15 de Abril
Querido diario:
Estos últimas dos semanas no han sido nada fáciles, hoy tuve que ir al departamento de Joseph por todas mis cosas y es un sinvergüenza cuando llegué me encontré con una sorpresa.
Recuerdo:
Me desperté a las ocho de la mañana, hacia ya una semana del suceso bueno así decidimos llamarlo Sam y yo, me he estado quedando con Sam, me metí a bañar y cuando Salí me vestí con un short negro, una camisa blanca y unas sandalias doradas
-Sam, regreso al rato, iré por mis cosas a el departamento de Joseph- le dije mientras buscaba las llaves que tengo de el departamento esperando que no haiga cambiado la cerradura, al no recibir respuesta fui a la cocina y en el pizarrón le dejé una nota "REGRESO EN UN RATO, IRE POR MI ROPA XOXO."
Esa mañana fui al Starbucks y compre un pastelillo junto con un café negro, sin azúcar ni leche, ya se es algo raro pero así me gusta, tome mi café tranquilamente en la mesa de hasta atrás, tal como lo hago.
La gente entraba y salía, el tiempo pasó emaciado rápido, no me percaté de cuánto tiempo había pasado hasta que una notificación de un juego que tengo en el celular lo hizo sonar y la pantalla se iluminó marcando la hora, ya eran casi las once de la mañana y ya iba en mi tercera taza de café, aunque en realidad no son tazas, son recipientes de cartón, me sorprendí mucho al percatarme de la hora, tanto que me pare de la silla de golpe y está casi se cae al suelo, recuperé el equilibrio , tome mis cosas y comencé a caminar a la puerta de la cafetería, abrí la puerta y después la abandone.
Cuando llegue a mi automóvil lo encendí y puse música a todo volumen para ser un poco más valiente o un poco menos cobarde, bueno sinceramente no sé por qué la puse pero en vez de bajarme los nervios, solo me los puso más de punta. Al llegar al edificio lo pase de largo con mi auto, avance una calle y di la vuelta para regresar y lo volví a pasar, no estoy lista para estar en el departamento después de todo lo que pasamos en el, aunque sea por unos minutos, es algo difícil, ese pensamiento fue bruscamente expulsado de mi mente por la imagen de Joseph y la otra, como le nombramos Samanta y yo a Esmeralda. No espere ni un segundo mas y estacione el auto, lo apague y bebí el último sorbo de mi café que por cierto ya estaba frio y me baje de el auto cerrando la puerta con mucha fuerza causando un gran estruendo, para confirmarme a mi misma que tengo la fuerza suficiente para entrar a ese departamento y sacar todas mis cosas, subí por el elevador muy decidida, al llegar a la puerta del departamento trate de meter la llave en la cerradura de la puerta y me alegre de haber descubierto que Joseph no ha cambiado la cerradura, abrí la puerta por completo y entré silenciosamente, por alguna razón aunque se suponía que no había nadie.
Todo estaba en un perfecto orden, lo único que estaba fuera de su lugar era un tazón verde de palomitas sobre la mesa que se encuentra entre la televisión y el sillón, me pareció un poco antihigiénico ya que cualquier insecto se va a acercar a comer los restos de esas palomitas, pero lo ignore ya que no era mi departamento y no yo tendría que lidiar con las plagas.
Comencé a caminar hasta la habitación que solíamos compartir Joseph y yo, cuando pase por la puerta del baño, pude escuchar el sonido de el agua de la regadera cayendo al piso, haciendo sonidos uniformes pero a la vez coordinados, ¡DEMONIOS! , Joseph nunca se encuentra por la mañana y el día que decido aparecer es el que él decide tomarse el día libre, o al menos eso hacía antes, nunca estaba por la mañana.
Simplemente trate de ignorar el hecho de que él se encontrara en el departamento y entre a la habitación, tome una maleta que se encontraba en el armario, donde siempre ha estado, metí todas mis cosas en ella o por lo menos todo lo que vi y entraba en ella hasta que se lleno, entonces divise el bote de ropa sucia de Joseph y lo agarre, abrí la ventana y saque el bote colocándolo de cabeza dejando que todo lo que este contenía callera al suelo, que esta unos seis pisos abajo, seguí metiendo cosas en el bote hasta que metí todo lo que considere importante, lo que era mío y lo que necesitaba conservar si o si. Salí de la habitación arrastrando la maleta con una mano y con el bote cargando con el brazo que me quedaba libre, coloque el bote en el sillón de la sala y la maleta también.
Entre a la cocina para servirme un vaso con agua y me senté a beberlo tranquilamente pero esa tranquilidad no perduro lo suficiente para terminarme el agua de el vaso ya que me levante rápidamente al escuchar la risa de una mujer proveniente de el interior del baño, Salí de la cocina y vi a Joseph saliendo de el baño envuelto en una toalla amarrada a la altura de la cintura dejando su lampiño pecho al descubierto, y a Esmeralda que se encontraba junto a él utilizando mi bata de baño, al verme se noto la gran sorpresa que les causo a los dos, a sus bocas poco les faltaba para tocar el suelo, el coraje de que específicamente ella se encontrara allí mismo me inundó, probablemente si hubiera sido otra mujer no me enojaría tanto pero no, tenía que ser ella, de mi boca salieron rápidamente muchas palabras que no quería decir, o tal vez sí, pero que no debería haber dicho, eso no es para nada algo que hubiera dicho en mi estado natural.
-Esmeralda, que sorpresa verte por aquí, ¿te han despedido?
-No, ¿Qué te ha hecho pensar eso?
-Ahh bueno, yo pensé que si, digo como ahora reúsas ropa vieja de otras personas, pero no te preocupes, yo si tengo dinero para comprar una nueva bata, puedes quedarte con la vieja
-¿Quién te crees para hablarle así a Esmeralda?
-¿Yo? ¿Quién me creo?, mmm.... No lo sé, buena pregunta, ahh ya sé, me creo Melanie Smith y también creo que eres demasiado poco hombre, mínimo cómprale una toalla a la mujer, pobre, que eso de usar ropas viejas de otras personas no mola, bueno hasta luego, tengo que irme a ver cuando tomamos un cafecito, que tengan un bonito día.
Si ya se, eso fue un poco hipócrita de mi parte o tal vez muy hipócrita, pero no he dicho ninguna mentira excepto tal vez lo del café y lo de que tengan un bonito día, espero que les mee una parvada entera en el auto y que después se le rompa el vestido a Esmeralda cuando se agache a ver sus tacones que espero se rompan también.
Querido diario tú sacas lo peor de mí.
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Querido diario
AdventureLa vida de Melanie ( o Mel) se ha convertido en una autentico desastre y todo a partir de ese momento, el que arruino su vida y termino con otras dos. "Lo que pasado una vez, puede volver a pasar." "Vivir con miedo es igual a no vivir"