Capitulo 1. La Mañana de mi vida.

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Algunos humanos creen que la vida de un dragón, es larga y llena de riquezas, pero se equivocan, en los cuentos infantiles, los dragones viven en grandes castillos cuidando de princesas malcriadas evitando que tengan su final feliz, otro cuidan grandes tesoros o maldiciones, ni una de esas es ciertas, feliz seria si fuera así, pero en realidad no lo es.

Aquí comienza, la historia, un joven que es diferente, la historia de un joven dragón, pero no cualquiera, el último dragón puro.


Hace varios miles de años nací en una colonia de dragones donde en ese momento yo era el primero, que nacía hace varios cientos de años, era extraño pero era como una esperanza para aquellos que creían que nuestra estirpe se extinguiría.

Comenzare por mi familia.

Mi madre una hermosa dragona de Sombras, su forma humana era preciosa, enamoraba a cualquiera, largo cabello negro como la noche que casi tocaba el suelo, adornado con plumas de colores brillantes y trenzas decoradas con listones y gemas colgando, piel blanca y suave como la nieve, con bellos ojos Rosas, como los pétalos de cerezo claros y hermosos, la mirabas y ese par destellante de gemas te atrapaban en un sueño, así debía ser después de todo ese era su poder especial, gentil con cualquiera, amante de los niños siempre quiso una hija a quien enseñar, pero, así de bella, amable y exótica como la miraban todos, era temida por cualquiera que se atreviera a ofenderla dentro de la colonia, no era de menos, después de todo ella era la líder de aquel pequeño grupo de viejos dragones, pero al que debían temerle mas era a mi padre, un viejo dragón de rara especie, un dragón Esmeralda, extraño verdad?, no importa, su apariencia era de temer, su piel clara pero áspera como la de una roca, sus ojos azules y fríos, es como sumergirse en el mar con aguas heladas, pocas veces brillaban esos ojos, su cabello largo hasta la cintura sujeto con una media cola de caballo y adornado con plumas largas color negro, era todo lo contrario a mi querida madre, era frio y distante, cruel con quien se lo merecía, sin miedo de castigar, ni pudor de matar, temido y respetado por cualquiera quien se atreviera a verle a los ojos, amo y señor de todo, bueno, es lo que me contaron todos.



Luego de arreglar asuntos familiares, mi bella madre me dio a luz una fría noche de invierno, era el último mes de invierno y la noche más fría de este, tuvo mucho dolor y algunos inconvenientes al momento de mi esperado alumbramiento, Mi padre aterrado, creyó que su amada esposa y reina no lo conseguiría, hasta que en medio de la silenciosa noche, se escucha un llanto.

- ¡Mi señor! -

sale un hombre con blanco cabello de la habitación

- ¡¿QUE PASO?! -

grito desesperado un hombre de unos 2 metros de alto con una larga capa y una vestimenta señorial

- nació... es un varón -

dijo temiendo de una reprimenda por haberle contestado, pero en vez de eso vio como su señor entraba corriendo a ver a su amada y a su pequeño primogénito


Mi maestro me dijo que esa vez fue la primera y única en muchos siglos en la que vio sonreír a mi padre pero no la ultima.


- Mi amor, ah mi querida Smarágdi

entro el gran señor de manera apresurada, preocupado por el estado de su amada y su recién nacido

- hola mi rey Umbra-san

le sonrió la mujer mostrando sus grandes pero relucientes dientes, sostenía un bulto en sus manos, cubierto por unas pieles suaves y calientes, el hombre se acerco lentamente, cauteloso de no hacer ningún ruido, vio como de ese montón de pieles se asomaba un pequeño rostro

El Ultimo Dragón (PAUSADA INDEFINIDAMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora