narración

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Sunghoon se terminó de duchar, caminó con cuidado hasta su habitación y se comenzó a vestir. Pensaba en Sunoo, tal vez tenerlo bloqueado por tanto tiempo no estaba bien, y en realidad no tenía derecho de enfadarse si no eran nada. El timbre sonó, rápidamente se puso la última prenda que le faltaba y abrió.

— ¿Qué tal, cariño? —dijo Sunoo, con un tono que hacía que un escalofrío recorriera la espalda de Sunghoon. Rápidamente él le cerró en la cara.

— ¿Qu-Qué haces aquí?

— Ábreme, bebé.

— Ugh, no hay nadie, es una contestadora programada.

La puerta se abrió, seguramente por la fuerza bruta de Sunoo.

Sunghoon corrió hacia el baño para esconderse, pero el pelirrojo lo vio y lo siguió pero no pudo entrar. Tomó su celular y le escribió un mensaje a Sunghoon, el cual no se pudo enviar porque Sunghoon lo había bloqueado hace tiempo.

"Me amas, lo sabes."

— ¡Desbloquéame de Thanks Cupid! —pidió Sunoo.

— ¡Nunca! —respondió Sunghoon.

— Hazlo o entro a la fuerza —Amenazó el pelirrojo, y segundos después su celular vibró anunciando un nuevo mensaje.

"Vete, ahora."

El chico sonrió y mostró sus bellos hoyuelos en sus pecosas mejillas.

"Déjame explicarte lo que en realidad pasó."

Del otro lado de la puerta se escuchó un bufido.

"¡No quiero tus "explicaciones"!"

"¿Cómo rayos entraste?"

Ahora fue Sunoo el que bufó. Sunghoon le encantaba, pero puede ser bastante... Complicado de entender.

"Sí que las quieres."

"Magia, bebé."

"Sal del baño, cariño."

Sunoo tocó la puerta con suavidad antes de enviar ese último mensaje, esperando que por fin, aquel chico de ojos grises, le abriera la puerta. Lo cual no sucedió.

"Estoy cagando."

— Por dios, Sunghoon —gritó Sunoo.

"Te vi meterte al baño corriendo cuando me viste entrar."

— Ugh, te odio —se escuchó del otro lado de la puerta, y segundos después un mensaje nuevo le había llegado a Sunoo.

".-."

Sunghoon se desconectó, y mientras salía de su escondite Sunoo le envió un último mensaje.

"Buen niño. :)"

Sunghoon terminó por salir, miró a Sunoo e hizo una mueca.

— Estoy aquí, y tu vida acaba de mejorar —dijo Sunoo con una sonrisa.

— ¿Qué es lo que quieres?

— Quiero que me escuches.

— Lo estoy haciendo.

— No la besé.

— ¡Eso no dice la foto!

Sunoo suspiró. Tomó a Sunghoon de los brazos y lo acercó a él, sintió como Sunghoon se tensó y mostró una sonrisa. Puede que Sunghoon sea más alto que él, pero Sunoo tenía cierta maña para hacer de Sunghoon alguien vulnerable y pequeño. Con ambos brazos hizo que el más alto se agachara para estar a la misma altura, y lo besó. Sunghoon no correspondió. Unos segundos después, el pelirrojo, se separó y volvió a suspirar.

— Esto fue exactamente lo que pasó con aquella chica —dijo Sunoo, esperó una respuesta del otro, pero no hubo alguna. Resignado, volvió a suspirar y salió del departamento.

Sunoo. ‹𝟹 Sungsun adap'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora