Zapatos

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Hace algunos días me encontraba acostado en mi cama, con muchas cosas que hacer, pero sin ganas de hacerlas, boca arriba estaba, mirando las imperfecciones en el techo de mi casa, después de un tiempo, como si de un acto de coito se tratara, decidí cambiar de posición, para no llegar al éxtasis tan rápido, en mi caso quedarme dormido, a lo que mi cuerpo quedó de costado y mi cabeza mirando el portátil sobre la mesa de estudios, el cual se encontraba encendido y con muchas tareas inconclusas de la escuela, las  cuales me miraban con ojos acusadores, deseando tener voz para poder llamarla a ella, la jefa, quejarse y así lograr su enojo sobre mi para a sus órdenes tener que terminarlas.

El ambiente se volvió muy tenso en tan solo 10 segundos y aun era muy pronto para volver a cambiar la forma de mi acostar, a lo que decidí cambiar la vista tan solo unos grados hacia abajo, donde se encontraba acomodado todo mi calzado. Algunos de ellos ya estaban bastante gastados, otros prácticamente eran nuevos, también habían otros con algo de polvo del tiempo que no los usaba y mirandolos me hacían pensar en lo mucho que había cambiado mi vida desde la última vez que los usé. Mirando me di cuenta de algo que ya había notado antes, mi zapatera es muy pequeña, tampoco es que tenga tantos como para comprar una más grande, tampoco es que tenga el dinero para reemplazarla, pero a pesar de todo eso a mi mente venía una pregunta ¿ de qué tamaño tendría que ser una zapatera en la que cupiese todo el calzado que he tenido en mi vida?  Realmente me fue imposible responderme, pues mi mente se estancó solo pensando en los pocos que tuve en mi adolescencia, pero esta contrariedad producida por mi memoria estándar de mortal, no me desanimó, porque a mi mente vinieron imágenes de algunos de mis zapatos favoritos de aquella época, a lo que mi boca dibujo la misma sonrisa en mi rostro que hacía varios años había tenido cuando los recibí. Realmente en ese momento deseaba tener en mi poder esos pares que tanto me gustaron, ni más ni menos, si al final había pasado mucho tiempo desde que dejaron de existir y aún me seguían gustando, la verdad no entiendo el propósito de comprar más zapatos por una moda pasajera si los que tienes aún siguen nuevos, tampoco le encuentro lógica a tener estantes llenos de ellos y que solo me ponga los más usados del momento, quizás sea mi cabeza neandertal, influenciada por vivir en un país tercermundista con altas influencias comunistas, la que me lleva a tener estos razonamientos tan absurdos, pero realmente mientras pensaba, mirando aun la zapatera, llegue a una conclusión, la cual a diferencia de otras no tuve que esforzarme para encontrarla, esta fue  que el valor de todos los zapatos que tengo no se compara con el valor de un simple par de zapatos de diseñador, a lo que me preguntaba ¿que diferencia el uno de los otros?, ¿acaso sería el material, la durabilidad, la estética, la apariencia? no se, creo que lo único que los diferencia es que unos dicen Gucci, Zara, Nike  u otro nombre y que solo se hicieron unos pocos en todo el mundo, porque cuando veo a los famosos en las alfombras rojas exibiendolos no me llaman la atención, algunas veces hasta los llego encontrar feos y excéntricos pero no se, la personas me critícan por mis críticas, quizás si en vez de usarlos ellos los usara yo, si ocasionaran más burlas. 
¡Cuán desperdicio de dinero ! decía una voz en mi cabeza, mientras miraba los zapatos más baratos que tenía, y continuó diciendo ¡unos embolsan sumas millonarias por un calzado que muchas veces llega a ser incómodo, mientras otros ahorran meses y meses porque por cuestiones de salud solo pueden usar un tipo de calzado y en algunos casos lo que necesitan es una prótesis! ¿a donde ha llegado esta sociedad, donde muchos por encajar prefieren atrofiar sus pies? todo eso decía la misma voz.

