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Jimin despertó a media mañana. Se sentía atontado y trató de levantarse, pero fue detenido de los hombros por unas manos.

― Tranquilo, acabas de despertar — le dice Jungkook, volviéndolo a recostar —. Me tenías tan preocupado, joder, todo se sintió tan surreal. Siempre eres fuerte, duro e impecable. Verte tendido en la cama y tan pálido, me lleno de gran angustia.

Jimin se recostó, sintiendo un pequeño dolor en su cabeza. Sentía el olor a chocolate caliente y galletas de canela con azúcar. Su apetito pareció incrementar. Su nariz olfato el aire y Jungkook soltó una carcajada, antes de sentar en la orilla de la cama. Le quito un trapo húmedo que había estado descansando sobre su frente. Luego se acercó para darle un beso en su mejilla.

― Si, son galletas y chocolate — comentó Jungkook, luego se alejó estirando su brazo para alcanzar el plato de la mesilla —. Te ayudaré a enderezar.

Jungkook le ayudó a acomodar las almohadas para que pudiera estar medio parado, luego le pasó el plato de galletas y le sostuvo el chocolate para que bebiera un poco. Luego de sentirse satisfecho, Jungkook volvió a dejar todo en su lugar.

― Jimin, tenemos que hablar — le anunció Jungkook —. Te arriesgaste mucho ese día y te agradezco, le salvaste la vida a mis hermanos e incluso la mía, pero pusiste en riesgo la tuya.

― No me voy a disculpar ― murmuró Jimin, bajando la cabeza ―. No quería que los mataran, que te mataran a ti.

― No debiste exponerte así ― dice Jungkook, besándole la mano ―. No quiero que te disculpes, te lo agradezco, pero no lo vuelvas hacer así.

― Esta bien ― respondió Jimin, con cansancio.

― Te dejare descansar. Debo avisar a los demás ― dice Jungkook, sonriéndole ―. Iré hablar con mis hermanos y luego vendré. Duerme un poco. Si necesitas algo me avisas, Taehyung dijo que vendría hablar un rato contigo.

Jimin frunció las cejas, no entendía para que querría hablar ese joven con él, aunque entendía que Taehyung era mucho más inteligente y de una mente abierta, que aterraban a Jimin.

― Esta bien, dile que venga ― le pidió Jimin con una sonrisa a Jungkook ― ¿Me ayudas acomodarme?

Jungkook se acercó acomodando las almohadas de la cama y lo ayudo a que se recostara, luego lo arropo bien y le coloco todo a su alcance. Se quedó pensando si darle un beso en la cabeza, así que solo le acaricia su mano y se retira.

Jungkook sale y se encuentra con Taehyung sonriéndole.

― Hola ― le dice algo nervioso.

― Hola ¿Ya despertó? ― le pregunta Taehyung. Jungkook se queda mirando a Taehyung un largo rato hasta que sacude la cabeza y mira hacia la puerta de Jimin.

― Ya, dice que, si quieres verle, pases. Al parecer se están llevando bien ― comenta Jungkook, señalando la puerta ―. Voy a ir hablar con mis hermanos. Cuídalo por favor.

Taehyung sonrió mirando la puerta. Jungkook estaba alejándose cuando Taehyung lo llama.

― Deberías decidirte en que es lo que deseas ― le indica Taehyung ―. Porque no va a esperar para siempre.

Luego de eso Taehyung abrió la puerta y entro a la habitación de Jimin.

Jimin estaba mirando el techo y a sus costados posados en cada poste de la cabecera de su cama hay un pájaro azul. Taehyung frunció las cejas, pero no dijo nada ante eso. Habia decidido hacerles frente a sus creencias.

― Se quién eres — dice Taehyung sin rodeos.

― ¿Y quién soy? — le pregunta Jimin. Ambas aves graznan.

― Jianmin Park, príncipe y heredero del imperio Park ― anuncia Taehyung, con el mentón alzado y sus ojos brillando por las lágrimas ―. El ave de mil colores, príncipe de los cielos y corona de sol.

Jimin sólo asintió.

No pareció perturbado, es más, parecía completamente feliz y satisfecho por lo que dijo. Aunque la tristeza existía en sus ojos.

― Yo nací en un mundo de fantasía. De grandes bailes y enormes responsabilidades, una época de galas y fiestas, pero también de guerra y muchísimo sufrimiento ― explica Jimin mirando la ventana ―. Tenía una familia, grande y que amaba con toda mi alma. Tal vez no era la familia convencional que todos quisieran, sin embargo, estamos para apoyarnos. Desde pequeños sabíamos la responsabilidad en nuestros hombros, así como muchos Park antes que nosotros, debíamos enfrentarnos a las grandes bestias que antes dominaban estas tierras. Muchos Park han muerto de forma trágica de jóvenes, muchos han creído que es una maldición, aunque la verdad era muy distinta. Se guardó el secreto de las grandes bestias y se cubrió con el de ataques de otras naciones o imperios para que no hubiera terror y existiera la paz. No obstante, nos equivocamos. Esconder el gran secreto nos llevó a nuestra propia destrucción y a la de ustedes.

Taehyung se arrodilla mientras Jimin cierra los ojos.

― Aún recuerdo el olor de rosas característico de mi madre y sus sonrisas. La danza que solía bailar mi hermana mayor y mi hermano mayor siempre adoraba hacer travesuras. Mi hermana pequeña le encantaba reír. Mi padre nos abrazaba cada vez que nos veía ― dice Jimin, alzando su mano como si estuviera tocando algo ―. Cuando cierro los ojos puedo escuchar a los músicos tocando melodías suaves y nosotros como familia disfrutando los bailes. Aunque también muchas veces cuando cierro los ojos puedo escuchar las detonaciones de las bombas. Las espadas chocando y los gritos de los sirvientes la noche que nos atacaron. Levántate, Taehyung.

Taehyung se levanta con la cabeza gacha y sus ojos llenos de lágrimas por el cuento de Jimin.

― Son pocas las personas que saben que aún estoy vivo ― explica Jimin, antes de chasquear los dedos. Zico y Suga aparecieron en lugar de las aves. Ambos parados a los costados de las camas y sonriéndole a Taehyung ―. Ellos son mis hermanos, no de sangre, pero desde que perdí a mi familia me han protegido y cuidado. Me han enseñado sobre mi poder, son pocos los Park que desarrollan su poder. Casi siempre nos enfocamos más en nuestros animales interiores.

― ¿Puede convertirse en lobo, alteza? ― le preguntó Taehyung. Jimin asintió.

― En mi familia tenemos nuestra alma dividida en tres. Una para el lobo, otra para nuestra criatura antigua y una parte es nuestra. Mi lobo se llama Chimmy y mi criatura es Rys. Son parte de mí ― le explica Jimin y se ríe ―. Aunque son muy juguetones y traviesos, lo que me lleva a estar siempre cayéndome o estar siempre rompiendo algo.

― ¿Cómo es que está vivo, alteza? ― le pregunto Taehyung, mirando a Jimin con fascinación.

― Esa historia es más larga y compleja. Te voy a explicar algo y te lo confieso a ti. Esto ni siquiera lo sabe Jungkook, lo he mantenido lejos de él.

― ¿Lo amas? ― preguntó Taehyung y sacudió la cabeza ―. Disculpe, alteza.

― Lo amo, pero no está listo para saber todo y mucho menos para aceptar sentimientos. Tampoco lo puedo obligar, mi destino es trágico y conozco muy bien mi final. Debí morir junto a mi familia y lo hare, aunque no sé qué repercusiones pueda traer al mundo ― responde Jimin antes de proseguir a confesarle su historia.

Heredero (KOOKMIN) pausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora