Gael (pausada)

Cap. 4

En el transcurso del día no pude parar de mirar a Gael en todos los sitios dónde lo veía, en clase, en la cafetería, por el pasillo. Lo peor de todo es que él siempre me pillaba cuando lo hacía y me devolvía la mirada.

- Val, ¿Te gusta Gael?- Vicky pregunto cuando me estaba llevando a casa.

- ¿Por qué la pregunta?- en realidad entendía la pregunta, pero tenía que disimular un poco.

- Porqué no parabas de mirarlo en todo el día, y lo mejor de todo que él te devolvía todas las miradas, y cuando no lo mirabas, él te miraba a ti.

Resoplé, a ver como salía de esta situación sin decirle que había vuelto a soñar con él, ya que si decía eso, Vicky se creería definitivamente que me gustaba Gael.

- Es solo que, odio que me juzguen sin conocerme, y él lo hace.- era totalmente verdad lo que decía, pero una cosa no saca la otra.

- Bueno, no puedes negar que es terriblemente guapo, y ese aire misterioso que tiene lo hace todavía más irresistible. Por lo que he investigado, la mitad del equipo ha intentado ligárselo sin éxito, es un total misterio.

- ¿ Y por qué me cuentas esto?

- Porqué no te hagas ilusiones, ya te lo dije, las chicas como nosotras no somos de su tipo. Si quieres chicos fijate en el equipo de futbol, muchos estarán encantados de salir contigo, eres la jefa de animadoras!.

- Vic, ya sabes que yo no soy de esas, eso es demasiado Cliché. En fin ya hemos llegado a mi casa, gracias por llevarme. Hasta mañana - le dí un beso en la mejilla y me fui.

Durante el resto de la tarde para distraerme de pensar en Gael me puse ha hacer ejercicio. Me quité la ropa y me puse cómoda, con un top de deporte y unas mallas.

No se cuanto rato paso, pero el timbre me sobresalto. Supuse que era Vicky que se aburría en su casa o algo y fui a abrir, cuando abrí la puerta no me esperaba a quién encontré.

- Vaya que buena vista al abrir la puerta, ¿siempre abres así?.

- Gael, ¿qué haces aquí?.

- Disfrutar la vista de la niña rica.

- Entonces adiós- iba a cerrar la puerta pero puso el pie para que no lo hiciera.

- No espera nena, vengo a cobrar la que me debes.

-¿ En serio?. ¿ No sabes lo que es ayudar sin pedir nada a cambio?. Altruismo se llama.

- Esas cosas son para la gente como tú, para mi si ayudo me ayudas, y viceversa. Y ahora cambiate y ponte calzado deportivo, no voy a esperar eternamente así que rápido.

Subí rápidamente a cambiarme, no se porqué le hacía caso pero mejor que estar aburrida en casa haciendo ejercicio seguro que era. Cuando bajé el seguía en el marco de la puerta esperando.

- Vaya que rápido te has cambiado, creía que las niñas ricas tardaban una eternidad en elegir que ponerse o que no, ya sabes vuestros grandes problemas.

- Ya te he dicho muchas veces que yo no soy como las demás.

Me sonrió, dios, era una sonrisa preciosa.

- Se que soy guapo, pero no te quedes embobada mirándome- me paso un casco de moto.- Pontelo, nos vamos.

Le hice caso, salimos a fuera y enfrente de mi casa estaba una moto típica de los malos de las películas.

- ¿Tienes miedo nena?- preguntó mientras se ponía el casco.

- Al contrario, me encantan las motos- sonreí aunque no lo pudo ver ya que llevaba el casco, sé que no se lo esperaba.- Y ahora Gael, ¿dónde me llevas?