Era una tarde de primavera y me encontraba en el claro al que solía ir de pequeña con mi madre. Allí jugábamos en el pequeño estanque. Ahora estaba sólo con la compañía de mi perro, en el que siempre confiaría para protegerme. Esa tarde todo transcurría tan normal que hasta aburría, pero de un momento a otro todo se volvió oscuro y mi perro ladraba sin cesar. No lograba distinguir nada a mi alrededor, parecía un agujero negro. De pronto empecé a sentir un vacío en el estómago como cuando vas cayendo. El dolor me hizo cerrar los ojos y cuando los abrí me encontraba en una vieja casa de aspecto rural. Me paralice del miedo pero aún sintiéndome aterrorizada me levanté y salí de la habitación en la que me encontraba. Al salir me encontré con un pasillo que parecía ser infinito, lleno de puertas. Algunas conducían hacia habitaciones llenas de sangre u objetos de tortura, menos una, en la cual solo se encontraba una pequeña cama y una casita de muñecas. Cuando entré me sentía algo segura, tanto que me senté en la cama a tratar de digerir un poco lo recién ocurrido. De repente sentí una inquietud y me volteó hacia donde inicialmente era solo una pared. Me encontré con una gran cantidad de muñecas, algunas como nuevas, otras rotas y sucias o simplemente constaban de una cabeza. Aquello me dio tanto miedo que me paralice. Intenté gritar y no salía ningún sonido. Corrí hacia donde se supone que esta la puerta pero en cambio había una pared totalmente manchada de sangre. Escuché un ruido a mis espaldas, me volteé lentamente consumida por el miedo y los nervios. Al hacerlo me encontré con una desagradable sorpresa: Mi perro siendo torturado y luego asesinado por esas malditas muñeca. Quería ayudarlo pero por mucho que intenté no podía moverme, cuando cayó al piso sin vida fue cuando recuperé el control de mi cuerpo y corrí hacia él directo a abrazar su cadáver. No paraba de llorar y luego de estar unos minutos así lo solté y pensé en que ese podría ser mi final. Me levanté y ví hacia la pared en la que debería estar la puerta. Esta vez si había una, pero no la misma por la que entré. Una puerta metálica como la de los quirófanos se encontraba frente a mi. No quería cruzarla pero era mi única salvación. Agarré todo el valor que pude y me encamine hacia la puerta. Al cruzarla me encontraba en las afueras de una casa que a pesar de que tenía un aspecto lindo y cálido daba una mala sensación. En este punto ya no me importaba lo que pudiese suceder...
^_^ ^_^ ^_^^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^
Holiwis Pequeños Pandicornios del mundo \(^_^)/
Que les parece mi primera historia ?
Se que el contenido no es muy bueno pero hay que considerar que es la primera vez que lo hago
Denme una ternurita de estrellita
Y hagan que otros tiernos pandicorniios lo lean
Dejen su opinión en los comentarios.
Muchos abrazos y besos con nutella
