Capítulo 4

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Demasiado tarde.

Tan rápido como es, Galen llega demasiado tarde. Se impulsa a través de la corriente, mientras el suelo del golfo se inclina más y más. Cada vez que oye los gritos desesperados de Emma, se impulsa con mayor fuerza, más fuerte de lo que nunca se había impulsado antes. Pero él no quiere verlo, lo que fuera que le estuviera pasando para hacerle gritar así, no quiere verlo. A estas alturas sabe que esos gritos le perseguirán para siempre, no quiere añadir a su tormento la visión de los sucesos. Chloe ya ha dejado de gritar; no quiere pensar en lo que eso significa. Y se niega a pensar cuánto tiempo ha pasado desde que ha dejado de oír a Emma. Aprieta los dientes y atraviesa el agua tan rápido que no puede ver delante de él.

Finalmente, finalmente las encuentra. Y llega demasiado tarde.

Gime cuando ve a Emma, que aferra el brazo flácido de Chloe, tira, lo jala y lo retuerce, luchando para sacar a su amiga de las fauces del tiburón toro. No ve que cada sacudida, cada tirón, cada centímetro que ella gana sólo desgarra más carne de la pierna de Chloe; y no ve que su amiga dejó de pelear hace mucho.

Ella y la bestia están en guerra. El tiburón se agita y se retuerce, imitando las acciones de ella, y llevándolos a ambos hacia aguas más profundas, pero Emma no lo va a dejar ir. Galen mira alrededor, alerta por otros contrincantes que la sangre podría atraer. Pero la bruma de color rojo se está disipando -Chloe está casi drenada.

¿Por qué Emma no cambia? ¿Por qué no salva a su amiga? Las dudas se entremezclan con remordimientos. Se traga la erupción de bilis que se eleva por su garganta, Rayna tiene razón. Ella no es uno de ellos, si lo fuera, habría salvado a su amiga. Habría cambiado, habría llevado a Chloe a un lugar seguro; todos los Syrena sanos pueden nadar más rápido que un tiburón.

Estaba equivocado. Emma es humana, lo que significa que necesita oxígeno. Ahora. Empieza a dirigirse hacia ella, pero se detiene.

Los minutos que ha estado luchando con el tiburón deberían haber minado sus fuerzas, pero sus tirones se están volviendo más fuertes. Algunas veces, incluso le hace avanzar hacia aguas menos profundas. Le está plantando cara a un tiburón toro.

Galen recuerda al Doctor Milligan decir que los humanos producen algo llamado adrenalina, lo que los hace más fuertes, les da más energía cuando lo necesitan para sobrevivir. Tal vez el cuerpo de Emma está produciendo adrenalina adicional...

¿Por qué piensas en ello? Incluso si es adrenalina, ella es humana. Necesita ayuda. ¿Y dónde está Rayna? Debería estar aquí ahora, con esos inútiles humanos que se llaman a sí mismos salvavidas. Salvavidas que se sientan en sus altas sillas de madera, y mantienen una escrupulosa vigilancia sobre la playa para que nadie con bikini se ahogue en la arena blanca.

Galen no tiene tiempo para esperar a ningún salvador adolescente. Incluso si Emma está produciendo suficiente adrenalina para estar aquí abajo, es un milagro que el tiburón no se haya rendido con Chloe y la haya atacado a ella. De nuevo comienza a acercarse, y por segunda vez, se detiene.

Es sólo que... ella no parece necesitar ayuda. Su pálida cara esta contorsionada en una mueca de enfado, no de miedo, no de angustia, sólo de furia. Su pelo blanco flota a su alrededor como un aura, sacudiéndose en reacción retardada con cada uno de sus movimientos, gruñe y gruñe frustrada. Los ojos de Galen se abren mientras ella levanta la pierna para patear. Sus piernas humanas no son lo suficientemente potentes como para hacer daño; el agua frena el movimiento, mitiga la fuerza del golpe. Aun así, consigue golpear en el ojo, y el impacto es suficiente para hacer que la bestia se aleje. No se va, sólo rodea a las chicas en un amplio círculo, y luego nada directo hacia ellas.

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2015 ⏰

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