¡MI SEÑORA! ||Thor x Lübu fem [shumatsu no valvirye]

cap 2

Abrumado por el fuerte despertar de su señor el sub general dejó de beber y corrió apartando la cortina de la tienda para verlo con ancias y lagrimas.

Lúbu seguia palpando su cuerpo como si fuera un cáncer venigno asomandose por la piel.. pero eran sus dos atributos exuberantes

Automaticamente el recien llegado soltó la cortina y se devolvio con las manos en la boca.

-Mi-mi.. señor..

Con mueca de asco el general resusitado palmeo su rostro y caderas para verificar que eran reales. No hacia falta mucha examinacion para saber a que fisonomia atribuir las formas.. ahora era una gran mujer

Maldiciendo en voz baja salió a la vista de todos y camino al fluvial mas sercano para observarse. Los soldados voltearon a ver a una mujer salir de allí y al mismo tiempo a su propio gefe sin entender nada al respecto. A los mas curiosos les fue dificil apartar la mirada, nadie podia dejar de observar esos grandes pechos sin mucho sustento rebotar pudorosamente.

Finalmente se oyó otro grito

-¡¡AAAHHHHHH!! ¿PORQUEE? ¡MALDICIOOOOOON!

sus camaradas tragaron mientras por sus espaldas se recorria un escalofrios con temor a aproximarse.

-¡Es un castigooo! ¡AAAHH!! -Quejó así un largo tiempo hasta que cayó la noche.

-Mi señor! -entro firme el sub-general.

La mujer seguia llorando entre mocos y mantas.

-¿¡QUEEE!? -preguntó de mala manera.

-Mañana sera convocado junto a los demas peleadores en la sala del valhala para charlar sobre algunos asuntos.. -miro el cuerpo del general- menores.. -tragó

Lubu gruño ante la idea de prescentarse de esa forma tan humillante ante todos.

-Le dare tiempo hasta mañana señor.. -aclaró para luego marcharse.

Lubu suspiró, puso una mano en el mentón y dejo que sus pensamientos fluyeran.

La ira que sentia y la fuerza brotar le hacían ver que ser mujer no era impedimento para ser un guerrero honorable hasta que lograse volver a la normalidad, mientras tanto se seguria esmerando en mantener la compostura ante todo.

No dejaria que eso le impidiera ser lo que siempre fue, queria mostrarse de una indole dominante y fiera. Si tenia que enfrentarse a las burlas lo haría, un guerrero no debia llorar por ese tipo de "desgracias" o como el pensaba.. las mujeres siempre eran inferior a los hombres o almenos desde su punto de vista, solo le incomodaba la idea de verse vulnerable.

Observando su cara en un espejo confirmo que no se veia tan mal despues de todo. Su piel se habia vuelto mas delicada y tersa simplemente, las marcas de guerra no eran tan profundas ahora. Su rostro era el de una adolescente enfadosa de labios gruesos y ojos alargados con muchas pestañas arqueadas. Sin barba y marcas era extraño reconoserse, era como observar a una desconocida que decia ser sercana a la familia.

Cuando cayó la noche se ordenó un jabalí gigante y mucho alchool con el cual beberia toda la noche con sus camaradas. Chen Gong estaba muy feliz de estar nuevamente con él, zhang Fei llego a guardar un barril solo para festejar y Guan yu le dio una palmada. A pesar de todo eso aun seguian anrumados por el cambio de su señor, lo veian tomar tragos mientras el rebose de su jarro caia en sus pechos. Liu Bei como buen sabio hablo

-Estar en prescencia de nuestro Lubu sin duda es grato, pero aún así hay algo que no me termina de gustar..

- Es sierto, que piensas hacer con éso -señalo Guan Yu.

Lubu gruño mientras terminaba de beber y limpiarse.

Todos lo vieron ponerse de pie firme.
Indignado se fue solo al lago

Lui Bei notó con tristesa que ahora solo comía la mitad de sus porciones, no disfrutaba de ese tipo de cambios.

-Animate Liu.. ya pronto todo volvera a ser como antes -dijo zhang lanzando un escarbadientes a la fogata y dandole una palmada en el hombro.

-Si, es sierto, de un modo u otro sigue siendo nuestro general, no hay que burlarnos de el solo por eso.. -hablo ahora de pie- Buenas noches señores.

-Buenas noches.

Con esto los tres se retiraron y todo el campamento comenzó a dormir. A lo lejos se veía esa gran muralla dorada donde habitaban los dioses.

Lubu se miró en el reflejo de la luna en el agua.

-Hubiera muerto como una leyenda.. -se adentro hasta la sintura y siguió caminando- en lugar de vivir lo suficiente para ser una escoria..

Su voz de mujer le causo un suspiro.

Desnudo tomó un largo baño fresco para despejar sus ideas, lavó su pelo y se observó. Ahora tenia menos bellos que antes, su altura no cambió pero ya no tenía mas que verificar. Paso de sentirse incomodo por un buen tiempo a ahora aceptarlo.

...

A la mañana siguiente los dioses se encontraban fuera de las puertas del valhala esperando inpacientemente la llegada de los conbatientes. Sasakise presentó junto con poseidon y los demas llegaron simultaneamente. Thor se mantuvo esperando al general Lubu hasta que todos decidieron por entrar y ya no tenia otra opción que adentrarse con ellos.

De pronto la tierra se estremeció con la orda de soldados cabalgando, Todos se detuvieron y en una digna prescentacion. Lubu miró al dios de pie serio y bajó de Liebre Roja. Zeus sonrió y siguió caminando junto a hermes y Adán hasta dentro del valhala

Thor formo una sonrisa y camino hasta su encuentro.

A pesar de su casi sospechosa condicion no se nego a un fuerte abrazo cuando lubu se estampo entre sus brasos. Al comienzo fueron como hermanos hasta que poco a coco los pechos de la guerrera lo estaban estrujando contra el probocando un leve sonrrojo en el por la acción inconciente del contrario. De todo modos seguia siendo el mas maravilloso reencuentro para ambos, los dientes de ambos reflejaban lunaticamente el brillo del sol apretando con mas fuerza mientras la asiatica buscaba un intento casi imposible de unir su vientre con el de su compañero impedido por el espacio que tomaban sus grandes atributos.

Lubu: me alegro de volver verte..

Thor: estamos igual -hablo con una felicidad casi asfixiada.

El abrazo continuó

Thor: lubu.. escucha tus..

La guerrera se separo con seriedad y se observó en la situación, luego se extrecharon las manos en alto con fuerza casi identica. El viento soplo arrastrando unas ojas y moviendo el largo pelo rojo del dios satisfecho que saco una sonrisa a Lubu

-creo que esta siendo hora de entrar mi señor -habló con las manos en plegaria el consejero.

Ambos asintieron a entrar.