Somebody's Idiot || DiE4u

Somebody's Idiot

Ve lo que solía ser su hogar con un semblante triste.

A pesar de todo, no puede evitar imaginarse junto a él y se regaña a sí mismo por seguir pensando en el 'hubiera'.

Es curioso cómo la naturaleza se apodera y poco a poco recupera su territorio. Todo era un caos y en medio del desastre lo más sobresaliente era un hueco producto de explosiones, pisadas de robot gigante y una casa destruida en pedazos. Ahora, exactamente un año después, la vegetación volvió a la vida, creciendo a pasos lentos y borrando los restos de ese día.

Da un par de pasos alrededor, sintiéndose extraño de estar ahí en la noche con tanto silencio; incluso puede decir que lo persigue un sentimiento... Vacío.

Sí, se siente vacío.

Ya le es bastante familiar, por lo cual lo ignora y alza la vista a otro lado encontrándose con la ciudad a lo lejos; la única luz presente es la luna y algunos destellos de la ciudad. Es ahí cuando unos ojos grises aparecen en su mente.

Una mirada vivaz, altanera y picarona.

Le habría gustado recordar esos ojos de otra forma. No quiere mezclar sus recuerdos agradables con los hechos ocurridos hace un año en este mismo sitio en donde se encuentra parado.

Aunque es inevitable.

Piensa en la primera vez que ese chico de ojos grises los abandonó y prácticamente puede escuchar su voz.

"Lo siento, Edd, tengo que irme y cumplir mi sueño en la gran ciudad"

Siente rabia.

"¿Acaso tu sueño era traicionarnos?"

Pero igual que aquel día, un lado suyo sigue deseando incesante que todo esté bien, que nada de esto sea real. Desea despertar y que el olor a tocino le de hambre en lugar de ese sentimiento de vacío y soledad.

Su cabeza divaga en recuerdos de una vida mejor, de sus mejores años juntos; aún con eso, sabe que mientras añora poder arreglar las cosas, el chico de la mirada altanera solo viene a destrozar todo y a todos los que le rodean.

Empujándolo al límite. Siempre llevándolo al límite.

Dios, todavía escucha cada palabra que dijo; aún tiene su voz atascada en la cabeza, todos los recuerdos que tiene con él se reproducen en bucle sin un botón de pausa.

"¿Amigos?, ¿para qué necesito amigos cuando tengo esto?, ¡soy imparable!"

Cada uno de ellos desde su primer beso juntos hasta el día que definitivamente salió de sus vidas.

Algo dentro suyo le duele al recordar ese beso y siente sus ojos aguarse. Vuelve a regañarse, pero sabe que no es capaz de contener las lágrimas. Solo se lamenta de cómo terminó todo.

Jamás pensó que él sería capaz de esto, que las cosas darían este vuelco y al final estaría de pie en medio de un caótico escenario casi invadido en su totalidad por la maleza.

Se repite una y otra vez que fue un estúpido, un tarado, un idiota que se dejó manipular durante años.

Nuevamente siente esa rabia creciendo, llenándolo de impotencia.

Solo piensa una cosa:
Se cansó de ser el idiota de Tord.

Se cansó de haberlo esperado media vida, de recibirlo con los brazos abiertos y ser apuñalado por la espalda. Se cansó de dejar de lado a sus verdaderos amigos por él.

Lo había embobado tanto con su carisma y esa pequeña pero fuerte esperanza de estar juntos que lo prefirió antes que a cualquier otra cosa; al final fue Tom, su verdadero amigo, el que estuvo ahí siempre, quien pagó las consecuencias de su estupidez.

Le resulta divertido, hasta irónico, las ganas de llorar por algo que solo existió en su cabeza. Está convencido que todo fue su culpa, culpa de su estúpido corazón tan influenciable y ciego para no ver las banderas rojas.

Tom casi muere por su culpa y es algo que nunca se perdonará.

No se dio cuenta cuando empezó a llorar hasta que volvió en sí. Respira profundo tratando de despejar el enojo.

Decide finalmente abrir su lata de refresco, curiosamente con sabor a tocino, da un sorbo para después secarse las lágrimas.

Le hacía falta esto, necesitaba estar solo con sus pensamientos y desahogarse consigo mismo. Su par de amigos intentarían entenderlo pero jamás sabrían cómo se siente.

O eso cree.

Piensa que no saben cómo se siente que le mientan a la cara y aún así seguir amando a esa persona. Arrepentirse de hacerle caso cuando decía que todo estaba bien, que siempre estarían juntos y que ahora sería un nuevo comienzo.

-Vaya comienzo- Suelta al aire viendo algunos escombros sobrevivientes del paso del tiempo.

Se odia por aún querer a ese chico de cuernos y desear que las cosas puedan arreglarse. Sabe que es imposible pero es lo único que le pide su corazón.