Fama

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Narra Logan

De inmediato se quita de encima mío y se queda a un lado de la cama mirándome con ojos tristes. Lleva una de sus manos a la boca con preocupación mientras su mirada se pierde en algún punto del suelo.
Yo me levanto con rapidez y busco con desesperación el motivo de su acusación. Rebusco en mi camisa pero no alcanzo a ver nada, así que me la quito y solamente así logro ver una mancha rosa en el cuello de mi camisa.
Maldigo por lo bajo.

No puedo creer que después de haber estado con ella vengas aquí a...— la interrumpo antes de que siga acusándome.

Yo no hice nada con nadie— digo aventando la camisa a la cama.

Ella gira los ojos y va en busca de su playera que se encuentra en la otra esquina de la cama para después ponérsela.

(TN), pregúntale a los chicos, no me aparté ni un segundo de ellos en cuanto te fuiste.

Rodeó la cama para acercarme pero ella pone una mano en mi abdomen para que no siga acercándome.

No importa— dice y después respira profundo— Era mejor que nos detuviéramos.

Pero por supuesto que no, ¿por qué sería bueno detenernos? Era lo mejor que me había pasando en el día, y hasta en la semana.
Yo estaba totalmente seguro que ninguna de esas chicas se me habían acercado tanto, la única que me toqueteó fue aquella morena que (TN) bajo de la mesa. Recuerdo ver qué se tocaba los labios y después metía su mano en mi camisa. Pero hasta (TN) lo vio, no era ningún invento ni mentira.

Es que no es lo que piensas— intento explicar— Aquella morena fue la que lo hizo pero fue antes de que te subieras a la mesa, ella se estaba tocando los labios y después...

Oye, lo entiendo— interrumpe— tiene sentido lo que dices, yo también lo vi.

Suelto un suspiro de alivio y la miro esperanzado. De todas formas, aunque ella me crea, no se porque presiento que ya no me quiere en su habitación. Pero es que no me iría así de fácil.

Pero quieres que me vaya ¿cierto?

Cabizbaja, asiente. Se frota los ojos con cansancio y después se fijan en mí como si fuese un cachorro adorable.

Es tarde— concluye sentándose en una de las esquinas de la cama.

Me paseo lentamente por su habitación, como si estuviese inspeccionado cada centímetro, pero en realidad está buscando qué excusa poner para poder quedarme esta noche a su lado.

Tienes razón, es tarde— concuerdo— ¿Puedo quedarme?

Gira los ojos con una pizca de diversión. Pero quizá estaba esperando que yo justamente se lo pidiera. Quizás tenía tantas ganas de estar conmigo como yo con ella.

En el sofá— señala la esquina— Es cómodo.

No estaba en posición de pedir más, así que asiento con alegría y me dirijo a lugar que me indicó, ella me da una manta pero yo la tomo de la mano antes de que se vaya.

Te amo— le digo con voz segura.

La tomo por sorpresa y pestañea algunas veces señal de que se ha puesto nerviosa. No es mi intención presionarla, así que suelto su mano y me acomodo para dormir con media sonrisa asomándose por mi boca.
La veo dirigirse a su cama también y meterse dentro de los cobertores.

Te amo— la escucho decir después de unos cuantos minutos.

Gracias al cielo no me había quedado dormido aún, pero después de escucharla, una tranquilidad me embargó y me quedé profundamente dormido.

Fingertips (Logan Henderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora