Prologo

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— ¡Rapido! ¡Rapido antes de que nos alcance!

Contestaba una mujer, mientras que se encontraba corriendo como podia. Teniendo un de sus brazos herido, y desangrándose.

Sin percatarse de esto, ella y su grupo eran seguidos por una sombra. Que se paseaba de una rama en rama, entre los arboles.

El grupo de mujeres siguieron corriendo y corriendo sin mirar atras, eso hasta que se detuvieron cerca de un río.

— Hah... Hah... ¿Lo perdimos?

La mujer con el brazo herido se dio la vuelta solo para percatarse, de que todas sus compañeras se encontraban en el suelo inconscientes.

— ¡¿Qu-!?

— No te muevas...

Ella se quedaba helada ante el miedo, una espada se encontraba cerca de su garganta.

Junto a una misteriosa silueta detras suyo, no podía ver bien a la persona detras suyo.

La mujer mayor tragaba en seco, no tenía escapatoria, esta persona la tenia a su merced ahora mismo.

— Son bastante audaces para ser Shinobis errantes... Aunque mi asunto no es ese, quiero que devuelvas lo que robaron.

— No se de que...

— Quiero que recuerdes tu lugar.

La extraña persona detras de la mujer, acerco su espada a su garganta, la mujer se asustó aún mas.

No queria morir aquí, pero debía de completar esta misión. Debía de liberarse de esta persona a como diera lugar.

— E-Esta bien, te diré donde lo escondí... Eso solo si me sueltas.

La persona contraria la miraba con un rostro de duda, este finalizo por aparta su espada y alejarse un poco de la mujer.

— Bien entonces mues...

— ¡Como si fuera a mostrártelo!

La mujer tomaba dos shuriken que se encontraban entre sus bolsillos. Solo para acabar lanzándose los a la persona contraria.

Quien simplemente dejo salir un suspiro de aburrimuento.

— ¡Cherry Bloosom Jutsu: Petals Net!

— ¡¿Pero!? ¿¡Que!?

La mujer termino siendo atrapada en una enorme red, en forma de pétalos de cerezo. Detras de ella, apareció una chica con un deslumbrante cabello negro, con cierto mechon verde que sobre salia de su cola de caballo.

— En serio, creíste que me dejaría caer en ese trampa para novatos.

La persona misteriosa se encontraba jugando con los Shuriken, que le habia lanzado la mujer malherida.

— ¡Tsk! Maldita seas Maeda Kazuki...

— No te atrevas a hablar de mi señor  de esa manera...

La chica de pelo negro se encontraba sosteniendo un kunai, apunto de ponerlo sobre la garganta de la mujer.

Hasta que Kazuki, la detuvo negándole con la cabeza.

— Renka basta, la necesitamos viva.

— Como desee mi señor...

Renka se terminó apartando de la mujer, dejándole paso a Kazuki, quien se acercaba a ella.

— Volvera a preguntarlo. Donde escondiste uno de los tesoros mas antiguos de mi familia.

Hyakka Ryouran: Moe Ninja GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora