Capitulo 2

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Autor original: Accipitae

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Nunca encontraron a sus familiares. La Sra. Cole había buscado, pero con tan poca información dada, no había nada que pudiera hacer. Una semana después de aparecer desnudo y cubierto de cenizas en el escalón de entrada del orfanato de Wool, se decidió que no había otro lugar al que pudiera ir, por lo que Harry Boyd se convirtió en uno de los residentes del orfanato.

Tomó un tiempo, pero eventualmente Harry se acostumbró a su nuevo nombre y a no ser llamado Boy o Raro. Solo tomó unos meses antes de que comenzara a pensar en sí mismo como Harry también. En cuanto al apellido, bueno, Harry nunca recordaba cuál se suponía que era. Sin embargo, la Sra. Cole había decidido que había escuchado mal a Harry cuando se presentó por primera vez y así fue Boyd.

A Tom no le había gustado mucho, cuando se enteró. "Podrías haber tomado mi apellido en su lugar". Había dicho, los colores girando alrededor de la coronilla de su cabeza. "Eres mío, eres como yo, deberías tener mi apellido también".

Harry se conmovió y decidió que su nombre sería Harry Riddle incluso si los papeles guardados en la oficina de la Sra. Cole dijeran lo contrario. Realmente no importaba lo que dijera un trozo de árbol muerto de todos modos. Tom dijo que Harry era suyo y lo era.

A medida que pasaba el tiempo y Harry se acostumbraba a la rutina del orfanato, el armario debajo de las escaleras se convirtió cada vez más en un recuerdo lejano. Harry todavía tenía que hacer las tareas del hogar, pero eran cosas fáciles como barrer o quitar el polvo, y tenía a todos los demás niños para ayudarlo. Tenía una habitación en la que podía estar de pie y caminar, incluso si era mucho más pequeña que las dos habitaciones de Duddley. Y tenía un amigo con quien compartirlo, uno que no era solo una araña sentada en silencio en la esquina.

Harry decidió que le gustaba vivir en Wool. Tom pensó que estaba loco, que cualquier lugar sería mejor que su diminuta habitación, pero luego Harry le contó un poco sobre vivir con su tía y su tío y Tom se había sentado en silencio en su cama durante mucho tiempo, con el rostro inexpresivo pero los colores debajo de su piel arremetiendo con rabia.

Los otros niños eran toscos y mal hablados. Solían robarse unos a otros, golpeaban y escupían venenosos insultos a quienes no les gustaban. Formaron camarillas muy unidas, rechazando nuevos miembros hasta que pudieran demostrar su utilidad. Los niños más pequeños se juntaron, los recién huérfanos se agruparon para protegerse hasta que pudieran encontrar su lugar, antes de que se les pusiera la piel dura. Harry trató de hacerse amigo de ellos, al principio. Los niños mayores, los que llevaban más tiempo allí, no confiaban en él. Lo ignoraron o trataron de empujarlo. Probando los límites de lo que Harry estaba dispuesto a soportar, lo fácil que sería usarlo. Harry empujó hacia atrás, con Tom a su espalda, y los niños mayores pronto aprendieron que era mejor dejarlo solo a menos que estuvieran buscando pelea.

A los niños más pequeños les gustaba Harry. Aquellos que habían estado en Wool's poco tiempo más que él lo invitaron gustosamente a sus juegos. Harry, sorprendido y asombrado de que alguien realmente lo quisiera , aceptó con gusto sus ofertas.

Harry descubrió que a Tom no le gustaba compartir. Comenzó robándose a Harry, exigiendo su atención. Cuando eso no funcionó a su satisfacción, trató de asustar a los otros niños, lastimándolos. "Eres mío, eres mío . No pueden tenerte —dijo, sujetando dolorosamente a Harry por el brazo. Harry quería gritar de vuelta, decir que no era de nadie, decir que podía hacer lo que quisiera. Pero no quería perder a Tom, Tom que lo quería primero.

Y se sintió halagado, extrañamente contento, de que alguien quisiera al estúpido y extraño Harry para el solo.

Eventualmente, Harry decidió que no necesitaba a nadie más que a Tom. Tom, Tom solo. Nadie más importaba. Nadie más miró a Harry .

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