Y es que ya muchos no buscan comodidad y bienestar para sus pies sino reconforte para sus ojos y los ojos de los otros, de los cuales anhelan captar su atención. Mientras tanto más preguntas surgían¿ qué haríamos en otra época sin tanto calzado? o ¿qué harían los de otra con tantos? bueno otra una de esas preguntas sin una respuesta concreta y con muchas especulaciones para alcanzar un resultado, quizás ellos no entiendan el porque de tantos y se burlen de lo mucho que nos hemos atrasado con respecto a ellos teniendo más avances, quizás se entristescan por no encontrarle un porque a tanta variedad tan absurda o puede ser que sigan nuestro rumbo diseñando y usando zapatos sin un objetivo práctico en concreto. Mientras creo que nosotros después de un tiempo nos daríamos cuenta que realmente no valía la pena tanto afán por tener siempre algo diferente cubriendo nuestros pies y a su vez aprenderíamos a apreciar cosas de la vida que se nos escapan por tanta banalidad, puede ser también que aprendiesemos a valorar nuestros pies que al fin y al cabo son los que nos han llevado de un lugar a otro, a pesar de los pesares, pero bueno creo que estoy siendo muy optimista con nosotros, quizás no lo superemos y empecemos a innovar hasta llegar nuevamente a lo que somos hoy.

Al instante de pensar esas cosas me dije, estoy siendo muy duro con esta sociedad, claro eso porque a mi mente anteriormente habían venido modelos de calzado que realmente a lo largo de estos tiempos han ayudado al hombre en su día a día, pero la desilusión regreso a mi cuando analizaba que las grandes campañas de marketing no se las hacen a productos como esos, sino a calzados tan bellos y tan glamurosos que te harán ver más sexy, mas fashion, mas único, a ti y miles de personas más que viendo el mismo comercial y lo preciosos que le quedaban al modelo, decidió comprarselo. También zapatos tan livianos que te harán sentir que no llevas nada puesto son  también dignos de una gran campaña de marketing y de estos compramos solo para correr unos pocos kilómetros, cuando en la antigüedad se recorrían más distancias con los pies descalzos, ¡pies descalzos! me dije mimientras imágenes de mi infancia inundaban mi cabeza, imágenes en la que con mis pequeños y sensibles pies andaba y corría por todas partes totalmente descalzo. Vidrios, piedras, espinas y toda clase de cosas se enterraban en ellos pero al parecer a ese niño no le interesaba, pues tan solo se lo sacaba y continuaba con la actividad que estaba realizando, cuantas cosas hacía con mis pies descalzos incluso tomar y lanzar piedras con tal fuerza y velocidad como si de una mano se tratara. Pero ahora despues de tanto tiempo "protegiendo mis pies"  es cierto que son menos los golpes, magulladuras y cicatrices que tengo, pero a su vez los siento más sensibles cuando camino descalzo por la calle por alguna razón x, ahora me siento incómodo haciéndolo, además del ligero dolor y que la velocidad de mi caminar ya no es la misma, a pesar de dar pasos mas largos ahora, y esto me hizo preguntarme ¿cuál práctica me hizo más daño, caminar descalzo o con calzado?
Cuantas ideas inconclusas venían a mi cabeza para responder esa pregunta, por una parte no quería quitarle ciertos créditos a ciertos calzados y por otra parte no podía dejar de ver como usar calzado nos había vuelto en cierto punto débiles. También venía a mi mente otra pregunta y esta era ¿porque causa han existido más accidentes y muertes, por usar calzado o por no usarlo? es obvio que antes era muchas las infecciones que llegaban por golpes en los pies y ahora solo viendo una entrega de premios observaremos a alguna famosa caer debido a sus altos tacones.

Fueron unos buenos e intensos 3 minutos analizando cual había hecho más daño, para al final llegar a la conclusión que muchos han llegado antes de mi y muchos llegarán después de mi, el daño no esta en ponerse o no ponerse calzado sino en nuestra cabeza, en nuestro retorcido cerebro que no se sacea con nada. Creamos algo supuestamente hermoso y pagamos para cubrir algo que ya es hermoso, perfecto y por demás no tuvimos que pagar por el, tampoco es que dimos gracias sabiendo y viendo que otros no corrieron con la misma suerte, pero bueno así de inconforme es el hombre, algunos rogando por tener piernas tan solo por un día y poder sentir el suelo bajo de ellas, la hierva, el agua, la arena poder pisar el mundo, mientras otros quisieran un par de zapatos más caro que el anterior que se compraron, otros quieren un par de zapatos porque les molesta sentir la hierva, la arena, el suelo,  pero a veces solo aprendemos a valorar las cosas cuando no las tenemos¿oh esta sociedad a donde irá a parar? bueno esta fue la última pregunta que me hice, la cual se quedo sin respuesta, pues sentí la voz de mi madre llamandome para realizar alguna tarea, la cual puede haberla hecha descalzo, pero decidi usar calzado, para no ensuciar mis pies.

Es Así y no de Otra formaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora