𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸

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⁶ ᵈᵉ ʲᵘⁿⁱᵒ ᵈᵉˡ ²⁰¹⁸

Dalila Still

-Eres el amor de mi vida, nunca te olvidaré -sujeta mi mano, no me mira a los ojos, creo que llora pero no logro ver su rostro- Dime que estarás conmigo sin importar que...

-yo.. -sube sus manos hasta mi rostro y lo sostiene con ambas manos levantandola ligeramente para que sus ojos conecten con los míos, no logró ver su cara con claridad

-sabes que yo nunca te haría daño verdad- dice, acerca su rostro al mio, puedo sentir su aliento cálido, y deja un suave beso en mi nariz- eres tan hermosa miel

-Te amo...

Escucho un sonido no se de donde viene pero creo que se me hace conocido, todo se hace borroso el desaparece y despierto de aquel sueño..

-otra vez...él...-apagó la alarma y veo la hora son las 6am, tengo que empezar arreglarme o no estaré lista para cuando Brenda pase por mi

Empiezo a levantatme poco a poco mi habitación queda en el tercer piso de la casa, no es muy grande y en ella hay un baño, según mi padre para que el pueda demorarse en el baño sin que yo le meta prisa, tomo la toalla que esta detras de la puerta del baño y me voy quitando la ropa, odio bañarme por las mañanas pero ayer me quedé dormida pronto y no me dio tiempo, me meto a la ducha meditando si huelo tan mal como para que me sacrifique, enciendo el agua y esta cae sobre mi

-Dios!! Esta muy fríaa- si antes no estaba del todo despierta esta hace que de golpe active todo, empiezo a dar saltos- esto es una tortura- las duchas mañaneras son las más rápidas

Después de la corta ducha voy en busca del uniforme del Colegio me visto como una ráfaga fuerte de viento, odio estudiar por la mañana.

Observó mi reflejo en el espejo, y aunque suene muy tonto no me gusta lo que veo, el amor propio nunca ha sido mi fuerte, no me gusta como soy, no me gusta nada de mi. Pero no hay tiempo para lamentarse por no hacer hermosa, salgo del baño y tomó la mochila. Me dirijo al pasillo mi casa tiene muchas habitaciones creo que en total son 10, no es por ser presumida pero gracias a mi abuelo tenemos esta casa, le debemos mucho a él.

Bajo las escaleras y hay un intento de caída pero me logró sostener de la barandilla.

-Dalila eres tú? - escucho a mi madre, debe estar en su habitacion, la cual queda casi al lado de las escaleras de la segunda planta

-si, mama- término de bajar las escaleras y me asomó a su habitacion- tengo prisa

-primero ve comer algo- esta sola en la cama, mi padre debe estar trabajando, mi padre desde los 15 años es carnicero empezó desde lo más bajo, y fue subiendo, ha pasado por todo los trabajos que tengan que ver con la carnicería, y ahora no estamos en la mejor etapa asique le toca hacer horas extras, se va a trabajar a las 2 am y llega a las 10pm, es una tortura porque aveces no puedo ni verle un pelo, y me duele mucho que el tenga que trabaje tanto por una injusticia, en su antiguo trabajo lo despidieron porque el jefe decía que el se había robado carne, cuando mi padre es una persona muy honrada el nunca tocaría algo que no es suyo, en sin gracias a eso le toca trabajar en un campo donde crían ganado para la venta.

-si señora- le digo a mi madre y bajo a la primera planta donde esta la cocina junto a la sala, tomó los dos sándwich que hay encima y me dirijo a la puerta, y cuando la abro veo a Brenda con la mano alzada hacia el timbre, seguro que iba a tocar que no quería despertar a mi madre aunque ya está despierta.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐂𝐚ó𝐭𝐢𝐜𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora