Y ahí estaba yo. Sentada en mi cama, viendo el suelo y esperando a mi padre. Dijo que tenía algo importante que decirme, más bien, estoy segura que es por lo de ayer.
Mire a la puerta y vi como la silueta de mi padre se asomaba por la puerta, para luego entrar a la habitación.
—015, tengo cosas que hablar contigo.— dijo. Yo lo mire seria, sabía porque era.
— como sabrás, ayer mientras miraba las cámaras vi algo...extraño por así decirlo. — dijo y me miró serio.
— yo...yo se de lo que hablas. — dije mirando mis manos para luego mirarlo a él. — si yo fui la que le tiro la pelota de metal a 011. — hable otra vez, seguía mirándolo un poquito más seria que antes.
— me gustaría saber por qué. — dijo
— estaba tratando de levantar la pelota desde mi lugar sin verla y de un momento a otro se me fue. — dije inocentemente por así decirlo.
El solo me miró, sonrió y decidió salir de mi habitación. No sabía bien si me creyó, pero espero que si.
(.....)
Estaba acostada en mi cama viendo la pared, esto es muy aburrido. Hasta que llego el rubio y me llevo a la sala de juegos.
Me sente en uno de los escritorios, estaba tranquila dibujando un monstruo, otra vez...
Escuche como la puerta se abrió y mi padre entró, miró a su alrededor y luego fue con 010. Se sento a su lado y le dijo:
— es tu favorito o no?— este estaba jugando con la bola que predice el futuro— ¿cómo te sientes hoy?— 010 dijo: " bien" — ¿quieres tomar más lecciones? — preguntó y 010 movió la bola y dijo si— eso. — dijo y se levantó con mi hermano atrás, para irse de la habitación.
011 estaba a mi lado, vi como ella estaba atenta a lo que decian. Se ve que no le dolió mucho mi pequeño golpe.
Esta se levanto segundos después para decirle algo al guardia. El cual se la llevo de la habitación. No le di tanta importancia.
(....)
Volví a mi habitación y me acoste en mi cama. Estaba tranquila, iba a dormir hasta que escuché un ruido y gritos. Algo malo estaba pasando.
Me levante lentamente de mi cama y abri como pude la puerta, vi como los niños corrían, ok esto me daba miedo.
Sentí como la puerta se abrió por completo y caí al suelo. Era el rubio, aunque no era tierno como siempre. Tenía maldad en sus ojos.
— pequeña, ven. — dijo y me extendió la mano con su típica sonrisa. — conmigo estarás bien y con 011 también, seremos libres, conocerás el mundo.– dijo.
No estaba entendiendo bien lo que pasaba, pero vi toda su camisa manchada de sangre. Lo miré asustada y me aleje, a lo que este reacciono raro.
— ¿ Qué ocurre pequeña? — preguntó y se acercaba a mi. Yo me aleje asustada.
Entonces vi como las paredes estaban manchadas de sangre, sangre de los niños.
— ¿ Qué es eso? — pregunte mirando atrás de el. Este se dio vuelta y aproveche el momento. Salí corriendo y fui directamente a la sala de juegos, esperaba que papá estuviera ahí.
