarte el estrés, ¡Relájate!.
Mientras yo continuó sin mirar.

-¿Estás segura de ésto?.

Charlotte- sí.
La escuché tan decidida que me ahorré más preguntás.

-no quiero dañarte.

Charlotte- ésto es entre dos.

-ese es el punto.

Charlotte- ¿A qué te refieres exactamente?.

-sexo y ya.

Charlotte- calla.
Estampó sus labios contra los míos mientras me agarra el cuello de la camisa, no me importa que la arrugue, solo respondí ágilmente, para luego pegarla a mí intensificando el beso.
Nos separamos jadeante por falta de aliento.

Ella toca mi duro y tonificado abdomen sobre la camisa oscura que los cubre, mientras yo le tocó el culo a mi antojo.
Ella saca mí camisa rápidamente, quedando mis pectorales e abdomen expuestos.

La subí en la mesa que estaba allí adentro y empezé a tocar suavemente su intimidad sobre aquellas bragas blancas que la cubría.
Ella apoyó su cabeza de la pared mientras jadeaba y era notable como sus pechos subían y bajaban. Con mi mano libre le toque su pecho izquierdo.

Seguí tocando su intimidad cuándo opte por retirar la tela y tocar su humedad.
Su espalda se arqueó y estaba tan mojada que mis ágiles dedos se enterraron en ella tocándole más a fondo.
Ella empezó a gemir y a decir muchas obscenidades haciendo su orgasmo llegar electrificando a la pelinegra, me acerque a ella y empecé a lamer y chupar su humedad para probar uno y cada uno de sus fluidos.
Sus piernas temblaban, ella gemía y su respiración entrecortada se encontraba.
Saqué mis dedos de su interior para luego desnudar mi erección masculina y enterrarme en ella.
Estaba tan apretada que no pude evitar gruñir y robarle un gemido a la primera estocada.
Ella se encontraba tan mojada que me deslizaba sobre su intimidad con facilidad. Le pego mi miembro para que sienta lo duro que está y lo loco que estoy por follarla, ella soltaba pequeños largos gemidos los cuáles eran música para mis oídos, me alejé de ella para sacar de mi bolsillo un condón.

Charlotte- wow.

-nadie sabe con qué se pueda encontrar.

Charlotte- ¡Fóllame ya!.
Dice mientras se toca.

Y ahí es donde ella invade mi mente. La imagino desnuda tocándose para mí.

Charlotte- ¡Zeus!.
Su grito me trae de vuelta pero ya no veía a Charlotte, veía a la rubia castaña de la fiesta.

¿Cómo me puedes traer tan loco mujer?.

Comencé poco a poco haciéndola sacar gemidos de placer, yo la miraba lujurioso, solo la quería escuchar gemir, gritar mi nombre y hacerla venir.
La agarre por las cintura aumentando las estocadas mientras sus gemidos eran desconsolados. El rose piel con piel hacia eco por toda la habitación, olas de placer invaden nuestro cuerpo mientras ella se viene por segunda vez.
Ella procede a bajarse de la mesa quita el condón de mi erección dura y exitada aún y comienza a masturbarme con las manos, para luego lamer de arriba a bajo mi erección haciéndome gruñir.

Charlotte- Es grande.
Lo mete todo robándome un gruñido, mientras inclino mi cabeza hacia atrás para luego ver a la castaña chupando, lamiendo, succionando mi erección, mientras me corrí en sus gruesos y delicados labios.

Charlotte Lebron

Sin duda me acababan de dar la follada de mi vida, ¡Es todo un animal insaciable!.
Después de sentir su semen en mis labios me los trago y lo miro a los ojos.
Es sorprendente como se encuentra su rostro inexpresivo, sus labios están entreabiertos, sus hombros tensos, su respiración entrecortada, sus ojos me observaban deseosos como León que acecha a su presa.

Procede a vestirse para luego salir de la habitación dejándome ahí vulnerable, desnuda y recién follada, es una sensación muy fea, siento como si me hubieran utilizado como un objeto sexual, para luego dejarme abandonada.

HOLA ¡NIXAAA!, ESPERO QUE SE ENCUENTREN SUPER, SUPER BIEN, PORQUE YO... SI LO ESTOY.

NO HE ESTADO ACTUALIZANDO POR FALTA DE TIEMPO PERO AQUÍ ESTAMOS.

¡RECANDENTE ESTE CAPÍTULO!.

¡SE PASÓ EL ZEUS!.
RECUERDA REGALARME TU ESTRELLITA YA QUE ME DEJA SABER SI LES VA GUSTANDO LA HISTORIA. ¡HASTA LUEGO NIXARITAS!