[Oh, Force]

[Atracción]

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#Día05

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Din Djarin era un hombre de pocas palabras.

Su familia siempre había servido en el ejército y él no fue la excepción, cuando cumplió la mayoría de edad se enlisto sin dudarlo.

Había conocido a Omera durante unos de sus permisos.

La chica realmente había encantado a su corazón. Después de dos años de noviazgo Din le propuso matrimonio.

Si bien fue una sorpresa que alguien como ella aceptará casarse con un hombre que la mayor parte del tiempo estaba ausente, su esposa jamás se quejó.

La amaba por comprenderlo. Por aceptarlo tal cual como era.

Fueron seis años fuertes y complicados, pero siempre se las arreglaba para regresar a su lado.

Sólo que algo cambió cuando regresó ese día.

Su esposa no estaba para recibirlo.

Cuándo fue a buscarla se enteró de una amarga noticia.

Su esposa había fallecido en el parto mientras estaba de servicio.

Djarin nunca imaginó que la vida se burlará de él de esa manera. ¿Cómo siendo él quién vivía con más posibilidades de riesgo de muerte su esposa, siendo una maestra de preescolar se iría antes que el de ese mundo?

Sin tener algún otro familiar cercano, le notificaron que su pequeño sería dado en adopción ya que el no podía cuidar de él.

No lo permitió por ningún maldito motivo.

Aún cuando no sabía nada de cuidar a un bebé decidió dejar su carrera militar para dedicarse tiempo completo a su pequeño.

Viudo y con un pequeño hijo que mantener tomó el primer empleo que le habían ofrecido.

Uno tras otro para cubrir sus gastos.

Grogu era lo único que tenía, su pequeño era lo más importante en su vida.

Jamás imaginó que terminaría convirtiéndose en un profesor suplente de Historia en la Universidad de Minesotta.

Luego de dos años dando clase, para su mayor sorpresa; le terminaron contratando oficialmente.

Si bien lidiar con mocosos hormonales y creídos era una parte odiosa de su profesión para la cual no firmó, sabía arreglárselas por su cuenta.

¿Qué jodido fetiche tenían los Universitarios de hoy en día con acostarse con uno de sus profesores?

No quería ni imaginarlo.

Como si no hubieran suficientes hormonales de sus edades para perder el tiempo.

El sólo hacía su trabajo y regresaba a cuidar a su hijo.

Era lo único que le importaba.

No le importaba que sus pocos amigos le dijeran que no era para nada sano dedicarse sólo a la paternidad.

¡Seguro!

Era sencillo para Boba Fett y Cara criticarlo cuando no tenían hijos o estaban casados.

Después de terminar de conversar con uno de sus colegas regresó a su oficina para recoger sus cosas.