Behind me.

50 3 2
                                    

Somchai estaba en la habitación especial para recibir visitas, de fondo se podía escuchar el leve sonido de los pájaros en los distintos árboles que se encuentran a las faldas del templo, él se encontraba con sus ojos cerrados en una posición de meditación, sus días siempre son así es una rutina diaria, pero eso no la hace menos divertida, a su modo. Para Somchai el olor del incienso junto a los primeros rayos de sol asomándose son la mejor combinación para una buena relajación.
Pasan las horas y Somchai comienza a escuchar pasos, lo cual no le sorprende, ya que es muy común, pero estos pasos son distintos a los comunes, estos son pasos apresurados, alguien viene extrañamente rápido. Los pasos se detienen frente a él, escucha la respiración agitada de un hombre joven, Somchai abre sus ojos para observar a aquel chico.
El chico rápidamente hace un saludo tradicional conocido como "Wai" que consiste en juntar tus manos y hacer una reverencia, Somchai repitió la acción, mientras le ofrecía un espacio para que el chico se sentara y pudieran hablar más cómodamente.

-"Sawadee krap" - pronunció el chico antes de terminar el Wai.
-"Sawadee krap" - Devolvió el monje.

Aquel chico, al fin se sienta frente a él.

Somchai, observa detalladamente al chico, le recuerda a él en su juventud, aunque ese no es el tema importante, detrás del chico hay 4 fantasmas, que por sus ropas no pertenecen a las mismas épocas.

-"¿Cuál es tú nombre?" - Preguntó Somchai.
-"Soy Klahan, señor. Ah! Le traje una ofrenda"- sacó de su bolso unas cuantas bolsitas de regalo, las cuáles entregó con su mano derecha.
-"Muchas gracias, ahora, cuéntame tu historia."- agradeció con una muy linda sonrisa.
-"No sé por dónde empezar, bueno, hace algunos días atrás..."

Klahan se encontraba en su hogar, ya era tarde, se estaba preparando unos bocadillos para poder ver alguna serie antes de dormir, en eso, escucha el sonido de cuadros cayéndose; sorprendido por el estruendoso golpe, le resta importancia.

-"Tal vez el cuadro estaba mal colocado, terminaré aquí e iré a revisar."- se intentó tranquilizar el chico.

Otro golpe más.
-"Uy! debo revisar siempre que empiezo a colocar cosas, y sobretodo revisar que estén bien puestas para que no se rompan"- exclamó indignado el chico.

Klahan al terminar su trabajo en la cocina fue a revisar qué cosa se había caído, no tenía animales entonces ¿porque?.

Recogió cada pieza del cuadro y un poco más allá había una taza rota también, «por lo menos no era mi taza favorita» pensó el chico.

Un escalofrío recorrió toda su columna vertebral, causándole piel de gallina, sentía que algo estaba detrás de él, corrección, algo está detrás de él; el terror invadía todo su cuerpo, «no quiero voltear, no quiero voltear, NO QUIERO VOLTEAR» pensaba. Con el peor pavor del mundo comenzó a girar su cuello, cada segundo pasan tan lentamente, es como si cada segundo durara una hora.

-"Oh por dios!, aaah!" - Gritó del miedo, sus piernas comenzaron a temblar, sus ojos parecían que iban a saltar de sus cuencas.

El fantasma por el grito, se esfumó.

Klahan no sabía si lo que había visto era real o era causado por su imaginación, prefirió dejar todo eso de lado y simplemente acostarse a dormir, para descansar, ya que, le echaba la culpa al cansancio.

Dios estuvo toda la madrugada estudiando y ¿ahora tiene alucinaciones? No puede ser.

Y así siguieron pasando cosas en aquella casa, Klahan, estaba aterrorizado, esto ya no era normal ni era parte de su imaginación, han aparecido cuatro fantasmas frente a él, de los cuales no recuerda ningún detalle.

Behind MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora