Capitulo 1: Capitán Jack Sparrow

205 13 0
                                    

Desperté algo confusa mis sueños siempre comenzaban con el hombre calamar y esa extraña canción, pero no entendía por qué había soñado también con la noche que encontramos a Will a pesar de haber pasado diez años aun me daba escalofríos, solo con ver el barco sabía que no había más sobrevivientes, no por nada la gente me evitaba, pero mi padre y Elizabeth siempre me defendían de las malas lenguas.

— Meredith, ¿Estas visible?

─ Dame un momento ─ me levante para ponerme la bata encima del camisón y acomodarme un poco mi desordenado cabello ─ Adelante.

─ Buenos días pequeña ─ entrando a la habitación con su traje junto a la blanca peluca que seguía darme risa ─ Les he mandado traer una sorpresa a Elizabeth y a ti, acompáñame a su pieza.

─ ¿Tiene algo que ver con la ceremonia de hoy? Papá, yo te amo, pero no creo que Elizabeth acepte a el señor Norrington.

─ ¿Un padre debe tener motivos ocultos para hacerles regalos a sus hijas?

─ No están tan ocultos.

─ Bueno, pero no asustes a Elizabeth.

─ Esta bien, pero cuando tenga la edad espero que no seas tan insistente.

─ Meredith, un día tendrás que casarte, pero será dentro de muchos años mi pequeña.

Yo reí, mi padre parecía creer que alguien como yo podía casarse, si todos pensaba que era una bruja que podía controlar el mar, desde un berrinche que casualmente coincidió con una fuerte tormenta, era más fácil entrar a un convento si es que no me ahorcaban antes. Caminamos hacia la habitación de Lizzie yo no toque solo entre y le cerré la puerta a mi padre, en mi defensa él iba más atrás, mi hermana se escondió rápido el collar.

— Mer, sabes que debes de tocar antes de entrar así a una habitación, estoy en camisón.

— No seas exagerada, ¿Qué escondes? Sabes que vamos a ir a la ceremonia, ¿verdad?

— Solo es que soñé con ese día.

— ¿Tú también?, no puede ser normal quizás algo va a pasar.

— ¿Eres adivina? — me dijo con burla.

— No, soy una temible bruja.

— Mer...

— Papá trajo regalos y si ve ese collar se va a enojar — cambiando el tema rápidamente.

— ¿Regalos?, Mer tu guárdalo entonces.

— ¿Por qué simplemente no lo dejas?

— Por favor, te daré mi postre durante una semana.

— Un placer hacer negocios con usted señorita Swann — tengo debilidad por lo dulce así que acepte no era muy lógico, pero acepté y justo a tiempo.

— Elizabeth, ¿estás presentable?

— Si, si solo dame un minuto — dijo poniéndose la bata.

— Mis dos hijas, siempre es algo lindo de ver — dijo entrando y viéndonos, sonriendo — Es un día precioso — las sirvientas abrieron las ventanas para ver el hermoso puerto con brisa marina y el agradable sol creo que a Lizzie no le gusta tanto. — Como supongo te habrá contado Meredith, tengo un regalo para ambas.

Unas sirvientas traían unas cajas y al abrirlas había dos hermosos vestidos para cada una el de mi hermana era color beige con flores, mientras que el mío era similar solo que, de color hueso con diseños dorados , eran verdaderamente hermosos y combinaban.

— ¿Puedo preguntar el motivo?

— Gracias padre — al mismo tiempo que mi hermana preguntaba al fin y al cabo yo ya sabía la respuesta.

Piratas del caribe: la maldición del Perla negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora