Izana gana.

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Recordaba claramente cuando Kakucho se lo había presentado, no era más que un niño flacucho con demasiada energía que estaba ansioso por ser un delincuente, pero que al mismo tiempo ayudaba a todo el que podía sin pensarlo dos veces, aunque estuviera exponiendo su seguridad en el proceso.

Le sorprendía mucho que el niño insistirá en visitar a Kakucho en ese mugroso orfanato y de paso a el, le resultó inevitable no aferrarse un poco al pequeño pelinegro, sentía como su corazón se calentaba con la sola mención de su nombre, se imaginaba compartiendo su reinado con ese chico de ojos azules, pero como la vida nunca era justa termino alejándose del niño y se llevó a Kakucho consigo en cuanto pudo.

Pasaron unos cuantos años antes de que lo volvieran a ver y que vista se llevaron, Takemichi ya era capitán de Toman y se había ganado cierto renombre en el bajo mundo por sus hazañas, el mismo Shion le contó como el pelinegro, que ahora era rubio, ya había visto a Black Dragons de cerca y ahora el era el onceavo líder de la pandilla en decadencia, ostentaba el título, pero la pandilla había sido absorbida por Toman y no era más que un título vacío a parecer de Izana y muy en el fondo Takemichi pensaba igual.

Izana tenía un objetivo claro y ese era acabar con Manjiro, pero eso no iba a evitar que se distrajera un poco observando al amable héroe, Kakucho incluso quería más que verlo, quería recuperar tiempo perdido con su amigo, deseaba haber podido estar con el a cada paso que dio para llegar a dónde estaba, pero ambos se habían mantenido al margen, siendo Hanma y Kisaki quienes les informaban sobre el chico con el pretexto de que era un punto débil de Toman.

Sabían que tirando a Hanagaki, la fuerza y voluntad de media pandilla caía con él.

***

Izana sabía, no hacía falta la confirmación por parte de Kisaki, tampoco había que ser un genio en realidad, el enamoramiento de Takemichi era tan notorio y le hacía hervir la sangre, podía ver la adoración en esos ojos azules, el chico amaba a Mikey, siempre Mikey ¿No?

A veces se sentían como acosadores, en realidad lo eran, pero ninguno sabía cómo acercarse después de tanto tiempo y menos con Tenjiku entrando en acción ¿Con que cara lo verían de frente si después tendrían que apalearlo junto a su pandilla.

El día que su fuerza de voluntad para mantenerse lejos se fue al carajo fue cuando Kisaki le informo que el mismo Mikey posiblemente había sido el que había acabado con Takemichi al rechazarlo, Izana haría su movimiento, estaba decidido a tener a Takemichi Hanagaki consigo.

***

Se sentía como un estúpido, no sabía en qué estaba pensando cuando decidió abrir su corazón de esa forma ante Mikey y ahora solo quería que el infierno mismo lo tragara, las palabras de Mikey no dejaban de retumbar en su mente “no siento lo mismo que tú Takemichi, será mejor que seamos solo amigos ¿Si?” y  al sentirse avergonzado, dolido e incapacitado para negarse solo asintió con una sonrisa “Si Mikey, lo siento si fue incómodo” recuerda esa sonrisa incomoda por parte de Mikey quien le resto importancia para después irse.

Takemichi estaba sentado en un parque era tarde, el sol se había ido hacia horas, pero no le importaba, su corazón roto le impedía ser consciente de su alrededor, tampoco era como que alguien lo esperara en casa y con todo eso en mente no noto cuando un sujeto se le acercó.

“Eres Hanagaki Takemichi ¿Cierto?” Takemichi levantó la vista y paso de desolada a sorprendida “¿Izana?” Kurokawa sonrió al saberse reconocido “me da gusto verte después de tanto tiempo” dijo Izana y eso basto para reestablecer el contacto entre ellos, para Takemichi fue como mágico el momento en que Izana apareció, como una forma quitarle un doloroso peso de encima al distraerlo del rechazó que vivió.

SusukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora