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-No eres digno de ser un cazador de demonios, eres tan débil que me avergüenza que seas un pilar, por eso yo te quitaré tu rango, te irás de la organización y jamás volverás.
Las miradas recayeron rápidamente en ti.
La mayoría de los pilares te miraron con desprecio y arrogancia, asta el mismísimo patrón te miraba de la misma forma.
Solo dos eran diferentes, una era de temor y preocupación y la tuya era una de asombro fingido.
Te sentiste tan avergonzado y debil, ser el centro de atención te gusta pero con este escenario era muy diferente.
-Ahora agarra tus pertenencias y lárgate de aquí.
No tuviste otra opción, te levantaste de dónde te habías inclinado y te dirigiste a tu finca o ex-finca, sintiendo las miradas penetrando tu nuca.
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-Ese sería mi plan.
-Estas seguro de esto, crees que va a funcionar?
-Créanme, funcionara, solamente sigan el plan y desprecien me lo que más puedan.
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Ya había pasado una semana desde que te echaron de la organización, lograste ir te a un pueblo y vivir ahí, claro que llegaron ciertos rumores que te jodieron más.
