Capitulo 7: Los protegeré a todos

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Renuncia de derechos: Todo lo referido al universo de Kimetsu no yaiba le pertenece a Koyoharu Gotouge y el universo de Kōtetsujō no Kabaneri le pertenece a Wit Studio, sin embargo toda la historia me pertenece.

Aclaración: Para que no se sienta raro ya que la mayoría vio ambos animes en japonés, usare los honoríficos de los mismos, aunque anticipo que seguramente me equivocare.

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En el capítulo anterior:------------------------------------------------------------------------------------------

En el tren de los cazadores, se encontraba un pensativo Biba con clara frustración.

La razón era sencilla, era esa persona conocida como Kyojuro Rengoku ya que Mumei volvió con las manos vacías.

Ella le dijo que era imposible vencerlo y el no pudo reclamarle nada.

Tenía que tenerlo en la mira y asegurarse de que no se interpusiera en su camino y eso lo notaron las kabaneri.

Ya que su plan se pondría en marcha apenas lleguen a la siguiente estación.

Estaba cada vez más cerca de su venganza y la disfrutara al máximo.

Comienzo del capítulo 7: ---------------------------------------------------------------------------------------

Cuando el amanecer llego nuevamente, todos se despertaron y empezaron a hacer su rutina diaria.

Pero había una diferencia en esta ocasión, ambos trenes, el Kokujou y el Koutetsujou no habían ingresado a la siguiente estación.

Era conocida como Iwato y la razón de lo ocurrido era desconocida por la mayoría de las personas, inclusive para el Pilar.

Los que si sabían la razón, eran toda la tripulación del Kokujou, ya que el Shogun tenía miedo de Biba, su propio hijo.

Se veía como todos se bajaban del tren y entraban por la puerta de la estación caminando.

Kyojuro con Ayame, Kurusu e Ikoma caminaban tranquilamente.

Aunque el kabaneri se le veía una cara pensativa, lo que se notaba de lejos.

Kyojuro: ¡Estás pensando en ella Ikoma-shonen! ¡¿Me equivoco?!

Ikoma: ¡Ehh...espera, no es lo que parece!

Kyojuro: ¡Jajaja, no te preocupes, Mumei-shonen estará bien! ¡De lo contrario ambos la salvaremos!

El cazador de demonios dio varias palmaditas en la cabeza del joven kabaneri y este solo asintió algo sorprendido.

Para de después seguir su recorrido, y con todos los demás tripulantes llegaron a una zona donde podían dejar sus cosas.

Muchos se preguntaron por qué los guerreros y el propio Biba no iban con ellos, pero no se preocuparon mucho con la presencia del Pilar.

En el grupo ya conocido, se encontraban dialogando sobre los planes que tenían cuando llegaran a la última estación.

Kyojuro: ¡Cuando Mumei-shonen regrese y estén a salvo en la fortaleza del Shogun! ¡Volveremos a esa montaña y su entrenamiento comenzara!

Esto lo decía mientras su haori llameante se movía con el viento con gran entusiasmo.

Tales palabras hicieron sudar frio a Takumi ya que se imaginaba que sus amigos la pasarían muy mal al comenzar su entrenamiento.

Cazador de KabanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora