Heredero (KOOKMIN) pausada

15

― ¿Estas bien?

Jimin se giró para ver a Jungkook, habia estado sentado mirando hacia el agua y dejándose llevar por sus recuerdos.

― Mi hermana se convertía en un animal que podía estar por horas en el agua. Recuerdo que a veces íbamos a nadar con mis hermanos y nos pasábamos horas en el agua. Era tan impresionante y lo adorábamos, horas de risas y diversión. Aunque cuando regresábamos a palacio siempre llegábamos chorreando ― dice Jimin, divertido mirando al agua ―. Era otra época diferente. Nunca te hubiera conocido si no hubieran muerto, me pregunto si soy egoísta por no arrepentirme de mi pasado.

Jungkook se sentó a su lado, quedando hombro con hombro, luego estiro su mano y se la acaricio.

― No eres egoísta y pienso que de cualquier manera nos hubiéramos conocido ― dice Jungkook, para mirar al frente ―. Recuerdo que uno de los eventos que se hacían antes eran presentar a los aprendices a los emperadores. Según me contaron, nos enviaban todo un mes a palacio para que pudiéramos estar en contacto con las tradiciones.

― Tal vez si ― dice Jimin, girándose a ver a Jungkook. Luego Jungkook se giró a verlo, conectando sus miradas. Eran dos almas que se miraban con intensidad, tan solitarias y tan necesitados entre ellos.

― ¿En qué me convierte toda esta situación? ― se preguntó Jungkook ―. Quiero protegerte, no por lo que representas a los demás, sino por quien eres para mí. Te amo, Jimin, muchísimo. Eres una parte importante para mí y solo veo cómo te expones con esas criaturas. El unico egoísta aquí soy yo. Quiero que nos vayamos juntos, tan lejos posible donde no nos encuentren y huir.

― He huido lo suficiente ― dice Jimin ―. No sabes lo difícil que es tener esta carga para mí, preguntándome: ¿Si muero todas las bestias mueren conmigo? ¿Si muero condeno a todos a ser exterminados por esas bestias? Es una decisión difícil. Lo unico que puedo hacer es luchar contra ellas. Tratar de exterminarlas a todas.

― Me has dicho que son muchas y no puedes tu solo con todas. Por eso, es justamente por eso que me quiero ir ― indica Jungkook, pasando sus manos por su rostro.

Jimin lo tomo del rostro por los cachetes acariciándolo con los pulgares.

― Las cosas no son como tú crees. No se trata de ti o de mí, se trata de lo bueno y lo malo ― le explica Jimin ―. Te amo. Pero no me puedo echar para atrás.

Jimin bajo la cabeza.

― Es horrible el sentimiento de culpa, porque si, es mi culpa. Me he cruzado de brazos y no he hecho nada ― continuo Jimin ―. Debo hacer algo, es mi deber.

Jungkook lo rodeo con sus brazos para luego besarle en la frente.

― Entiendo, aunque quiero ser egoísta ― dice Jungkook ―. Quiero que no sufras y que no te pongas en riesgo. He mandado a traer varios libros antiguos para tratar de comprender la situación en la que estamos involucrados. Mañana viajaremos a Prudentan y probaremos las armas.

Jimin se alejó antes de poner sus labios en un pico, algo que hace sonreír a Jungkook para luego darle un suave beso en los labios.

― No te alejes de mí, por favor ― le pide Jimin, acariciándole las manos.

― No me alejare de ti ― respondió Jungkook, para volver a besarle en los labios.

OOO

― No me alejare de ti.

Jungkook se mordió el labio y miro hacia el cielo. Luego se giró despacio viendo a Jimin caminar acompañado de Suga y Zico, quienes se han vuelto sus sombras personales.

― Tenia que adelantarme, perdón ― dice Jungkook, luego se gira tomando una bolsita y estirándosela hacia Jimin ―. Conseguí golosinas de azúcar de frutos rojos. Una bolsa entera para ti.

Jimin se quedó mirando la bolsa y la tomo mirando a Jungkook con violencia.

― ¿Conseguiste llegar a tiempo? ― le pregunto Jimin, abriendo la bolsa y luego comenzando a comer las golosinas.

― Ajam ― dice Jungkook, antes de indicar con el mentón hacia una esquina donde había varias personas sentadas con niños jugando a su alrededor ―. Los encontré corriendo y vagando, no sabían qué hacer. En realidad, cuando llegué les tuve que explicar lo que estaba pasando y para quien sirvo.

Jimin alzo una ceja divertido.

― ¿Ahora me sirves? ― pregunto Jimin, antes de soltar una risita ―. Necesito que me traigas agua y más golosinas, sirviente. 

Jungkook solto una carcajada.

― Eres un descarado, mi señor ― dice Jungkook, haciendo una reverencia lo que hizo que se pusiera rojo Jimin.

― ¡Emperador! ― exclamo un joven, que llego corriendo e hizo una reverencia. Jimin asintió en dirección del joven. Ya no podía evitar que la gente lo llamara por honorarios o le hicieran reverencia ―. El demonio Key ha estado deambulando por los alrededores y parece ir por los niños. Ha matado a tres niños, pero el problema es que solo los mata por diversión, a los adultos es a quienes se los come.

― Esa escoria, tenemos que detenerlo ― dijo Suga, cruzándose de brazos ― ¿Cómo deberíamos hacerlo?

― Tenderle una trampa ― dice Zico.

― ¡Claro! Como si todas las otras trampas hubieran funcionado ― ataco Suga.

― No es nuestra culpa que todo salga mal ― indica Zico.

― Es que todo saldrá mal como siempre.

― No es cierto, solo eres un amargado.

― No soy un amargado.

― Claro que lo eres.

― Claro no que.

― ¡Oigan! ― exclamo Jungkook, que hacia estado escuchando su pelea mientras que Jimin seguía comiendo golosinas bastante entretenido con el espectáculo. El joven muchacho que llego a dar aviso, no sabía que hacer realmente ―. Haremos lo de la trampa. Lo vamos a programar bien.

Jungkook suspiro antes de tomar de la mano a Jimin para jalarlo lejos de allí. Jimin lo siguió dejándose llevar mientras seguía comiendo las golosinas.

― ¿Sabes que te ves adorable comiendo esas golosinas? ― le pregunta Jungkook, cuando se detienen debajo de un árbol.

― ¡Oyes! Déjame comer mis golosinas ― dice Jimin, divertido.

― Eres un

― ¡Ayuda!

Jimin alzo la cabeza y Jungkook también en dirección del grito. Toda la gente comenzó a correr en esa dirección.

Un hombre venia cargando un pequeño niño lleno de sangre. Suga rápidamente se acercó al hombre que lloraba con el niño en brazos y rápidamente comenzó a atender al pequeño.

― ¡Esa cosa apareció de repente por el lago y ataco a Shin!

Jimin guardo su bolsa de golosinas antes de mirar hacia la dirección que el hombre señalaba. Estaba furioso. Era un niño.

El demonio Key se lo pagaría.