Esa tarde era tu debut,sacarías tu primer canción y no podía estar más orgulloso,estabas cumpliendo tu sueño.
Te besé y mierda,se sintió tan diferente,quizás porque sabíamos que nada sería como antes,sabíamos lo que vendría,y prometimos que no nos separaría el golpe de realidad,prometimos que seríamos para siempre.
La lealtad siempre fue un tema complicado para mí,era difícil saber quién se acercaba con buenas intenciones,y no es para menos,había tenido ya varias decepciones con respecto a la amistad,y bueno,siempre fuiste un excelente amigo.
Entonces ¿es por eso no?,te alejaste,me dejaste de lado,tenías amigos nuevos,amigos a los que yo no les agradó ni un poco,¿esa es tu muestra de lealtad?,supongo que sí,pero no puedo reprocharte nada,ellos te dieron alas,tu carrera se elevó desde que te reconciliaste con ellos,te están ayudando a cumplir tu sueño y si sos feliz,yo también lo soy.
Esa fiesta había dado su fin,estaba desesperado por verte,no tuvimos tiempo de estar juntos,había mucha gente y podían vernos y lo último que queríamos era una polémica más.
Íbamos por la carretera a una velocidad más alta de la que debería,era madrugada y no habían muchos vehículos circulando por ahí entonces no importó,cantabas a todo pulmón aquella canción que sonaba en la radio,el alcohol estaba esparcido por tu sistema y tus ojos rojos solo me miraban a mi,y yo no podía estar más feliz.
Esos lindo ojitos tuyos solo eran para mí.
Los shows comenzaron a llenarse,las giras se hicieron presentes y los ensayos nos acortaban los ratos en que podíamos vernos.
Los nervios me consumían pero esa linda sonrisa que me brindabas tras bambalinas lograba calmar hasta el peor de mis miedos.
Las entrevistas eran fáciles,me acompañabas en todas,mientras respondía las preguntas te miraba de reojo,recuerdo esa mueca que siempre hacías y hasta la fecha no se te quitó,esas sonrisas divertidas y la mordida de labio que necesitaba hacer para no soltar alguna carcajada.
Nuestros cuerpos ardían,mis manos dejando marcas en tus caderas,tus piernas enredadas en mi cintura mientras empujaba para acortar la distancia,mordidas en mi cuello con las cuales callabas los gemidos,tus dedos sobre mi cabello y nuestros labios rojos.