Capitulo 2. El Atardecer del dragón

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Luego de haber hecho ese pacto con los humanos, años más adelante cuando yo crecí lo suficiente para poder defenderme si era necesario, mi padre los invito al pueblo, mi madre y yo los esperamos en la entrada, mientras los guiaba junto con algunos de los mejores subordinados, me dijeron que este con mi madre y no me aparte de ella por nada, mi sensei aun seguía desconfiando de ellos, no creía que los humanos fuesen criaturas de las cuales debería confiar, pero mi padre, había hecho un trato, y lo cumpliríamos al pie de la letra.

Según el trato, permitiríamos que los humanos entraran a nuestro pueblo y si quería vivirán en el también, aun no comprendo que es lo que haces padre, somos dragones ellos nos temen e intentan matarnos, mi madre dijo que confié en el, que sabe lo que hace... supongo que no me queda de otra más que confiar en la decisión de mi padre.

Algunos de los humanos más importantes del pueblo vecino entran a nuestro territorio, son personas que parecen tener una apariencia de personas importantes, llenos de joyas y con ropa extraña, según lo que me informaron es que ellos son lo que los humanos llaman nobles, humanos con mucho dinero y tierras, que tienen a su disposición mas humanos de baja categoría trabajando para ellos, porque ellos se clasifican por cosas como esas?, tan importante es el tener esas cosas que brillan?, para nosotros son simples adornos que se le da a usar algunas Dragones de estirpe pura, como mi madre y algunas sacerdotisas, el resto normalmente usaban collares adornos y armaduras de plata como decoración, pero aun así no somos superiores unos de otros, todos realizamos los mismos trabajos, los mismos entrenamientos, las mismas actividades, la misma educación, pero parece que eso a los humanos se les hacia aun más extraño.

- Es aquí, esta es la entrada a nuestro pueblo...

Umbra para frente a una enorme puerta de madera que parece tener un dragón grabado, el hace una señal y la puertas se abren, todas las personas que están detrás de él se les ve desconfiadas pero aun así lo siguen al entrar


- Bienvenidos a nuestro pueblos, espero sea de su agrado, siéntanse libres de recorrerlo como se les plazca

Smarágdi y Sombra los reciben con una leve reverencia, sombra siempre permanece detrás de ella.


Algunos hombres quedaron mirando a tan hermosa mujer saludarlos al llegar, se preguntaron algunos si seria algún tipo de diosa por su belleza, la admiraron hasta que Umbra se acerco a ella y ver que Sombra salía de detrás de ella, sacando toda esperanza en los hombres en conseguirla, no era de menos una hermosa mujer como ella, no era menos que estuviera como la Reina de ese lugar, y con un hijo, futuro heredero, los humanos fueron guiados por la familia real por el pueblo, se veían casas enormes, aguas termales al aire libre sin ningún tipo de estructura cerca, campos en los cuales se veían tanto a mujeres como hombres trabajando a la par, pero todos sorprendidos de que el único niño pequeño sea el de la familia real, sin contar a los niños de nobles que habían llegado junto con las grandes familias, los guiaron hasta el centro del pueblo el cual era una enorme estatua de un Dragón que parecía ser de una extraña piedra de hermoso color azul rodeada con unas aguas cristalinas y arboles hermosos, a partir de ahí se les guio a cada familia a sus aposentos, casas enormes de mucha belleza pero al mismo tiempo al estilo antiguo, perfectas para familias pequeñas pero con muchos sirvientes, una de esas familias que se había mudado al pueblo era el clan Fujimori, una familia con gran prestigio que hoy contaba con el padre, la cabeza de la familia, Fudo Fujimori, su esposa y acompañante Keiko Fujimori, y su única hija Mitsuki, esta familia se estableció a una de los asentamientos cerca de la casa de la familia real.

Otra de esas familias humanas, era una que parecía tener mucho orgullo en sí mismos, caminaban y miraban con desprecio a todos, esa familia era el clan Murakami, consistía de la cabeza de la familia, Ryusei Murakami, hombre que perdió a su mujer en un grave accidente en su antiguo hogar, y sus dos hijos, el Menor Eita, que era un niño bastante engreído y travieso, y su hermano mayor Hiromu, que parecía ser más tranquilo pero con un aire de grandeza molesto, estos dos miraban a Sombra con algo de desprecio, por encima como si fuera solo una cosa, eso le molesto bastante al pequeño heredero, pero su madre sabia calmarlo de manera tranquila y sin que nadie lo notara.

El Ultimo Dragón (PAUSADA INDEFINIDAMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora