Park salía de casa con un bolso de mano colgando de su hombro y una pequeña maleta negra en la otra. Iba a casa de su rubio amigo listos para iniciar su proyecto en aquella lejana cabaña, que al parecer fue rentada para este fin de semana por el joven Kim, quien recibió una llamada de los dueños mucho menos extraña para confirmar su asistencia. Así que después de ambos hacer sus maletas y juntar los suficientes libros e información de internet, quedaron verse en casa del menor para poder partir en uno de los coches de la familia. Park no sabía manejar, nunca tuvo la necesidad de aprender al ver la posibilidad de tener un auto propio muy lejana, pero confiaba en que Hongjoong no los mataría en el camino.
El menor de los Park salió de casa alrededor de las seis de la mañana un sábado, así que sus padres no estarían despiertos y se ahorraría otra platica del porqué no debería salir con Hongjoong. Claro, había sigo regañado un día antes, pero todo terminó en que hiciera lo que deseara, así que se fue sin despedirse. Ya se arreglaría con ellos, otra vez.
Seonghwa llegó a su destino después de veinte minutos caminando, y antes de poder tocar la puerta, vio a su rubio cerca del garaje siendo instruido por su padre con las llaves del auto en mano. Al parecer le indicaba que hacer y que no hacer, pero estaba claro que en cuanto se fueran todo eso se le olvidaría.
"¡Seonghwa!" Llamó el menor pidiendo que se acercara mientras que su padre revisaba dentro del cofre del coche, asegurándose que todo estuviera en orden. "Debemos irnos, me dijeron que teníamos que estar ahí a las diez y son dos horas de camino. ¿Llevas todo contigo?" Preguntó.
"Sí, metí todos los libros y papeles a la maleta, ¿tú ya estás listo?" Respondía el pelinegro metiendo su equipaje al maletero del bonito auto negro.
"Lo estoy. Solo iré por mi maleta." Avisó, pero antes de ir, su padre habló.
"Está todo listo Hongjoong. No olvides cargar gasolina de regreso, ¡la última vez te quedaste a medio camino!" Exclamó el mayor de los dos, cerrando el cofre del coche al mismo tiempo y entraba a la casa feliz de exhibir la irresponsabilidad de su hijo.
"¡Papá!"
No quería reír, pero lo que dijo el padre de los Kim era algo que fácilmente podría pasarle al rubio siendo su personalidad tan olvidadiza.
...
Después de despedirse de la familia Kim y haber aceptado tomar un pequeño desayuno con ellos, ambos comenzaron su camino hasta el bosque en donde encontrarían las setas que necesitaba su investigación.
El coche rápidamente avanzaba por las vacías carreteras de Seúl, que, a pesar de ser una ciudad bastante transitada, la hora y el día ayudaban bastante a evitar el tráfico.
Sin darse cuenta, ya estaban saliendo de la ciudad y pasando por debajo del letrero que despedía a todos los visitantes, dándoles la bienvenida a una nueva ruta, la cual seguirían hasta llegar a su destino. O hasta que maps les avisara que debían parar.
La conversación del auto se basaba en lo que harían al llegar y muchas trivialidades que se le ocurrían al menor mientras conducía para distraer al pobre Seonghwa, quien seguía asustado de que Kim condujera una vez su familia le había contado todos sus antecedentes aprendiendo a conducir, y que, supuestamente el rubio, solo eran errores de principiantes, pero el pelinegro sabía que conducir en un carril en sentido contrario no era para nada un error de esos.
"¡No voltees a verme! No quiero morir aquí." Le gritaba Park.
"¿Podrías confiar en mí? Tengo experiencia."
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𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐥𝐮𝐳 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧 𝐚𝐬𝐮𝐬𝐭𝐚𝐧; 𝘀𝗲𝗼𝗻𝗴𝗷𝗼𝗼𝗻𝗴
FanfictionA punto de graduarse como ingenieros en biomédica, Park Seonghwa y Kim Hongjoong deberán presentar una tesis justificada mediante una investigación acerca del uso de hongos para tratar tumores cancerígenos. Al comenzar la investigación, se dan cuen...