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Gran parte de la mañana había avanzado con gran normalidad para Jin, salvó por el hecho de que varias chicas y chicos no dejaban de mirarlo, algo que verdaderamente comenzaba a intimidarlo.

—Ignoralas y ignoralos. —habló una voz gruesa al lado suyo —Están muy emocionados porque eres el chico nuevo que además de todo es sumamente atractivo. —llamando rápidamente su atención, Jin pudo contemplar al hermoso chico de cabellos negros y ondulados que se encontraba a su lado mientras abría uno de los casilleros de laboratorio.

—Tú, tú también eres atractivo y nadie te mira así. —comentó nerviosamente Jin.

Sonriendo divinamente TaeHyung, Jin se quedó prendado de aquella hermosa sonrisa del chico a su lado.

—Eso es porque soy pobre. —respondió TaeHyung seriamente y mientras esperaba una reacción por parte del hermoso chico de cabellos castaños, sorprendiéndose casi inmediatamente pues el mismo chico aún no sé alejaba de él como casi siempre pasaba con un par de alumnos. —¡Wow! —exclamó con sorpresa el mayor.

Una vez que Jin diviso lo risueño y contentó que se veía el pelinegro, preguntó. —¿Qué es tan divertido? —Algo a lo que el mayor respondió sin pensar.

—El hecho de que aún no salgas corriendo para alejarte lo más que puedas de mí, dado el hecho de que no tengo dinero —pausó con calma —, a menos que creas que no es verdad.

—No me importa si tienes dinero o no —contestó Jin con una gran sonrisa, una muy sincera. —Nunca me han importado esas cosas como el dinero que sólo van y vienen y sobre todo aquí, que el dinero no es de nosotros sino de nuestros padres. Claramente eso es algo de lo que ellos no se quieren dar cuenta —habló Jin, dejando a TaeHyung sin nada más que decir. —Soy Lee SeokJin, mucho gusto. —se presentó Jin muy amablemente, extendiendo su brazo al frente mientras Tae lo examinaba seriamente.

—Kim TaeHyung. —respondió el mayor de los dos con una pequeña sonrisa que encantó al menor.

—¿Quieres ser mi amigo, TaeHyung? —indagó sin temor Jin.

—No lo sé. ¿Quién me asegura que en cuánto logres hacer otro amigo o amiga, no vas a dejar de hablarme? —TaeHyung ciertamente era algo inseguro, temía tanto dar su cariño y apoyo a alguien para que más tarde lo lastimaran y dijeran aquello que el les confiaba en su contra y podía sonar tonto ante todos, pero no para él, puesto que ya le había sucedido antes.

—Yo. —Con nada más que sinceridad, saliendo de sus labios, Jin sacó su teléfono del bolsillo izquierdo de su pantalón y entre su muy escasa galería de fotos, encontró la que tanto buscaba y la que a él tanto le avergonzaba.

—¡Por dios! —La foto en cuestión era nada más y nada menos que una foto de Jin de cuando éste tenía apenas unos dos años. —¿Dime que estaba limpio? —se burló totalmente encantado TaeHyung, al contemplar como un Jin de apenas dos añitos tenía sobre su cabeza un pañal por el cuál y apenas se podía divisar uno de sus ojitos y una extensa sonrisa.

—Sí, por suerte sí. —Riendo como si ambos fueran dos grandes amigos, Jin se permitió notar lo preciosa que era la sonrisa de TaeHyung, la cuál era cuadrada y más que encantadora a la vista de cualquiera. —¿Y bien? —cuestionó de nueva cuenta Jin. —Quizá no confíes en mí debido a que nos acabamos de conocer pero me gustaría que pudiéramos ser amigos.

—Eres Lee SeokJin, ¿cierto? —Detrás de Jin un chico de cabellos marrones apareció, un chico de al parecer su misma edad y mirada prepotente. —Mi nombre es Mark y creó que estarías mucho más cómodo con alguien de tu mismo estatus social. —alardeando, Jin se tensó al sentir un brazo rodear sus hombros y una respiración colarse por sus mejillas.

—Estoy seguro de que me sentiré mil veces mejor aquí con TaeHyung que con tu bola de amigos, idiotas y prepotentes. —canturreó el menor, viendo los ojos del chico a su lado llenarse de furia.

—Eres un tonto si prefieres estar con un tipo tan pobre como TaeHyung quien no tiene ni siquiera una madre o padre, a con chicos de buen estatus social y familiar. —cantó, ignorando como las manos de TaeHyung se hacían en puños. —, pero en fin, si cambias de opinión, estaremos por allá. —dando pasos certeros hasta Mark, TaeHyung acomodó un golpe a puño cerrado en una de las mejillas del mismo chico frente a él, haciéndole caer inmediatamente al suelo.

—Déjalo, no vale la pena.

—¡Eres un idiota, TaeHyung! —gruñó Mark mientras se tocaba suavemente su mejilla.

—No tanto como tú. —alegó el mayor, siendo tiernamente jalado por Jin hacía el lado contrario de dónde aquel chico de nombre Mark se encontraba tirado.

—No cabe duda que eres un chico interesante. —halagó Jin, a pesar de ser realmente muy poco el tiempo que llevaba de conocer al pelinegro.

—Igual que tú.

Con sus intenciones más que claras, TaeHyung miró como su muñeca era sostenida todavía con delicadeza por Jin quien ahora ya se encontraba en el último tramo de aquel enorme pasillo.

—¿Puedo preguntarte algo, Jin?

—Por supuesto.

—¿Te gustaría venir conmigo después de clases?

Pensativo, Jin miró a TaeHyung y enseguida un recuerdo de una de las reglas que sus padres le habían impuesto para poder asistir a la universidad, abordo su mente.

"Recuerda que el trayecto es de la casa a la universidad y de la universidad a la casa. No más Jin, no puedes ir a otro lado al salir de la escuela, el mundo es peligroso y no consideramos que estés listo para enfrentarlo"

Recordando las palabras de sus padres, Jin lo pensó por varios segundos, al menos hasta que vio su reflejo en los preciosos ojos del chico frente suyo.

—La vida es una y hay que vivirla... —susurro TaeHyung, ganándose una dulce sonrisa por parte de Jin pues al parecer notaba sus dudas.

—¿Lees mentes? —Quería saber.

—Puede ser.

Sonriendo, TaeHyung se aventuró a preguntar aquello que ya sabía pero que quería oír de los propios labios de Jin.

—Te gustan los hombres, ¿verdad Jin?

Rebeldías ꒱ TaejinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora