Paula toma el control de mi vida.

Cap 1

Tras cuatro años de relación con la que era mi pareja, a 3 meses vista de nuestra boda, un viernes tras llegar a casa del trabajo me encuentro junto a la puerta sus llaves y una nota diciendo:

Hola Pablo,

Siento ser tan cobarde y no decirte esto a la cara.

Lo siento mucho, pero desde hace un tiempo me veo con un hombre y él ha cambiado la forma de ver y afrontar mi vida.

El tiempo que hemos pasado juntos lo he disfrutado mucho, pero esta persona, me ha mostrado un mundo diferente que me llena plenamente.

He solicitado una excedencia en mi trabajo, la cual se me ha concedido y ahora me marcho por tiempo indefinido con esta persona fuera de España.

Por favor, contacta con Patricia para que cancele todo lo relativo a la boda y que avise a los invitados.

Me llevo lo justo, todas mis pertenencias que están en tu casa, si te molestan, las puedes vender, donar o simplemente tirar.

Mi teléfono móvil, lo he cambiado, y por el momento no se lo he dado ni a mis padres. Por favor, no me busques, no hagamos esto aun más difícil.

Pablo, no se si nos volveremos a ver, pero sé que encontraras un persona que te llenará y con la que compartirás tu vida.

Muchas gracias por todo lo que hemos vivido, te deseo lo mejor.

Hasta siempre. Un Beso.

Cristina

Tras leer la carta, me senté en el sofá pensando que era una broma de Cristina. Le llame al móvil sin éxito y tras varias horas de espera y después de comprobar que su pasaporte no estaba en casa, comencé a pensar que no bromeaba.

Lo cierto que en los últimos 3-4meses, habíamos estado más distantes, pero suponía que se debía al estrés de los preparativos de boda y del trabajo.

Me puse a pensar, si tal vez Cristina había descubierto mi gusto/necesidad de vestirme de mujer. Es algo que llevo haciendo desde los 14 años, y que a pesar de considerarme heterosexual, siempre había estado presente en mi vida.

Lo hacía esporádicamente, siempre con mucho cuidado de no ser descubierta y guardando mis pequeños tesoros en sitios secretos.

Revise los armarios y cajones de Cristina: Conozco perfectamente lo que guardan, a menudo utilizaba su ropa. Físicamente, ella es unos pocos centímetros más baja que yo, pero soy bastante más delgado que ella. Cuando utilizaba alguno de sus vestidos, era muy cuidadoso y siempre lo dejaba y doblado de la misma manera para que no sospechara nada.

De sus armarios solo faltaban un par de jeans, y de sus cajones, varias camisetas y lencería sport. Estaba claro que no tenia pensado regresar en bastante tiempo, todos los uniformes de la compañía aérea en la que trabajaba de azafata seguían en el armario.

Recuerdo que esa noche, y los 3-4 días posteriores fueron muy largos, intentado hablar con ella, sus padres y varios amigos en común.

Todos ellos, habían recibido un WhatsApp similar, diciendo que ya contactaría más adelante. Incluso llame a la policía, por si se había ido contra su voluntad.

Estoy seguro sus padres conocían sus planes y que fueron ellos lo que dijeron a la policía que todo estaba bien.

Finalmente hable con la organizadora de la boda para anularla, me dijo que lamentablemente las señales del viaje y del restaurante las perdería. Las alianzas, mi traje y vestido de Cristina no tenían posibilidad de devolución por estar ya pagados.

Me dio los teléfonos de las tiendas para que hablara directamente con ellos por si aceptarían recomprarlos.

Los días pasaban, a diario tras llegar del trabajo, aprovechaba para vestirme de mujer. Me distraía y excitaba.

Me pasaba horas viendo tutoriales de maquillaje en YouTube practicando con todo lo que dejo Cristina al marcharse.

Por fin compre unos pechos de silicona de copa C, un par de pelucas, varios pares de zapatos y una jaula de castidad para mi pene.

Me sentía cómoda ver a Paula en el espejo y que cada vez lo hacía de forma más natural. Me ponía la jaula en mi pene y dejaba la llave en la mesa de la oficina. Después de masturbarme vestido de mujer siempre me siento culpable. Llevar la jaula me permite disfrutar de Paula horas y horas.

Continuara...