Te cuidare

⁜¡JiuJiu!, mira a mi nuevo amigo⁜

Lan Xichen se encontraba sobre Shouyen[1], se estaba dirigiendo hacia mulle de loto.

El viento golpeaba su cara y mesía con elegancia sus túnicas exteriores y su tan preciada cinta de regulación.

Cualquiera que viera hacia el cielo vería a un ser inmortal.

Su porte emanaba elegancia y pureza, como si de una deidad se tratase. La mayoría de los Lan daban ese aspecto en especial los de la familia principal pero a pesar de eso existía la regla de No ser orgulloso.... y la de.... Nunca hay qué ser vanidosos.

El sol se estaba ocultando cuando llegó a muelle de loto. Como ya había informado formalmente su visita había un discípulo esperando por su llegada en la entrada de lutos pier.

-Buenas tardes Líder Lan, es un gusto tenerlo aquí-Saludo el discípulo con una inclinasion.

-Muchas gracias a ustedes por recibirme en su hogar-Respondió con una sonrisa cordial.

-lo llevaré a su habitación- Señalo el joven de túnicas morados señalando con su mano asía el interior de la secta.- Mi líder se encuentra fuera de la secta en estos momentos, pide una disculpa por no poder atenderlo debidamente.

-No se preocupe entiendo los deberes de un líder, puedo esperar el tiempo que sea necesario.

Luego de eso empezaron a caminar por los pasillos de muelle de loto, el sol le brindaba un calor muy agradable. Se podía escuchar las risas de los niños, los peces jugando en el agua y el silvido del viento.

A diferencia de Gusu, muelle de loto era mucho más ruidoso pero de una manera reconfortante.

Le tranquilizaba el sonido a pesar de estar acostumbrado al silencio de las montañas.

-Llegamos Líder Lan- Dijo el discípulo sacandolo de sus pensamientos.

-Muchas gracias - agredecio con un asentimiento y una sonrisa.

Cuando el discípulo se retiro, camino un poco por la habitación y la observó. Era amplia, había una cama amplia con una mesita de té en el centro.

En el fondo del cuarto se encontraba una venta abierta con una excelente vista hacia lotus piera a lo lejos.

Dejó a Shouyen en la cama, y su bolsa en la mesa, se sentó enfrente de ésta misma. Le llegaba un ligero viento debido a la ventana abierta en el fondo.

A pesar de su expresión calmada, en su interior estaba echo un caos, no tenía pensado en cómo sacar el tema de su Da-Ge en la conversación sin ser invasivo o quedar como un desvergonzado sin sentimientos frente a Sandu Shengshou[2].

Estubo media varita de incencio[3] en posición de lotos y con los ojos cerrados cuando decidió dar un paseo por el muelle. Probablemente un paseo podría ayudarlo a aclarar su mente.

Tomó su espada y la amarró a su cadera y se encaminó a la puerta con un brazo en su espalda.

Cuando salió de su habitación los rayos de sol golpearon su cara dándole una sensación de calidez.

Se escuchaba el mismo ruido que lo había recibido e inconcientemente sonrió, imaginando a su pequeño sobrino jugando en el jinishi [4] o en la montaña trasera donde estaban los conejitos de Wangji.

El olor a loto estaba impregnado en todo el lugar, la madera sonaba con sus pisadas. Era todo muy relajante...... Hasta que no lo fue.

-¡JOVEN MAESTRO¡

Fue el grito de una mujer de túnicas moradas, que tenía dos trenzas a los lados y el resto de pelo suelto. Estaba un poco desarreglada por el recorrido que debió haber echo y tenía una mirada desesperada dirijida hacia el muelle.