Comienza la actuación

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Narra (TN)

Se recarga en el umbral de la puerta, no se ha percatado de que llegue hasta que me acerco un poco más. Nuestra mirada se vuelve a encontrar, pero bien ninguno de los dos dice nada, parece que ya lo hemos dicho todo rato antes.
No perdemos más el tiempo y me lleva de la mano a cualquier otro lugar donde haya menos gente. Creo que él tampoco está seguro de a dónde ir, pero seguimos caminando lo más sutil posible pero a la vez un poco rápido. Abrimos una puerta y la cerramos detrás de nosotros. Me recargo en la puerta aún sin decir palabra.
Siento su mano acariciarme la mejilla y bajar hasta mi cuello o cual también recibe varias caricias.

—No sabía si vendrías— dice con voz baja.

—Tenía que hacerlo— respondo de igual forma.

Ambos nos acercamos más al otro. Parecía que escondernos de las personas hacia esta situación mucho más interesante de lo que ya era. Con Logan la mayoría de cosas eran interesantes, su personalidad y manera de hacer las cosas siempre me tomaba por sorpresa aunque dijera ya conocerlo. Y es que por eso me había enamorado de él. Nadie podía captar como él mi atención, con nadie me divertía tanto y con nadie me sentía tan amada.
Parece que no puede esperar más (al igual que yo) y comienza a besarme.
El toque de sus labios se sintió distinto. Hace tiempo que no me sentía con la seguridad de besarnos, habíamos tenido tantas idas y venidas que en ocasiones ya no toleraba la situación. ¿Hasta cuando seríamos felices?
De cualquier manera, este hombre y yo teníamos que terminar juntos, podría pasar el tiempo y mi corazón seguiría buscándolo.

Me sube al escritorio que está detrás de él, el cual no había visto hace unos instantes y se abre paso entre mis piernas sin dejar de besarme.
Bueno, esto estaba subiendo de nivel, pero no quería detenerme, ya estaba sintiéndome demasiado bien como para decirle que se aparte porque en cualquier momento podría entrar alguien y vernos en esta situación. Millones de posibilidades terribles se cruzaron por mi cabeza en menos de un minuto, pero seguía abrazándolo por el cuello para que no se aparte. Él me sujetaba de los muslos con firmeza y acariciaba con suavidad cada parte de mi cuerpo. Sus labios bajaron a mi cuello y solo en ese momento mis pensamientos me dijeron que sería mejor detenerse. Ya había tardado bastante y se preguntarían dónde estaba.

—No me pidas que me detenga— ruega él anticipándose a cualquier palabra— Quiero que seas mía esta noche.

Sus palabras no estaban ayudándome. Regresa a mis labios y al mismo tiempo me estrecha con fuerza para juntar más nuestros cuerpos.

Unos pasos se escuchan bastante cerca de la puerta y ambos volteamos al mismo tiempo.
Pero nadie toca, solamente veo la sombra de unos pies en la ranura de abajo de la puerta. Está ahí estático, no se mueve, no habla, no toca. ¿Quién era esa persona?
Me baje con cuidado del escritorio sin hacer ruido, me acomode el vestido y Logan hizo lo mismo con su camisa.

—Deberíamos escapar por una ventana?— susurra con tono divertido— Somos buenos en eso.

Niego con la cabeza conteniendo la risa. Él realidad me preocupaba quien podía ser. Seguía ahí parado. Casi podría asegurar que tenía el oído pegado a la puerta.
Gracias al cielo había una puerta trasera pero debíamos tener cuidado al salir.

—Yo saldré primero, esperas un tiempo y después sales— le digo en tono muy bajo para que solo él pueda escucharme.

Asiente pero me toma de la muñeca antes de que yo pueda salir.

—Ni te imaginas cuánto te deseo.

La sangre se me sube a la cara de vergüenza. Me suelta y yo abro la puerta con lentitud.
Espió por ambos lados y no veo que pase gente así que me apresuro a salir como si nada hubiera pasado.
Me dirijo al baño a darme un ligero retoque de maquillaje.
De un cubículo sale una chica y logro reconocerla una vez que levanta la cabeza y se posa en el lavamanos de al lado. Un escalofrío me recorre la espalda solo de verla y el recuerdo de estar atrapada en un cuarto vuelven sin previo aviso a mi mente.
Ella me mira después de unos segundos y también se queda estática. Desvío la mirada para tranquilizarme. Recuerdo las palabras de mi terapeuta. 'Respira hondo, eso nunca volverá a sucederte' 'Eres libre, no pueden hacerte daño de nuevo'. Ellos no podían hacerme daño pero yo a ellos si.

Fingertips (Logan Henderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora